Por Faith Karimi, CNN
(CNN) – Una candidata en las elecciones parlamentarias de Australia se refirió al islam como un país. Como resultado, ahora se refieren a ella como la excandidata.
Stephanie Banister, una soldadora de 27 años que se postuló para un puesto parlamentario en Rankin, Queensland, cometió una serie de errores durante una entrevista con la cadena 7 News, afiliada de CNN.
“No me opongo al islam como un país, pero siento que sus leyes no deberían ser bienvenidas aquí en Australia”, dijo Banister.
Luego agregó: “Menos del 2 % de los australianos sigue el haram”. No está claro si se refería al libro sagrado musulmán, el Corán. El haram es un término árabe que significa prohibido bajo la ley islámica.
Y como si eso no fuera suficiente, tiene una gran confusión de religiones.
“Los judíos no están bajo el haram, tienen su propia religión que sigue a Jesucristo”, dijo.
El judaísmo está basado en el Viejo Testamento, que precede el nacimiento de Jesús.
Sus torpezas, no obstante, no están limitadas a la religión.
Dijo que el esquema de seguro para la discapacidad en Australia está “funcionando en este momento”. Pero el programa estará activo desde 2016, según 7 News.
Banister era candidata del partido antiinmigración One Nation para las elecciones del próximo mes. La entrevista la hizo famosa en todo el mundo, muchos la describieron como la “Sarah Palin australiana”.
Palin, que fue la fórmula vicepresidencial del republicano John McCain en la elección de 2008 y es exgobernadora de Alaska, es conocida por sus equivocaciones. Durante la campaña, mencionó la proximidad de Alaska con Rusia para reforzar sus credenciales en política exterior.
No está claro cuándo fue emitida la entrevista con Banister, pero se volvió viral poco después. La mujer acusó a la cadena de editar muchas frases en donde corregía sus errores y en las que dijo “los países islámicos”.
“En la forma en que el Canal Siete editó mi entrevista, quedó como una tonta”, dijo Banister.
El sábado, la madre de dos se retiró de la contienda electoral, aduciendo amenazas a su familia.
Su campaña duró un total de 48 horas.