Por Sheena McKenzie, para CNN
(CNN) – Para la mayoría de nosotros, ver una mosca rebotar contra una ventana negligentemente en un esfuerzo por escapar es bastante molesto; puede que incluso exasperante.
Para un equipo de científicos suizos, esta terca maniobra podría cambiar el enfoque de las misiones de búsqueda y rescate para siempre.
Presentamos a GimBall, un robot volador esférico cubierto por una armazón flexible que le permite chocar sin problemas contra distintas superficies mientras recorre zonas catastróficas.
Rebotar
A diferencia de otros robots de rescate, donde chocar contra obstáculos podía fácilmente llevar al fin de una expedición, GimBall puede recuperarse sin perder la orientación o dañar su cámara incorporada.
La futurista bola flotante es una creación de los científicos del Instituto Federal de Tecnología Suizo (EPFL), y se espera que algún día pueda ser utilizada para diferentes situaciones, desde el rescate de supervivientes hasta la detección de fugas de gas en edificios derrumbados.
“Nos preguntábamos por qué los insectos son tan capaces de entrar en cualquier edificio, y aún así tienen sentidos limitados, como el de la vista”, explicó el co-creador Adrien Briod.
“Una de las capacidades que se pasó por alto completamente fue su habilidad de colisionar contra superficies. Para los insectos esto no es gran cosa, pero sí lo es para los robots”.
Volar al rescate
De hecho, una de las primeras misiones de búsqueda y rescate en la que se utilizaron robots fue en los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York, un área considerada demasiado peligrosa o inaccesible para los seres humanos.
No obstante, en algunos momentos, las máquinas excavadoras se encontraron con dificultades para sortear el derrumbe del World Trade Center, y quedaron atrapadas bajo los escombros.
En la última década la robótica ha recorrido un largo camino; cada vez más, los científicos están evaluando los beneficios de contar con máquinas voladoras en zonas catastróficas.
“Un robot de tierra se vería limitado muy rápidamente; incluso una escalera presentaría una dificultad. Si necesitas llegar a personas en el quinto piso de un edificio, no seria capaz de hacerlo”, indicó Briod.
Volar te permite superar grandes obstáculos. Y proporciona un punto de vista elevado; es muy útil tener una imagen de la escena a la altura de los ojos, más que desde el suelo.
Diseño inteligente
Entonces, ¿cómo funciona GimBall? Con un diámetro de 37 centímetros, el robot es un poco más grande que una pelota de baloncesto. Cuenta con una estructura interna estable, y una estructura rotativa exterior hecha de 90 varillas de carbón flexible; por tanto, le es posible rebotar en las superficies sin que se dañe la máquina.
Mientras otros robots podrían necesitar pesados sensores para ayudarles a evitar las colisiones, GimBall es ligero, ya que pesa solo 370 gramos.
Dos hélices le permiten volar a 5 kilómetros por hora, con suficiente potencia de batería para 5 minutos. Puede volar por control remoto o de forma autónoma, enviando las filmaciones a los operadores.
Briod ahora espera que el diseño pionero sea usado en misiones reales para salvar vidas dentro del próximo año, e indicó que estamos al borde de una nueva era en la tecnología, donde los aviones no tripulados serán usados en la vida diaria.
“Hasta ahora, los militares contaban con todos los aviones no tripulados disponibles, pero en los últimos años ha habido un enorme desarroolo en los usos civiles”, dijo.
La tecnología se está desarrollando muy rápido en el campo del control remoto. Los aviones no tripulados ahora se usan en misiones de rescate, incendios o para inspeccionar edificios, puentes y barcos inestables.
Futuro de ciencia ficción
Recientemente, el equipo de investigación llevó al GimBall a un vuelo de prueba por un bosque suizo; observaron cómo chocaba contra los árboles, de desplazaba en terreno irregular, y sorteaba ramas, todo ello sin dañar su funcionamiento interno.
Parecía ser un solitario avión extraterrestre que había sido dejado atrás en una misión a la Tierra. Entonces, ¿qué tienen los robots voladores que continúa captando nuestra imaginación de una forma que la que pocas piezas de tecnología lo logran?
“Esto no se limita a lo bidimensional, que es lo que fascina a las personas, esta libertad de moverse en tercera dimensión”, expresó Briod.
“Y ver tu creación volando es sumamente satisfactorio”.