(HLN) — Enviar mensajes de texto, revisar las alertas de redes sociales y noticias, publicar tus experiencias en Instagram. ¿Tu smartphone está provocando que te pierdas de los momentos más importantes de la vida porque estás demasiado ocupado documentándolos?
Un nuevo cortometraje titulado I Forgot My Phone (olvidé mi teléfono) insinúa justo eso. La comediante y actriz, Charlene DeGuzman, dice que creó la cinta porque la entristece la obsesión que la sociedad tiene con el uso de teléfonos. “Constantemente trabajo en vivir el momento, en disfrutarlo y absorberlo todo (sin publicarlo en Instagram, ¡SANTO CIELO!)”, escribió en su blog en Tumblr.
I Forgot My Phone tiene más de 20 millones de vistas en YouTube. Las reacciones a la crítica contra el uso incesante de los teléfonos han sido variadas, pero la mayoría de las personas admite el enamoramiento que la sociedad tiene con los dispositivos digitales.
El video de dos minutos de duración inicia con una escena en la que se ve a una pareja en la cama. La mujer, interpretada por DeGuzman, observa silenciosamente a su novio, quien mira su smartphone en vez de disfrutar de su compañía.
El resto del video es un día en la vida de una mujer que no tienesmartphone.
En varias escenas se ve a DeGuzmán con sus amigos, quienes la ignoran porque están hablando por teléfono durante el almuerzo; en el boliche y en vez de brindar, su amiga se hace un autorretrato con su copa de champán en el parque.
En un concierto, la gente está grabando en vez de escuchar.
En una escena DeGuzman pasea junto a una pareja en la playa. El hombre graba su propuesta de matrimonio, en vez de disfrutar de lo que se supone es un momento que cambia la vida.
El video ofrece una perspectiva desenfadada de la obsesión con lossmartphones, en un momento en el que hay un debate sobre la adicción a internet y cómo se puede tratar.
El 72% de las personas se mantienen a 1.5 metros de sus dispositivos la mayor parte del tiempo, según un estudio reciente realizado en Estados Unidos.
El Centro Médico Regional de Bradford, en Estados Unidos, abrió a inicios de septiembre un nuevo espacio de tratamiento de internamiento voluntario para personas adictas al internet. Los expertos en adicciones del hospital tratan a los pacientes en el departamento de servicios de salud conductual del centro, donde también tratan las adicciones a sustancias.
El nuevo programa no está dirigido a la persona promedio que tal vez navega demasiado en los medios sociales en el trabajo. Para determinar si las personas son candidatas al tratamiento, los profesionales de la salud los cuestionan sobre si se deprimen cuando dejan de usar el internet, si el uso constante de dispositivos digitales está afectando sus relaciones fuera de la red e incluso su salud.
Kimberly Young, la psicóloga que fundó el Centro para la Adicción a Internet en 1995, dirige el nuevo programa de 10 días. El hospital de Pennsylvania tratará a cuatro pacientes a la vez y se les impedirá el acceso a internet durante las primeras 72 horas del tratamiento.
La adicción a internet no está reconocida oficialmente como un trastorno mental, así que deshacerse del hábito tendrá un costo de unos 14.000 dólares para los pacientes.