John Kerry (izquierda), secretario de Estado de EE. UU., es el enlace entre el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el líder palestino Mahmoud Abbas (derecha) para reanudar los diálogos.

Por Ben Brumfield, Kareem Khadder y Michael Schwartz, CNN

(CNN) — ¿Podría Israel estar considerando una concesión que cambiaría el curso de 46 años de historia con los palestinos? Tel Aviv lo ha negado.

Pero un reporte de noticias, una muestra de buena voluntad y rumores diplomáticos de que Estados Unidos y sus socios árabes animan un cambio de postura podrían guiar a los israelíes y palestinos a entablar un nuevo diálogo de paz.

La semana pasada, la agencia Reuters citó a un funcionario israelí que supuestamente dijo que Israel había acordado un plan de pláticas de paz basadas en las fronteras previas a 1967 y en cesiones de tierra.

Es algo que Naciones Unidas demandó en una resolución en 1967 y desde entonces ha sido el estándar en la búsqueda de paz en Medio Oriente. Requiere que Israel se retire casi completamente de los territorios ocupados y los palestinos reconozcan la existencia de un Estado israelí.

Israel niega un reporte

El aparato de relaciones públicas del gobierno israelí inmediatamente negó el reporte. El vocero del primer ministro Benjamin Netanyahu, Mark Regev, dijo a CNN este sábado que no podría imaginar quién en el gobierno habría dicho semejante cosa.

Pero el mismo día, Israel anunció que liberaría unilateralmente a varios prisioneros en un gesto de buena voluntad, dados los prospectos de nuevas pláticas.

“Mientras las negociaciones continúan, Israel accede a negociar, como gesto de buena voluntad, un número limitado de prisioneros durante el periodo de negociaciones”, dijo el ministro de Asuntos Estratégicos de Israel, Yuval Steinitz. Aún no está claro cuántos prisioneros serán liberados y quiénes serán.

Cualquiera que sea el ingrediente mágico que podría estar llevando a israelíes y palestinos a la mesa de negociación, ambas partes insisten en ocultarlo.

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, quiere que la gente deje de adivinar qué es. “Cualquier especulación o reporte que se pueda leer en los medios… son conjeturas… porque la gente que conoce los hechos no está hablando de eso”, dijo.

Kerry dijo que diría algo cuando sea el momento adecuado y lado a lado con los líderes, probablemente Netanyahu y el jefe de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas.

El funcionario de Estados Unidos destacó el “valiente liderazgo” al afirmar que hicieron decisiones difíciles. Esto “establece las bases para reanudar las negociaciones directas con un estatus final entre los palestinos e Israel, dijo Kerry este viernes en Jordania.

Y esto podría ocurrir rápido. Ambas partes se reunirán con Kerry en Washington “para pláticas iniciales dentro de la próxima semana” más o menos, si las cosas continúan funcionando, dijo Kerry.

Palestinos, sorprendidos

Los hechos han ocurrido tan rápido que podrían haber tomado a los líderes palestinos que rodean a Mahmoud Abbas con la guardia baja, dijo un alto funcionario palestino que no quiso ser nombrado debido a lo sensible de la situación.

Los funcionarios están pidiendo garantías y tienen muchas preguntas. Para algunos, la esperanza está mezclada con el pesimismo forjado durante décadas de negociaciones inútiles y de relaciones sangrientas entre palestinos e israelíes.

Las pláticas “están destinadas a fallar más temprano que tarde” si no hay ningún compromiso en términos claros, como un congelamiento de los asentamientos israelíes en territorios ocupados, dijo Mustafa Barghouti, legislador palestino y jefe de un partido político.

Reacción israelí

Este domingo, Netanyahu habló sobre las pláticas de paz. “No serán negociaciones fáciles”, dijo en una reunión con su gabinete. “Entraremos a ellas con integridad, sinceridad y la esperanza de que este proceso sea conducido responsablemente”.

El ministro de defensa Israelí dijo este sábado que su gobierno no quiere desperdiciar tiempo en las pláticas. “Estamos llegando a las negociaciones con manos limpias y gran deseo de conseguir un arreglo que ponga fin al conflicto”, dijo Moshe Yaalon.

Acuerdo de 1967

Para entender la emoción por las supuestas concesiones —si es que en realidad son una posibilidad— es necesario remontarse al amanecer tras la Guerra de los Seis Días.

En junio de 1967, Egipto, Siria y Jordania enviaron sus tropas a las fronteras israelíes en preparación para un ataque conjunto. Israel lanzó un ataque preventivo el 5 de junio, dirigido a los campos aéreos árabes, destruyendo la fuerza aérea egipcia en tierra.

Egipto había impuesto un bloqueo naval contra Israel el día anterior, según la Oficina de Historia de Estados Unidos. Las escaramuzas militares y los gestos bélicos entre Israel y muchos de sus vecinos árabes habían ido en aumento. Siria amenazó con empujar a Israel al mar. Egipto se alió con los sirios. Israel capturó tierras de Egipto y Siria y las ocupó.

Naciones Unidas pidió en la Resolución 242 de su Consejo de Seguridad que las tropas israelíes se retiraran y entregaran los territorios. La resolución requirió a todos los estados involucrados reconocer su mutua existencia.

Al principio, Israel entregó las tierras. Luego los estados árabes se negaron a reconocer a Israel como un estado.

Con el tiempo, las cosas cambiaron. El Cairo y Tel Aviv hicieron en un acuerdo mediado por el presidente de Estados Unidos, James Carter, en Campo David. Israel devolvió a Egipto el territorio más grande asegurado, la Península del Sinaí.

Jordania e Israel enmendaron sus relaciones. Israel se retiró de Gaza, levantando sus asentamientos a su salida.

Sin embargo, Israel mantiene presencia en la Ribera Occidental del río Jordán y los palestinos han rechazado reconocer a Israel como un Estado. Después de décadas de esperas, muchos esperan que las nuevas negociaciones puedan traer una resolución.