Estos actos de venganza suelen caer en un área gris dentro de la ley.

Por Heather Kelly, CNN

(CNN) – Al finalizar una relación, muchos amantes despechados optan por subir a Internet fotos sexualmente explícitas de sus exparejas.

La llamada “pornografía por venganza” se ha vuelto una tendencia en años recientes e incluso ha dado lugar a sitios web que ganan dinero con estas imágenes. Sin embargo, varios estados podrían declarar la ilegalidad de esta práctica.

Esta semana, la legislatura de California debate un nuevo proyecto de ley que convertiría en delito la distribución de fotografías o videos sexualmente explícitos para causar humillación o angustia a otra persona. El proyecto ya fue aprobado por el Senado estatal.

Un proyecto similar fue tratado este año en Florida, pero no logró obtener los votos necesarios para convertirse en ley. Nueva Jersey es el único estado que tiene en su legislación una norma en este sentido.

Holly Jacobs, defensora de esta iniciativa, comenzó a presionar por leyes más severas luego de que fotos y videos de ella desnuda que le había compartido a su exnovio fueran subidos a Internet. Las imágenes se viralizaron y aparecieron en cientos de sitios web, a veces incluso acompañadas por detalles personales como su nombre, su correo electrónico y su lugar de trabajo.

Jacobs sospecha que su ex es el responsable, aunque él niega estar involucrado, según le confirmó a CNN. Lleva años luchando por que las imágenes sean quitadas de Internet.

Un área gris

Estos actos de venganza suelen caer en un área gris dentro de la ley.

En California, pocas variaciones de la venganza están contempladas por la legislación estatal. Si un sujeto es menor de 18 años, el acto está cubierto por las leyes en contra de la pornografía infantil. Ya es ilegal filmar un video o fotografiar a alguien en secreto sin su permiso en sitios donde se espera que exista cierta privacidad, como una habitación, o un vestidor, por ejemplo, pero no en un parque público o en la calle.

Estas leyes, sin embargo, no aplican en la mayoría de las situaciones de “pornografía por venganza”, donde la víctima dio su permiso para ser fotografiada o filmada. En tiempos más felices, por supuesto.

Existen estatutos acerca del acoso en Internet, pero estos requieren un patrón de comportamiento (ofensas múltiples) y amenazas que provocarían que la víctima tema por su seguridad. Subir a Internet una fotografía de una expareja desnuda para avergonzarla no aplicaría en este caso.

Como un último recurso, el hombre o la mujer en el video explícito puede demandar civilmente a su ex o al sitio que almacena las imágenes, pero estos casos suelen ser muy costosos y difíciles de ganar.

El proyecto de ley tratado en California apunta a cualquiera que fotografíe o grabe imágenes sexuales con consentimiento y luego las distribuya “con el objetivo de causar angustia emocional y la otra persona sufra angustia emocional”.

Bajo la nueva ley, esta acción se convertiría en un delito menor, con castigos de hasta seis meses en prisión o una multa de mil dólares por la primera falta. Una segunda ofensa resultaría en un año en prisión y una multa de dos mil dólares. El infractor no se convertiría en un agresor sexual registrado.

“Es un proyecto de ley redactado con mucha precisión y de alcance reducido”, dijo el profesor de derecho de la UCLA, Eugene Volokh.

Inconvenientes legales

De hecho, el proyecto es tan reducido que ni contempla una de las situaciones de pornografía por venganza más comunes: las imágenes originalmente compartidas a través de lo que se conoce como sexting, esto es, cuando una persona se toma una foto y se la envía a su pareja. En estos casos, si el receptor luego la sube a Internet, no estaría cometiendo una ofensa.

El proyecto, sin embargo, ya ha recibido críticas. La Unión Estadounidense por las Libertades, por ejemplo, ha manifestado su preocupación por el impacto que la ley podría tener sobre la libertad de expresión.

“Es posible que en situaciones extremadamente inusuales este tipo de expresión tenga mucho valor. Podría darse en contextos políticos o con un video que revele algo criminal”, dijo Volokh. Hay otras lagunas potenciales, como los casos en que las imágenes son distribuidas para chantajear a alguien.

“Requiere un intento de provocar angustia emocional”, señaló sobre el proyecto. “En algunos casos, el motivo de distribución puede ser dinero”, explicó.

Una vez que una imagen es subida a Internet, la difusión suele ser inmediata. El despechado puede ser acusado de un delito, pero lograr que la foto o el video desaparezcan de Internet será otra batalla. El objetivo es que la sanción de esta ley disuada a aquellos que buscan venganza por esta vía.