Por Emily Oster, especial para CNN
Nota del editor: Emily Oster es autora del libro EXPECTING BETTER: Why the Conventional Pregnancy Wisdom is Wrong - and What You Really Need to Know. Oster es profesora asistente de Economía en la Universidad de Chicago y tiene un doctorado en Economía por la Universidad de Harvard.
(CNN) — Cuando quedé embarazada hace tres años, fui atiborrada de consejos frecuentemente alarmistas sobre el embarazo.
Definitivamente me dio la impresión de que había mucho de qué preocuparse, pero nadie parecía estar de acuerdo en exactamente por qué debería alarmarme.
Los libros no siempre coincidían con lo que decía mi médico, mi médico no siempre estaba de acuerdo con las recomendaciones oficiales e internet nunca tenía algo en común con nadie. Pronto me di cuenta de que las recomendaciones médicas provienen de estudios y que podía usar mi capacitación —en economía y estadística— para evaluar esos estudios y llegar al fondo de las reglas sobre el embarazo.
A veces, lo que descubrí fue exactamente lo que esperaba y otras, fue un poco distinto. A continuación les muestro algunos resultados:
Mito 1: la cafeína está prohibida
FALSO
Aquí fue donde descubrí realmente que las recomendaciones diferían. Muchos libros (y mi ginecobstetra) decían que estaba bien consumir una cantidad moderada, mientras que otros aseguraban que no debías consumir nada.
Nos dicen que el gran riesgo con la cafeína, especialmente en las etapas tempranas del embarazo, es el aborto. Sin embargo, cuando llegué a los estudios reales, descubrí que no hay pruebas de que el consumo de menos de 200 miligramos de cafeína (unas dos tazas de café) al día incremente el riesgo de perder al bebé. También comprobé que la mayoría de las pruebas respaldaban el consumo de hasta tres o cuatro tazas al día.
Parecía que con el consumo de entre seis y ocho tazas al día aumentaban el índice de abortos, pero decidí que podría vivir con mi hábito de beber tres tazas al día.
Mito 2: Las pruebas prenatales son diferentes si tienes más o menos de 35 años
FALSO
Someterse a pruebas prenatales es una decisión complicada para cualquier mujer, ya que nos obliga a enfrentar nuestros temores de tener un niño con discapacidad y por qué aumenta el riesgo de abortar.
Una de las recomendaciones comunes es que las mujeres mayores de 35 años deberían someterse a pruebas más exhaustivas, generalmente a una amniocentesis o muestras de villus coriónico (CVS por sus siglas en inglés) para detectar anormalidades genéticas (ambas pruebas conllevan cierto riesgo de aborto). Usualmente se recomienda a las mujeres menores de 35 años que se sometan a procedimientos de detección sin peligro, pero arrojan menos información.
El rango de tiempo está basado en que el riesgo de problemas cromosómicos aumenta con la edad de la madre. A los 35 años, las probabilidades de tener un problema cromosómico son casi idénticas a los riesgos de abortar a causa de la amniocentesis.
De hecho, esta decisión debe tomar en cuenta las preferencias y los valores de la mujer embarazada y de su esposo, no en un rango de edad. Al tomar esta decisión, las mujeres tienen que evaluar los riesgos de abortar frente al riesgo de tener un hijo con desarrollo retardado. El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos está de acuerdo.
Mito 3: Tener sexo puede inducir el parto
FALSO
Aunque hay razones químicas para pensar que esto podría funcionar, los datos aleatorios de los ensayos no lo respaldan. Cuando los médicos animaron a las parejas aleatoriamente a tener sexo en etapas avanzadas del embarazo, las mujeres no entraban en labor de parto más pronto que quienes no lo hicieron.
Por otro lado, ha sido demostrado que la estimulación de los pezones induce al parto, pero se requiere aplicarla durante varias horas al día.
Mito 4: La aplicación de una epidural prolonga el parto
CIERTO (un poco)
Las conversaciones con mujeres acerca del parto pueden ser polarizadoras. He escuchado afirmar que la aplicación de una epidural prolonga en horas el tiempo del parto y también han dicho que no provoca tal efecto.
La verdad es algo intermedio: la aplicación de una epidural prolonga la etapa de esfuerzo del parto unos 15 minutos en promedio, según un estudio de 2011. Desde luego, tal vez no te importe tanto con tal de aliviar el dolor.
Mito 5: Están prohibidos los quesos suaves no pasteurizados
CIERTO
El principal riesgo relacionado con la comida durante el embarazo es la listeria, una bacteria peligrosa a la que las mujeres embarazadas son especialmente susceptibles, y que puede provocar un aborto o muerte fetal.
El temor de infectarse con listeria es una de las razones por las que los quesos suaves no pasteurizados están prohibidos para las mujeres embarazadas. Cuando investigué, descubrí que esta es probablemente una restricción sensata.
Cerca del 20% de los casos de listeriosis en Estados Unidos a lo largo de los últimos 15 años fueron causados por el consumo de quesos suaves de leche cruda (usualmente queso fresco mexicano).
Vale la pena señalar que esto es todo acerca del queso sin pasteurizar.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Emily Oster.