Israel Keyes fue detenido en octubre de 2012 y se suicidó en su celda en diciembre del mismo año.

Por Matt Smith y Mayra Cuevas

(CNN) — Agentes federales de Estados Unidos señalan que el asesino confeso Israel Keyes cometió al menos 11 asesinatos y posiblemente más en otros países.

Keyes se suicidó en diciembre pasado, nueve meses después de su arresto por el asesinato de un barista en Anchorage, Alaska. La policía dijo que él admitió al menos otros siete asesinatos, de los estados de Vermont a Washington, antes de su muerte.

La oficina del FBI en Anchorage dijo este lunes que los agentes han añadido tres crímenes más a la lista, a partir de sus declaraciones:

- Una mujer de tez pálida en un coche viejo, quien “posiblemente tenía una abuela rica”

- Uno en que la víctima fue colocada para aparentar que su muerte fue un accidente

- Uno “en Texas o en un estado circundante”, que él negó haber cometido antes de su muerte

Viajes al extranjero

Las autoridades han pedido a la ciudadanía compartir toda la información que había sobre los viajes de Keyes a Canadá, México y Belice, entre 2001 y 2008.

“Keyes realizó viajes internacionales y desconocemos si ha cometido algún homicidio, mientras estuvo fuera de EE.UU.”, según el comunicado del FBI.

Keyes vivía en el estado de Nueva York y “reportaron varios viajes a Montreal en el que solicitó prostitutas”, y continuó por el oeste de Canadá en su camino hacia Alaska, donde vivió antes de su detención.

“Un adicto al asesinato”

Un oficial de policía de Anchorage describió a Keyes como una especie de adicto al asesinato que cazaba víctimas en lugares remotos; como parques, campamentos o senderos.

Israel Keyes era un veterano del Ejército de EU y un contratista. Estudió a otros asesinos en serie, pero “era muy prudente al decir que ellos no lo habían modelado en sus acciones”, dijo la detective Monique Doll en diciembre.

Sin remordimientos

Keyes se suicidó cortándose una de sus muñecas y estrangulándose con las sábanas de su cama, informó la policía. Dejó una extensa nota de cuatro páginas en la que expresó que no tenía ningún remordimiento, ni ofrecería pistas sobre otros asesinatos.

Los investigadores dijeron que tenía “un enfoque meticuloso y organizado para sus crímenes”: esconder armas, dinero en efectivo y elementos utilizados para deshacerse de los cadáveres en varios lugares.

Las autoridades han desenterrado dos de esas provisiones, una en Eagle River, Alaska, en las afueras de Anchorage, y otro cerca de un embalse en las montañas de Adirondack de Nueva York.

Keyes también dijo que robaba bancos para financiar sus viajes, y los investigadores han corroborado su participación en dos atracos, dijo el FBI.