Por Matt Sloane
(CNN) — Seguir una dieta mediterránea no solo es bueno para tu corazón, sino también para tu cerebro, según un nuevo estudio.
Un grupo de investigadores en España siguió a más de 1.000 personas durante seis años y medio y descubrió que los participantes que seguían una dieta mediterránea complementada con nueces o aceite de oliva tenían mejor desempeño en las pruebas cognitivas, realizadas al final del periodo que abarcó el estudio, que el grupo de control que siguió una dieta más baja en grasas. El estudio se publicó este lunes en la revista Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry.
“Descubrimos que la dieta mediterránea con aceite de oliva podía reducir la inflamación leve asociada con el riesgo de enfermedad vascular y deterioro cognitivo”, dijo Miguel Martínez González, director de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra en España, uno de los autores del estudio.
La dieta mediterránea carece de alimentos procesados y grasas perjudiciales y es rica en granos integrales, nueces, frutas y vegetales, legumbres, pescado y hasta vino tinto: alimentos ricos en compuestos antioxidantes y antiinflamatorios. Se sabe que esta clase de alimentos ayudan a reducir el daño vascular (circulatorio), la inflamación y el daño por oxidación (radicales libres) en el cerebro.
Sin embargo, el estudio tiene limitaciones.
Dean Ornish, un conocido médico promotor de una dieta muy baja en grasas y ampliamente basada en plantas, dice que aunque la dieta mediterránea es buena, no es justo compararla con una dieta “baja en grasas” en este estudio en particular.
“Es erróneo decir que (la dieta mediterránea que se siguió en este estudio) es mejor que una dieta baja en grasas, cuando en realidad no estaban siguiendo una dieta baja en grasas (…) Si dijeran que la dieta mediterránea mejora la cognición comparada con la dieta estándar estadounidense o española, estaría de acuerdo, pero está claro que una dieta con un 37% de grasas no es una dieta baja en grasas”.
Ornish, quien recomienda una dieta que contenga solo un 10% de grasas, dice que en sus estudios ha visto efectos similares: cognición mejorada, mejor salud cardiaca y la reducción de la depresión.
“No debe confundirse ‘bueno’ con ‘óptimo’” al referirse a la dieta mediterránea, dice.
Melina Jampolis, médico especialista en nutrición, dice que los hallazgos del estudio son alentadores.
“La dieta mediterránea es alta en antioxidantes, es antiinflamatoria y tiene muchos elementos protectores para el sistema vascular, así que no creo que sea tan descabellado”, dijo Jampolis. “En una población con alto riesgo vascular, esto podría ser beneficioso y vale la pena evaluarlo más a fondo”.
Sin embargo, advierte que la dieta mediterránea debe compararse con la dieta estadounidense típica para obtener un panorama real acerca de cuánto ayuda a la cognición.
Aunque Martínez González coincide en que el estudio no es perfecto, dice que hay pruebas claras de que la dieta mediterránea es beneficiosa.
“La diferencia entre los grupos fue reducida desde el punto de vista clínico, pero estadísticamente es considerable”, dijo. “La armonía, la combinación de todos los micronutrientes en la cocina mediterránea tradicional es muy importante para el funcionamiento del sistema nervioso central”.
Además, agregó que no solo es una dieta saludable, sino que también es sostenible.
“La gente mediterránea goza de esta clase de dieta todos los días”, dijo. “Es agradable, saludable, sostenible y no es muy cara”.