(CNN) – Momentos antes de que la casa en la que estuvo cautiva durante una década fuera demolida, Michelle Knight celebró repartiendo y soltando globos amarillos.
Knight estuvo con los medios en la mañana del miércoles durante el derribo de la “casa del horror” de Ariel Castro en Cleveland, donde el hombre la mantuvo por años secuestrada junto a otras dos mujeres.
“Quiero que todas las personas, incluyendo las madres de secuestradas, sepan que pueden tener fuerzas, que pueden tener esperanzas. Y que sus hijos volverán a casa”, les dijo a los periodistas.
Castro renunció a su hogar en la avenida Seymour como parte de un acuerdo con los fiscales para evitar la pena de muerte. Finalmente recibió una condena a cada perpetua, más mil años en prisión.
La demolición comenzó a las 7.30 de la mañana y contó con la participación de la tía de otra de las cautivas, Georgina DeJesus. Antes de que comenzara el acto, Knight entregó globos amarillos de helio a quienes se acercaron a acompañarla. Luego, parada a pocos pasos de la casa donde durante 11 años vivió una pesadilla, lideró el lanzamiento de los globos, que dijo representaban a todos aquellos niños secuestrados que nunca fueron encontrados.
“Vengo a decirles que todos son escuchados, que todos son amados y que hay esperanzas para todos”, declaró.
Los amigos y familiares de Castro se llevaron objetos personales de la casa el pasado lunes, entre ellos instrumentos musicales y fotografías. La policía dijo que la mayoría de los elementos eran personales y que habían quedado allí tras la investigación.
Castro se declaró culpable de 937 ofensas, incluidos asesinato y secuestro. Los cargos se originaron por el secuestro, violación y agresión contra tres mujeres: Knight, secuestrada en 2002; DeJesus, secuestrada en 2004; y Amanda Berry, secuestrada en 2003.
Según confirmaron los análisis de ADN, Castro es el padre de la hija de Berry, hoy de seis años.
Berry también visitó la casa y aprovechó para llevarse dibujos hechos por su hija. Con la ayuda de un vecino, ambas lograron escapar de la casa el 6 de mayo. Su emotiva llamada al 911 ya es famosa: “Ayúdeme, soy Amanda Berry. Fui secuestrado y estoy desaparecida hace diez años. Y estoy aquí. Soy libre”.