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(CNN) — Un día después del paso del supertifón Haiyan por Filipinas, las autoridades anticipan que la cifra de muertos superará los 1.200 o incluso podría multiplicarse.

“Calculamos que un millar de personas murieron en Tacloban y 200 en la provincia de Samar”, dijo Gwendolyn Pang, secretaria general de la Cruz Roja de Filipinas.

Algunos creen que el número será muy superior. Un jefe de policía provincial declaró que el gobierno local estima que hasta 10.000 personas podrían haber muerto en la provincia de Leyte, donde se encuentra Tacloban. Según la agencia de noticias AFP, el superintendente principal Elmer Soria declaró que esa cifra se manejó durante una reunión con el gobernador de Leyte el sábado por la noche.
ADEMÁS…
- “Era como si un tsunami hubiera arrasado todo”
- Vea las imágenes de la devastación del tifón.

Cientos de cuerpos se encontraban en las calles de la ciudad de Tacloban, luego de que el tifón Haiyan llegó a las Filipinas, según el capitán John Andrews, director adjunto de la Autoridad de Aviación Civil de la Nación, quien citó un informe de la radio realizado por el gerente del aeropuerto de Tacloban. El súper tifón Haiyan, con una intensidad 3,5 veces mayor que el Katrina, derribó de golpe las estructuras de Filipinas. “Es como si la zona hubiera sido arrasada por un tsunami”, dice la periodista de CNN, Paula Hancocks, la primera corresponsal internacional en llegar a la zona. También se reportaron 100 personas lesionadas.

Haiyan fue 3,5 veces más fuerte que el huracán Katrina, dijo Chad Myers, metrorólogo de CNN.

El tifón Haiyan perdió fuerza y ya no es considerado un supertifón. Actualmente tiene vientos sostenidos de 230 kilómetros por hora con ráfagas de 280, y abandonó el territorio filipino para dirigirse al mar del sur de China.

Sin embargo, la tormenta podría volver al estado supertifón el sábado, antes de tocar tierra en Vietnam el próximo domingo. Se dirige hacia Vietnam y podría aterrizar el domingo por la mañana cerca de las ciudades de Da Nang y Hue.

Helicópteros militares filipinos están realizando prospecciones aéreas de la zona y varias agencias de ayuda humanitaria de Manila se dirigen a la zona más afectada tardando incluso 18 en llegar a la zona.

Tacloban, una ciudad de 220.000 habitantes es la ciudad más grande de las Islas Visayas Orientales. Fue una base logística importante durante la Segunda Guerra Mundial, y sirvió como capital temporal de las Filipinas. Fue una de las más devastadas y las autoridades y organismos de socorro no tenía información inmediata sobre su situación porque el sistema de comunicaciones ha sido destruido.

El tifón dejó devastación a su paso, inundando calles, derribando líneas de electricidad y torres de comunicación en muchas zonas.

Al menos tres personas murieron y otras siete resultaron heridas, informó el Consejo de Manejo de Reducción de Riesgos y Desastres.

La Agencia de Noticias Filipina reportó que “alrededor de 20” personas se ahogaron luego de que la tormenta golpeó el viernes en la mañana en Palo, un poblado de la isla de Leyte.

La tormenta afectó con ráfagas de viento tremendamente fuertes a Samar, una pequeña isla en las Visayas del Este.

Con  vientos máximos sostenidos de 315 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 380 kilómetros por hora, Haiyan es probablemente el ciclón tropical más intenso que ha tocado tierra en cualquier parte del mundo. Tomará más tiempo analizar la tormenta luego de su paso para establecer si se rompió algún récord.

Luego de golpear Samar, el tifón barrió con otras cuatro islas mientras comenzaba a perder fuerzas.

Maryann Zamora, una especialista de la organización World Vision, informó que el grupo “ha estado trabajando a través de muchos desastres, muchos tifones, pero este es diferente”.

“Este es el más fuerte que he sentido hasta ahora”, afirmó por teléfono desde la isla de Cebú.

Haiyan, conocido en las Filipinas como Yolanda, parece haber retenido mucha de su fuerza mientras cruza el archipiélago. Los últimos datos de satélite estimaban que tenía este viernes por la tarde (hora local) vientos máximos sostenidos de 295 kilómetros por hora, lo que sigue convirtiéndolo en el equivalente a un huracán categoría cinco.

Un video tomado en las islas muestra calles inundadas con escombros y láminas de metal volando por los aires.

El gobernador Roger Mercado, de Leyte del Sur, una provincia en las Visayas del Este, dijo este viernes por la mañana que todas las vías estaban bloqueadas debido a la caída de árboles. Aun es demasiado pronto para estimar el grado de devastación que dejó el tifón, afirmó.

“No sabemos la extensión del daño”, dijo Mercado. “Estamos tratando de estimarlo. Estamos preparados, pero esto es realmente un golpazo”.

El Consejo Nacional de Manejo y Reducción de Riesgos de Desastre informó por su parte que la navegación marítima se ha visto afectada en gran parte del país, y que más de 3.000 viajeros están varados en los puertos.

El tifón dejará Filipinas este sábado y se dirigirá al Mar del Sur de China, en dirección a Vietnam, donde tocará tierra el domingo.

En la isla de Bohol no había electricidad este sábado (hora local) pero la señal de celular se había restaurado y los caminos afectados se estaban reabriendo, informó un socorrista.

Pero la mayor preocupación es los daños que pudo dejar el tifón en las islas donde unas 350.000 personas se encuentran viviendo en tiendas y refugios temporales debido a un terremoto que ocurrió el mes pasado, señaló Joe Curry, la organización de Catholic Relief Services en Bohol.

Los especialistas predicen que la cifra de muertos aumentará una vez que los socorristas lleguen a las islas más golpeadas, muchas de las cuales se encuentran aisladas, sin servicio telefónico, ni electricidad.

Cerca de 125.000 personas se encuentran en refugios y cientos de vuelos fueron cancelados.

Clarson Fruelda, de Cebú, aseguró que los residentes de la ciudad estaban limpiando la tierra y hojas de sus casas la tarde del viernes cuando la tormenta ya había pasado.

“Los vientos fueron los más fuertes que he sentido en más de 20 años”, dijo Fruelda a CNN. “Estas semanas pasadas fueron muy difíciles para mi esposa y para mí y probablemente para los habitantes de Cebú ya que tan solo hace unas semanas fuimos afectados por un terremoto de 7.2 grados”.

La nubosidad de Haiyan cubría en un momento dos terceras partes del archipiélago, que tiene más de 1,800 kilómetros de extensión. Los vientos de tormenta tropical se extendían hasta a 240 kilómetros a partir del centro.