Por Lateef Mungin, CNN
(CNN) – Un terremoto de magnitud 7,1 sacudió la zona central de Filipinas este martes, dejando al menos 67 muertos y 164 heridos, muchos se quienes estaban celebrando una festividad religiosa.
El sismo, que se produjo en la madrugada, destrozó varios edificios y obligó a que cientos de personas salieran temerosas a las calles, según dijeron testigos.
La mayor cifra de víctimas —57 muertos y 104 heridos— se registró en la provincia de Bohol. Al menos nueva personas murieron en la provincia de Cebu y una en la de Siquijor, de acuerdo a un reporte del Consejo Nacional de Reducción del Riesgo y Manejo de Desastres.
La mayoría de los fallecidos murieron por la caída de escombros, reportó la Agencia de Noticias de Filipinas.
El terremoto tuvo su epicentro a 619 kilómetros al sureste de Manila, cerca Catigbian, y su profundidad fue de 20 kilómetros, de acuerdo con un reporte del Servicio Geológico de EU.
Zamora dijo que vio vidrio y concreto en las calles de Cebu City, ubicada a unos 60 kilómetros al norte del epicentro.
La mayoría de las personas que murieron sufrieron la caída de escombros, informó la Agencia de Noticias de Filipinas. Además, hay unos 33 desaparecidos y las autoridades buscan a más personas atrapadas.
Este martes se festeja a nivel nacional el inicio del festival musulmán de Eid ul Adha.
El sismo no generó una alerta generalizada de tsunami, según el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico. Sin embargo, terremotos tan fuertes como este podrían causar tsunamis a menos de 100 kilómetros del epicentro.
Catigbian, que tiene una población de 23.000 personas, se encuentra en la provincia de Bohol.