Por Larry Frum
(CNN) — Sony y Microsoft se preparan para impresionar al mundo de los videojuegos con sus consolas de nueva generación esta semana en la Electronic Entertainment Expo (E3), la mayor exposición de gamers del mundo, que inicia este martes en Los Ángeles.
Pero algunas características de las nuevas Xbox One y PlayStation 4, ya sean confirmadas o meros rumores, modificarán la relación de los gigantes de los videojuegos y con sus fanáticos.
El centro del problema para ambos fabricantes es si los gamers podrán usar los juegos que compran en más de una consola. Esta posibilidad impacta todo, desde la reventa de los juegos hasta el llevarlos a casa de un amigo para jugar, pero eso podría entrar en conflicto con el deseo de los creadores para asegurarse de que todos los que jueguen sus juegos los hayan pagado.
La política de juegos usados de Microsoft para su nueva consola Xbox One ha sido una fuente de confusión y discordia. La empresa emitió declaraciones contradictorias sobre si instalar un juego en una segunda consola requeriría una cuota, o si hacerlo bloquearía el juego en la consola original.
La explicación de la empresa todavía deja algunas preguntas.
“Sabemos que hay algo de confusión acerca de los juegos usados en Xbox One, pero hemos confirmado que la diseñamos para permitir que nuestros clientes los intercambien y revendan en tiendas minoristas”, dijo la empresa en un comunicado enviado a CNN, sin proveer más detalles.
Una publicación en un blog enfatiza que Microsoft no cobra cuotas por transferir o vender los juegos a cambio de efectivo o de un crédito. Sin embargo, la redacción de la publicación insinúa que las restricciones podrían provenir de los desarrolladores de videojuegos.
“Hoy, algunos jugadores eligen vender sus viejos juegos en disco a cambio de efectivo y crédito. Diseñamos la Xbox One para que los editores de juegos puedan permitirte intercambiar tus juegos con los minoristas participantes”, se lee en la publicación. “Microsoft no cobra cuota alguna a los minoristas, editores o consumidores que permitan la transferencia de esos juegos”.
La compañía usa la misma frase, “que los editores de juegos puedan permitir”, en referencia al intercambio o regalo de juegos. Microsoft tiene dos requisitos para esto: el receptor debe estar en tu lista de amigos al menos durante 30 días y cada juego solo puede regalarse una vez.
La frase “después tendremos más detalles que compartir” se ha vuelto un mantra de los representantes de ambas consolas, con el cual los gamers han tenido que lidiar hasta casi la víspera de la E3.
En la conferencia donde Sony anunció la PlayStation 4, dieron a conocer muchas características nuevas para los juegos y el entretenimiento en casa. Pero los fanáticos quieren que la empresa detalle sus planes respecto a la gestión de derechos digitales, así como sus políticas sobre los juegos usados.
La preocupación por las políticas de reuso de videojuegos generó un movimiento preventivo de gamers en foros y Twitter, donde utilizan los hashtags #PS4NoDRM y #PS4UsedGames para llegar a los ejecutivos de Sony.
DRM son las siglas de digital rights management, o gestión de derechos digitales. En términos de consolas, se trata de un código que permite a los usuarios acceder al contenido de un juego. Está diseñado para asegurar a los desarrolladores y fabricantes que solo la persona que pagó por el juego puede jugarlo.
Sony respondió que escuchan las preocupaciones y están abrumados por la pasión.
Previamente, la firma indicó que no quería dañar su relación con sus fanáticos. ¿Pero eso significa una PS4 libre de DRM? Solo el tiempo lo dirá.
La realidad es que Sony y Microsoft no serían los más beneficiados por el DRM o las restricciones de juegos usados. Los desarrolladores de juegos quieren asegurarse de que les paguen por su trabajo, y eso incluye el mercado de segunda mano.
Debido a la reciente oleada de dificultades financieras y cierres de estudios, no es difícil comprender por qué estos creadores quieren que los gamers paguen por lo que juegan.
Un área de oportunidad para Wii U
Como mostró el débil arranque de la consola de Nintendo, los gamers basan su decisión sobre qué consola comprar en los juegos disponibles para los aparatos. Algunos criticaron a Nintendo por lanzar el WiiU con una oferta pobre de títulos, por lo que la firma intenta recuperar terreno con una serie de videojuegos nuevos y otros que ya son populares.
Al final, es poco probable que los grandes fabricantes concuerden en un conjunto de reglas para las nuevas consolas y otro para el resto. Y eso deja preocupados a los gamers con un dilema: ¿qué nuevo dispositivo comprar, si en ambos se ejecutan prohibiciones para juegos usados?
Algunos dicen que eso podría abrir la puerta para Nintendo, que no tiene una gestión de derechos digitales en sus juegos.
El editor de la revista especializada en videojuegos Penny Arcade Report, Ben Kuchera, sugirió recientemente a los gamers comprar una Wii U como un mensaje para Sony y Microsoft sobre cuán importante es esa cuestión para ellos.
“Recompensar ese comportamiento con un impulso en las ventas sería ridículamente efectivo, y envía un mensaje más grande de lo que se podría lograr en Twitter”, escribió.
Pero no es probable que eso pase. “Eso requiere de un cambio de comportamiento (…) Para bien o para mal, no veremos la verdadera voluntad de los jugadores sino hasta que comiencen las preventas”.
Todos los huecos de información probablemente serán aclarados (eso esperamos) este 11 de junio en la E3.
Entonces veremos si los juegos usados son verdaderamente importantes, o irrelevantes en última instancia, para los gamers a quienes se les pide abrir la billetera.