Por Rafael Romo y Catherine E. Shoichet
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Nogales, México (CNN) — Dentro de una cárcel mexicana, Yanira Maldonado lloró.
Una mormona devota de Arizona, madre de siete hijos, dijo este miércoles que ha recurrido a las escrituras religiosas para sobrevivir desde que las autoridades la acusaron de contrabando de drogas, la semana pasada.
“Leyendo las escrituras, leyendo el Libro del Mormón, orando, ayunando”, contó Maldonado a CNN.
“Y todo el apoyo que he recibido de mi familia, mi marido, mis hijos, y todo el mundo” que pide ayuda. “Soy inocente, soy una mujer humilde, soy honesta”.
Un juez analiza la posibilidad de dejar libre a Maldonado, después que las autoridades la acusaron de contrabando de drogas y supuestamente encontraron cinco kilogramos de marihuana bajo su asiento de autobús.
Maldonado insistió este miércoles en que es inocente.
“Yo soy una buena madre. Me encanta el evangelio… trabajamos duro para tener lo que tenemos”, dijo.
“Usted sabe, nosotros no somos ricos, pero somos muy honestos y siempre hacemos todo lo posible para ayudar a otras personas”.
Los oficiales militares mexicanos que detuvieron Maldonado no han establecido aún su caso en los tribunales.
Estaba programado que las tropas aparecieran este miércoles para dar un testimonio, pero no lo hicieron, según un abogado de la defensa. Las audiencias en el caso continuarán este viernes.
La familia de Maldonado niega los cargos y dice que permanece optimista, para que el caso en su contra se desmorone.
“Tenemos muchas esperanzas”, dijo Ana Soto, la hija de Maldonado, a CNN este miércoles. “Así que estoy deseando que eso ocurra. Espero que sea el viernes, estoy orando para que ella regrese a casa, cuando obtenga su libertad”.
Maldonado dijo que es una situación que nunca imaginó cuando ella subió a un autobús la semana pasada para regresar a Estados Unidos, después de asistir al funeral de su tía en México.
“Yo estaba en el puesto de control. Nos pidieron bajar del autobús. Ellos estaban revisando para encontrar drogas o no sé qué otra cosa”, dijo.
“Y dicen que encontraron algo debajo de mi asiento. Pero nunca observé nada. Ellos no me muestran nada. Fue simplemente increíble todo eso, lo que hicieron”.
Su familia acusa a las autoridades de detenerla para obtener dinero.
Otra hija, Brenda Pedraza, calificó el arresto como “indignante”. Su madre estuvo recientemente a su lado, dijo, acunando a su nieta recién nacida.
“Ella es una madre maravillosa y una abuela maravillosa, y nunca pondría en peligro su vida para perder esto, perder a su familia”, le dijo este miércoles a Wolf Blitzer, de CNN.
La familia la echa de menos, dijo Pedraza.
“Todavía necesito su consejo, su orientación. Hemos escuchado que el mínimo es de 10 años. Diez años es toda una vida. No tenemos ese tiempo, 10 años, estando separados “, dijo Pedraza, conteniendo las lágrimas.
“Por favor, que los funcionarios de México, que por favor hagan su parte y realmente investiguen, porque sé que mi mamá no tiene nada que ver con drogas ilegales”.
Del asiento de un autobús a un celda en la cárcel
Las autoridades mexicanas arrestaron a Maldonado el miércoles pasado cuando ella y su marido, Gary, estaban en su camino de regreso a Arizona.
Gary Maldonado dijo que cree que los soldados mexicanos en el puesto de control ubicado en Sonora querían un soborno.
Después de testificar en la corte el martes, Maldonado dijo a KTVK, afiliada de CNN, que se sentía optimista.
“Estamos esperando el mejor resultado…. No pensamos que ellos tengan un caso”, dijo.
El senador Jeff Flake, republicano por Arizona, está supervisando el caso, dijo su oficina.
El Departamento de Estado también ha estado en contacto con la familia.
Un funcionario del estado de Sonora, con un amplio conocimiento del caso dijo a CNN que hay varias interrogantes sobre el arresto.
“¿Te imaginas?” -preguntó el oficial, que no estaba autorizado a hablar con los medios de comunicación y no quiso ser identificado.
“Un pasajero por sí mismo habría sido incapaz de llevar casi seis kilos de marihuana en un autobús sin ser notado”.