Por Mariano Castillo 

(CNN) — Andrew Enderez afirma que con cada día que pasa, pierde cada vez más las esperanzas. “No puedo entender que una tragedia así que solo veo en las películas me pueda pasar a mí”, dijo a CNN.

Enderez, un ingeniero que trabaja en los Emiratos Árabes Unidos, no sabe qué pasó con su esposa, sus cuatro hijos y su niñera, que viven en la ciudad filipina de Tacloban, cerca del aeropuerto.

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Él publicó una foto de su familia en internet, con la esperanza de que alguien los reconozca.

Las imágenes de sus caras sonriéndole cuando regresa a casa en Filipinas están muy grabadas en su mente, dice Enderez.

“Mientras escribo este pedido de ayuda”, afirma, “no puedo evitar quebrarme y llorar”.

Enderez es una de las miles de personas lejos de Filipinas que sintieron que sus corazones se detuvieron mientras el tifón Haiyan golpeaba la isla el pasado viernes.

El lidiar con la angustia de no saber qué paso con sus familiares, debido a la falla en las comunicaciones, ha hecho que Enderez y otros compartan sus sentimientos mientras esperan noticias de sus seres queridos.

Enderez ya perdió a dos familiares en la tormenta, pero sigue esperanzado en que su familia inmediata haya sobrevivido.

Desesperación

Aisa Aigbe habló por última vez con su madre antes de la tormenta. Entonces, afirma que sintió temor en la voz de su madre.

“Ella estaba llorando y muy asustada porque los techos estaban comenzando a ceder y las inundaciones estaban creciendo”, afirma.

Ahora Aigbe esta aterrada mientras mira las imágenes tomadas de la tormenta en su casa en Maryland. En las calles donde creció, donde alguna vez estuvieron sus vecinos, ahora ve cuerpos.

No sabe de su madre, hermanos y sobrinos desde entonces.

Miedo

La esposa de David Armstrong sobrevivió al tifón, pero ahora sufre por la falta de comida y agua.

Armstrong vive en el Reino Unido, mientras que su esposa Ruby, con quien se casó en Agosto, trabaja como maestra en Ormoc City, en la provincia de Leyte.

Luego de la falta de comunicación durante 24 horas, pudo contactar a su esposa.

Sin embargo, las buenas noticias sobre ella fueron empañadas por el estado en que quedaron las áreas aledañas a donde vivía.

La familia tiene seis casas en un terreno en Ormoc City. El tifón destruyó tres de ellas y arrancó el techo de una cuarta casa, lo que forzó a parte de la familia a vivir en las restantes dos casas pequeñas, según su esposo.

“No solo perdieron sus casas, no tiene agua, comida o electricidad”, afirma. “Se están enfermando por beber agua que no está limpia”.

Un 90% de las construcciones en Ormoc City quedaron dañadas por el tifón, afirma.

Hay solo un supermercado y una farmacia operando, las cuales se están quedan sin suministros. La familia además no tiene forma de sacar dinero de cuentas bancarias, debido a que no hay bancos ni cajeros.

Gratitud

El daño en otra ciudad de la provincia de Leyte, Baybay, también fue severo.

Pero los residentes de Indiana, Ron Johnston y su esposa Charity, cuyos parientes viven en Baybay, mostraron su felicidad luego de recibir la noticia de que los familiares de Charity sobrevivieron a la tormenta.

La última vez que ella habló con su padre fue el jueves, cuando el tifón apenas se acercaba al archipiélago.

Un primo localizó a los parientes de Charity, que estaban vivos pero sufrieron pérdidas.

“Su casa está completamente destruida y sus animales murieron”, afirmó Johnston. “Los campos de arroz de mi suegro están arrasados. Perdieron todo y solo tiene las ropas que traen puestas”.

“Pero no perdieron lo más preciado”, afirma. “La vida”.

Daphne Sashin, Cydney Fisher y Catherine E. Shoichet contribuyeron con este reporte.