Por Arion McNicoll

(CNN) — En esta era de desarrollo tecnológico acelerado, tendemos a obsesionarnos tanto con los artilugios del futuro que raramente nos tomamos el tiempo para pensar en la gloriosa tecnología del pasado.

Afortunadamente, un tesoro de rarezas, curiosidades y “primeros inventos” tecnológicos ─incluidos una calculadora mecánica experimental del siglo XVII, un teléfono centenario y una computadora Apple 1 increíblemente extraña─ fue subastada el sábado en Colonia, Alemania.

Aunque pueden parecer anticuados, los objetos reunidos por Auction Team Breker trazan una evolución del pensamiento tecnológico desde el inicio de la revolución industrial hasta el presente. Es una historia de reparación vanguardista; el salón de la fama de un inventor.

Como el centro de atención estuvo una de las seis computadoras Apple 1 aún funcionales, una superestrella tecnológica.

La Apple 1 fue la primera computadora fabricada por la empresa de tecnología de California, Estados Unidos. El equipo fue ensamblado a mano por el cofundador de Apple, Steve Wozniak, quien, según la leyenda, financió la construcción del dispositivo al vender su calculadora HP-65 (el cofundador Steve Jobs también vendió su camioneta de Volkswagen).

Unos 200 equipos fueron fabricados, de los cuales se cree que quedan 50 y solo seis funcionales.

El fundador de la casa de subastas, Uwe Breker, dijo que la venta es “única en la presentación de obras maestras de todo el espectro de la tecnología antigua, desde el siglo XVII hasta el siglo XXI”.

Mucho antes de la era actual de computadoras, el inventor Blaise Pascal diseñó una calculadora mecánica en 1642, considerada por muchos como el primer paso decisivo hacia los microprocesadores modernos.

La Pascaline era operada con un estilete para cambiar las ruedas-dígitos. Estas ruedas se conectaban a una ‘pantalla’ hasta arriba del dispositivo que mostraba el resultado después de cada ecuación. Una regla deslizante podía desplazarse para cambiar la función del dispositivo de suma a resta. También se podían realizar multiplicaciones y divisiones (aunque eran muy difíciles de ejecutar).

Dicha calculadora fue un avance significativo en su tiempo y demostró que la aritmética compleja podía ser resuelta por una máquina. Su presentación llevó al desarrollo de calculadoras mecánicas en todo Europa.

Solo un conjunto de las máquinas Pascaline originales aún existen; la mayoría están resguardadas en museos. En la subasta de este sábado hubo una reproducción de la Pascaline del siglo XX.

También se vendió una Apple Lisa original, una de las primeras computadoras en tener una interfaz gráfica y un mouse, tecnologías que crearon el camino para la computación de escritorio tal y como la conocemos. La Lisa fue un fracaso comercial, en parte debido a su precio excesivamente alto: 10,000 dólares. Era significativamente más costosa que las PCs de su rival IBM.

Por su parte, Apple debe mucho de su éxito a algunas de las computadoras personales pioneras, como la SCELBI-8H. Este dispositivo salió al mercado en 1973. Su microprocesador Intel de ocho bits era increíblemente poderoso en esa época (aunque solo una pequeña fracción de la potencia del procesador contemporáneo).

Solo se fabricaron unas 200 SCELBI-8H, por lo que ahora son muy valiosas.

Al igual que los primeros artefactos de la prehistoria de la computación, la subasta incluyó varias máquinas de escribir históricas. Henry Mill presentó una patente para un dispositivo de escritura en 1714, pero las máquinas de escribir no se produjeron masivamente sino hasta la década de 1860. Hoy es difícil verlas como algo que no sea anticuado, sin embargo, su invención causó una revolución en la escritura.

Otro “primer invento” que se subastó fue una prensa portátil para copiado ideada por el legendario inventor escocés de la máquina de vapor, James Watt. El artefacto del tamaño de una laptop producía múltiples copias de un documento (similar a una fotocopiadora) con tinta transferida del original a un papel de copiado humedecido que estaba debajo, a través de una placa de presión. Se dijo que el dispositivo portátil era un favorito del presidente estadounidense Thomas Jefferson.

Algo de mayor significado para la comunicación fue la invención del teléfono a mediados del siglo XIX. Desde los primeros experimentos en los talleres de varios inventores, incluido Alexander Graham Bell, este dispositivo ya se usaba masivamente a comienzos del siglo XX.

¿Podría haber previsto Bell la telefonía contemporánea, con celulares, mensajes de texto y Skype? Es improbable. Pero el L.M. Ericson & Co de 1905, conocido como el molinillo de café por su forma circular y decoración litografiada, fue el precursor de tu iPhone 5.