Marte Deborah Dalelv, de 24 años, denunció una violación y fue condenada por falso testimonio, relaciones sexuales extramaritales y consumo ilegal de alcohol.

Por Nicola Goulding y Phil O’Sullivan, CNN

Dubái, Emiratos Árabes Unidos (CNN) – La diseñadora de interiores noruega Marte Deborah Dalelv habló con CNN tras ser sentenciada a 16 meses de prisión en Dubái después de que denunciara ante la policía que había sido violada por un colega.

La mujer de 24 años fue condenada y sentenciada por cargos de relaciones sexuales extramaritales, falso testimonio y consumo ilegal de alcohol.

Su historia domina los titulares de prensa en Noruega, y ha generado serios cuestionamientos sobre la forma en que las mujeres que alegan ataques sexuales son tratadas en Emiratos Árabes Unidos.

Dalelv, quien trabajaba para una firma de diseño de interiores en Qatar desde septiembre de 2011, le detalló a CNN el sábado cómo un viaje de trabajo a Dubái en marzo con tres colegas terminó en una pesadilla.

Ella dijo que había salido a un bar con sus colegas y amigos, y le pidió a uno de ellos que la acompañara a su habitación cuando regresaron al hotel a las 3 a.m. Ella le pidió que la acompañara porque el hotel era grande y confuso, y no quería estar rondado sola, teniendo en cuenta que había estado bebiendo, dijo.

Cuando llegaron a la habitación, Dalelv se dio cuenta que no era la de ella, pero el hombre la empujó adentro a pesar de sus objeciones, dijo.

“Él me arrastró, tirando mi cartera, y pensé ‘OK, sólo debo calmar la situación. Terminaré mi botella de agua, me sentaré y luego me excusaré para salir y diré que me siento bien’”, dijo.

Eso fue básicamente lo último que recuerda entes del supuesto ataque sexual. “Me desperté sin ropa, durmiendo boca abajo, y él me estaba violando. Intenté quitarme e intenté quitarlo, per seguía empujándome hacia abajo”.

Después de que alguien golpeara —la llamada para despertar, del hotel— ella pudo vestirse e ir por las escaleras hacia la recepción del hotel, dijo Dalelv. “Llamé a la policía. Eso es lo que uno hace. Estamos entrenadas para hacer eso desde que somos jóvenes”, dijo.

Alrededor de 10 o 12 policías hombres llegaron, pero no apareció ninguna policía mujer, dijo. Los oficiales tomaron las declaraciones tanto de Dalelv como del supuesto violador.

Luego fue llevada a la estación de policía Bur Dubái, dijo.

Después de empezar a dar su versión de los hechos a la policía, dijo Dalelv, “Me preguntaron: ‘¿Estás segura que llamaste a la policía sólo porque no te gustó?’. Yo dije: ‘Desde luego que no me gustó’. Ahí es cuando supe que no me iban a creer en absoluto”.

Dalelv dice que fue llevada a un examen médico íntimo y le hicieron la prueba de consumo de alcohol. Sus pertenencias fueron llevadas a la estación y allí estuvo encarcelada por cuatro días, dijo, sin explicación.

La policía de Dubái y funcionarios gubernamentales de Emiratos Árabes Unidos no han respondido las repetidas solicitudes de CNN para una declaración.

Dalelv dijo que pudo llamar a sus padres al tercer día para decirles que había sido violada y les pidió que contactaran a la embajada noruega. Un día después, un representante del consulado noruego fue a la estación policial y fue puesta en libertad, pero no le devolvieron su pasaporte.

Le entregaron un pedazo de papel con un texto en árabe, dijo. Un árabe le dijo que eran dos cargos contra ella: uno por sexo por fuera del matrimonio y otro por consumo de alcohol en público. Ambos son violaciones a la ley en Emiratos Árabes Unidos.

Fue la primera vez que supo que enfrentaba cargos, dijo Dalelv.

Pudo salir bajo fianza y desde entonces ha estado en el Centro Noruego Seaman en Dubái.

Subsecuentemente, dijo que su gerente le recomendó que le dijera a la policía que se trató de una relación sexual voluntaria y que así probablemente el asunto sería olvidado. Ella siguió la recomendación y en una de muchas audiencias en la oficina del fiscal público dio la declaración de que el hecho fue voluntario.

Dalelv fue luego acusada por dar falso testimonio.

“Ese fue mi mayor arrepentimiento porque no fue voluntario. Sólo pensé que todo sería superado”, le dijo a CNN.

Pero un representante de Al Mana Interiors, la empresa para la cual trabajaba Dalelv, le dijo a CNN que el gerente no fue quien le aconsejó decir que el sexo fue consensuado sino que fue un policía quien se lo dijo en árabe y fue traducido al inglés por su gerente.

