Por Jethro Mullen Y K.J. Kwon
SEÚL, Corea del Sur (CNN) — Después de meses de tensiones, Corea del Norte y Corea del Sur acordaron este jueves reanudar las conversaciones sobre la reapertura de su zona de producción compartida en Pyongyang, la cual detuvo su actividad en abril.
El gobierno norcoreano propuso una reunión para discutir la situación de la zona industrial de Kaesong, un símbolo importante de la cooperación entre los dos países, junto con otras cuestiones, en una declaración publicada por los medios estatales.
“La sede para las conversaciones y la fecha de inicio puede ajustarse a la conveniencia de la parte sur”, señaló Pyongyang.
El Ministerio de Unificación de Corea del Sur respondió positivamente: “Esperamos que las pláticas entre ambas autoridades sean una gran oportunidad para construir confianza entre Corea del Sur y Corea del Norte”.
El gobierno de Seúl aseguró que el calendario, la agenda y otros aspectos de las conversaciones se darán a conocer más adelante.
Cuando las tensiones aumentaron en la península de Corea en abril, el régimen de Kim Jong Un prohibió la entrada de los surcoreanos al complejo de Kaesong, una zona industrial ubicada en el lado norte de la frontera fortificada y centro de operación de más de 120 empresas de Corea del Sur.
Pyongyang retiró a los más de 50.000 trabajadores norcoreanos de las fábricas y dijo que suspendería temporalmente la actividad en el lugar. Los últimos surcoreanos salieron del complejo el mes pasado.
La medida sorprendió a algunos observadores, pues Kaesong es considerada una importante fuente de divisas para el régimen de Kim Jong Un.
La propuesta de las conversaciones acerca del complejo indica que “tal vez el costo del cierre de Kaesong es mayor de lo que esperaban”, dijo Daniel Pinkston, un analista del International Crisis Group que cubre el noreste de Asia.
Al mismo tiempo, dijo Pinkston, China —un aliado clave de Corea del Norte— ha expresado su descontento con el comportamiento reciente de Pyongyang, ya que no han sido “tan generosos como los norcoreanos esperan en términos de ayuda, asistencia, comercio e inversión”.
La retórica amenazante de Corea del Norte en contra de Estados Unidos y Corea del Sur alcanzó un punto álgido en marzo y abril, después de que el Consejo de Seguridad de la ONU votara en marzo para imponer sanciones más duras al régimen norcoreano y en medio de ejercicios militares entre los ejércitos estadounidense y surcoreano en la región.
Las sanciones de la ONU fueron una respuesta a la tercera prueba nuclear subterránea de Corea del Norte, que tuvo lugar en febrero.
Los ejercicios militares de Corea del Sur-Estados Unidos terminaron y Pyongyang bajó el tono de la intensidad de sus amenazas.
El comportamiento de Corea del Norte sugería que estaba dispuesto a “ir al límite y tratar de sacudir” a la nueva presidencia surcoreana, a cargo de Park Geun-hye, así como a otros gobiernos, dijo Pinkston.
“Pero no creo que realmente sucediera”, agregó. “Corea del Sur y sus aliados en la comunidad internacional demostraron su determinación y falta de voluntad para retraerse frente a la retórica de Corea del Norte”.
La declaración de Pyongyang de este jueves propuso también que las conversaciones abarquen otros temas, además del complejo de Kaesong. Se mencionó la posibilidad de reanudar viajes transfronterizos al monte Kumgang, un centro turístico de Corea del Norte, donde un turista surcoreano fue asesinado por un soldado norcoreano en 2008 después de que presuntamente quiso entrar en un área fuera de los límites.
El gobierno norcoreano indicó que las conversaciones podrían incluir también “cuestiones humanitarias”, como “el reencuentro de las familias separadas”.
Una respuesta positiva de Corea del Sur restablecería los canales de comunicación transfronterizos que Pyongyang bloqueó durante las tensiones pasadas, según el comunicado.
Sin embargo, no se menciona nada de los programas nucleares y de los polémicos misiles norcoreanos que provocaron tensiones.
El régimen de Kim Jong Un eligió una fecha simbólica para hacer su oferta de diálogo. El 6 de junio es el Día de los Caídos en Corea del Sur, cuando los ciudadanos conmemoran a los muertos en su lucha para proteger al país durante la guerra de Corea en la década de 1950.
K.J. Kwon reportó desde Seúl y Jethro Mullen reportó y escribió desde Hong Kong.