Por Mike M. Ahlers
Washington (CNN) — Los críticos más duros los etiquetaron como “registros virtuales de desnudo”: la inspección de los pasajeros en el aeropuerto que produjo imágenes realistas de cuerpo completo por medio de la tecnología de retrodispersión.
Otros también expresaron preocupaciones de salud sobre las bajas dosis de radiación de los rayos X detrás de esas inspecciones.
Bueno, pues todo se acabó ahora que la Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA, por sus siglas en inglés) informó que cumplió con la fecha límite —el 1 de junio— para quitar las 250 máquinas de retrodispersión de los aeropuertos de Estados Unidos.
Los turistas aún pasarán por otros escáneres corporales que se basan en un sistema que utiliza ondas de radio y producen imágenes corporales menos detalladas. Las máquinas de ondas milimétricas plantean menos preocupaciones de privacidad y prácticamente ninguna preocupación de salud.
“Creo que desde la perspectiva de la privacidad, (la eliminación de máquinas de retrodispersión) tiene que ser considerada una victoria”, dijo Marc Rotenberg, del Centro de Información de Privacidad Electrónica en Estados Unidos.
La TSA sostuvo que las máquinas de retrodispersión, fabricadas por Rapiscan Systems, eran seguras y efectivas.
La agencia había desarrollado protocolos para asegurar que los inspectores que veían las imágenes de los pasajeros, nunca los vieran en persona.
Pero el congreso estadounidense votó para pedir que todos los escáneres corporales tuvieran software de protección de la privacidad, y la TSA anunció en febrero que retiraría progresivamente los sistemas de retrodispersión porque no podían cumplir con la nueva norma.
Las últimas máquinas de retrodispersión fueron retiradas hace aproximadamente dos semanas, informó un vocero de la TSA. Las 250 unidades fueron retiradas a expensas de Rapiscan, agregó la agencia.
Actualmente, hay más de 700 escáneres corporales en aproximadamente 165 aeropuertos, todos con software de Reconocimiento Automático de Objetivo (ATR, por sus siglas en inglés), que muestra elementos de una silueta de un cuerpo genérico.
Rotenberg dijo que todavía tiene preocupaciones sobre seguridad sobre las máquinas de ondas milimétricas, incluida qué información es capturada por la máquina (incluso si no es vista por las personas que inspeccionan) y cuánto tiempo la información es retenida.
“Nos gustaría ver reglas más claras sobre la colección de las imágenes”, dijo Rotenberg. “¿Son borradas? ¿Son guardadas? ¿Se realiza algún tipo de análisis y pueden ser vinculadas a los pasajeros?”.
La mayoría de los países no utilizan escáneres corporales, dijo, y prefieren utilizar una combinación de detección de metal y tecnología que puede identificar explosivos.
Las máquinas de retrodispersión podrían regresar algún día si la empresa desarrolla el software requerido, informó la TSA.