Dalelv dijo que un mes después de la violación, mientras era forzada a permanecer en Dubái en tanto el caso seguía en el sistema legal, fue despedida.

El representante, que se negó a ser identificado públicamente, dijo que tanto Dalelv como el hombre sudanés a quien acusó —un hombre casado, con tres hijos— fueron sido despedidos por Al Mana Interiors por “tomar alcohol en una reunión del personal que resultó en problemas con la policía”.

Un comunicado difundido el sábado por el vocero de Al Mana Interiors Hani El Korek dijo que la compañía se simpatizaba con Dalelv “durante esta difícil situación”. También dijo que representantes de la compañía estuvieron de su lado durante la investigación inicial, pasando varios “días tanto en la estación policial como en la oficina del fiscal para ayudar con su liberación”.

“Sólo cuando la señorita Dalelv se negó a tener discusiones positivas y constructivas sobre su estado de empleo, y cuando cortó comunicación con su empleador, fue que la compañía fue obligada a terminar la relación con ella”, dijo el comunicado.

“La decisión no tuvo nada que ver con la acusación de violación y desafortunadamente ni la señorita Dalelv ni sus abogados han escogido contactar a la compañía para discutir su estado de empleo”.

La compañía es propiedad del multimillonario catarí Wissam Al Mana, quien apareció en la prensa a principios de este año después de que fuera revelado que se casó en secreto con Janet Jackson en 2012.

Dalelv fue condenada el martes por los tres cargos y sentenciada a un año de prisión por tener sexo extramarital, tres meses de prisión por dar falso testimonio y un mes por consumo ilegal de alcohol.

CNN no pudo confirmar qué ocurrió con el supuesto violador, quien fue acusado de intoxicación pública y de tener relaciones sexuales por fuera del matrimonio.

Dalelv debe comparecer ante la corte el 5 de septiembre para empezar los procedimientos de apelación. Dalelv, quien no puede salir de Emiratos Árabes Unidos hasta que proceda la apelación, dijo que sus abogados le dijeron que debe estar preparada para volver a la cárcel mientras se tramita una solicitud de libertad bajo fianza entretanto.

Como regla, CNN no publica la identidad de las víctimas de ataques sexuales, pero Dalelv hizo pública su historia.

Una página en Facebook ha sido publicada pidiendo la liberación de Dalelv, así como una  petición pidiéndole al gobierno noruego que actúe en su favor.

Su condena puede tener repercusiones diplomáticas.

El ministro de Relaciones Exteriores de Noruega Espen Barth Eide le pidió a su homónimo de los emiratos, el jeque Bin Zayed al-Nahyan, que objetara la sentencia contra Dalelv, dijo un comunicado del ministerio noruego.

“Yo enfaticé que creemos que la condena es contraria a los derechos humanos, incluyendo las convenciones que Emiratos Árabes Unidos ha ratificado oficialmente”, dijo Eide según el comunicado.

“Noruega continuará haciendo lo que pueda para apoyarla en la que es una situación muy difícil. Nuestra cooperación con Emiratos Árabes Unidos es fuerte y buena, pero yo le  comuniqué a mi colega que estamos preocupados de que este difícil caso pueda perturbar nuestras buenas relaciones si no llegamos a una buena solución en el futuro cercano”.

Dalelv le dijo a CNN que recibió una llamada de Eide el viernes reiterando el apoyo de Noruega.

Aunque Dubái tiene una reputación de ser una ciudad cosmopolita con amplias influencias occidentales, en donde los visitantes pueden beber en bares y restaurantes y las parejas no casadas pueden compartir habitaciones de hotel, el país se adhiere a las leyes y tradiciones islámicas.

Emiratos Árabes Unidos ha sido muy criticado por grupos de derechos humanos, que dicen que el país condona la violencia sexual contra las mujeres. Human Rights Watch ha dicho que el historial es “vergonzoso”, diciendo que debe cambiar la forma en que maneja esos casos.

En diciembre de 2012, una mujer británica reportó que fue violada por tres hombres en Dubái. Fue hallada culpable de tomar alcohol sin licencia y fue multada.

En enero de 2010, una mujer británica les dijo a las autoridades que fue violada por un empleado en un hotel de Dubái. Fue acusada de intoxicación pública y de tener relaciones sexuales por fuera del matrimonio.

Una mujer australiana reportó en 2008 que fue drogada y violada por una pandilla. Fue condenada por tener relaciones sexuales por fuera del matrimonio y por tomar alcohol, y fue sentenciada a 11 meses de prisión.

Chelsea J. Carter, Laura Smith-Spark, Bharati Naik, Phil O’Sullivan y Caroline Faraj contribuyeron a este informe.