Por Emanuella Grinberg, CNN

(CNN) – Todos los elementos tradicionales estaban presentes para la boda de Joseph y Fiona Long en la víspera de Año Nuevo en 2009.

Ella llevó un vestido blanco; él, un esmoquin y la familia de la novia vistió faldas escocesas en honor a su herencia. Luego de intercambiar sus votos, los anillos y sellar el pacto con un beso, un oficiante vestido con una toga negra los declaró marido y mujer. Después, cenaron y bailaron toda la noche en un country club de Atlanta con sus amigos y familiares más cercanos; la culminación de la fiesta fue un lanzamiento de confeti a medianoche.

Quién no fue parte de la lista de invitados: Dios

Los Longs son ateos que no querían que hubiera dioses o  textos religiosos involucrados en la celebración de su matrimonio. Sin embargo, aparte de que no se llevó a cabo en una iglesia, el único indicio de que era una boda deliberadamente no religiosa se hizo evidente en sus votos y lecturas. Estos incluyeron textos de Shakespeare, Robert Burns y el fallo de la Corte Suprema de Massachusetts sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, el cual sentían “que expresaba maravillosamente la importancia social y secular del matrimonio sin apelar a la religión”, dijo Joseph Long, un abogado en Tampa, Florida .

“Consideramos que expusimos muy bien el punto de que es posible tener la santidad del matrimonio sin tener que encajar en un grupo en particular”, dijo. “Básicamente, establece que el matrimonio es muy importante en la sociedad por varias razones, independientemente de lo que el dios de alguien piense acerca de ello”.

A medida que el laicismo sigue aumentando en Estados Unidos, más parejas como los Longs se están desviando del modelo tradicional de la boda que incluye oraciones, bendiciones y pasajes bíblicos.

“Una boda secular puede ser exactamente igual que una boda religiosa con dos diferencias fundamentales: no menciona deidades y no se recita textos supuestamente sagrados”, dijo David G. McAfee, autor de “Mom, Dad, I´m an Atheist: The Guide to Coming Out as a Non-Believer and Disproving Christianity and other Secular Writings”.

“Muchas bodas seculares tienen votos, flores, anillos, una recepción, un beso al final”, añadió. “Aunque la mayoría de las religiones han incorporado reglas sobre el matrimonio y ceremonias en su fe, el acto del matrimonio en sí no es religioso; es un acto humano”.

La selección del lugar para llevar a cabo el evento, las lecturas y los votos son sólo algunas consideraciones que las parejas ateas, o las parejas que planean bodas seculares, tienen que tomar en cuenta. Otros luchan con la forma de dar la noticia a los familiares o satisfacer sus demandas, sobre todo si los seres queridos están ayudando a pagar la boda.

Algunas parejas le dan a los familiares la oportunidad de decir unas palabras dentro de los parámetros establecidos durante la ceremonia o la recepción, según Ed Buckner, ex presidente de Ateos Estadounidenses y el actual presidente de Atlanta Freethought Society. Ha oficiado varias bodas de ateos durante los últimos diez años, y hace hincapié en que es importante hablar de ello con anticipación, de forma abierta y honesta.

“Es necesario detenerte y pensar en lo que quieres lograr. ¿Estás tratando de comprometerte públicamente a una unión de por vida con tu pareja en tus términos, o quieres agradar a los demás?”,   dijo.

“Yo argumentaría que si no crees en Dios y pides que Dios bendiga la celebración, estás participando en una farsa. Sin embargo, hay maneras de reconocer a Dios por los demás, si eso es lo que quieres”, aconsejó Buckner.

Da una advertencia justa  

Comprar una casa era más importante para Wendy Rank y su novio que gastar una gran cantidad de dinero en la boda. Por eso, fueron al juez de paz en septiembre “para realizar el acto oficial” y celebraron una “boda tipo picnic” en su patio trasero más adelante ese día. Su madre cubrió los gastos del catering, y los invitados llevaron platillos de acompañamiento.

“Queríamos casarnos, pero no nos sentíamos tan cómodos con hacerlo en una iglesia y todo eso”, dijo Rank. “Somos introvertidos, así que no queríamos una boda grande. Sólo queríamos que familiares y amigos estuvieran presentes. Así, celebramos la boda y una fiesta para estrenar la casa”.

Querían que fuera simple y económico para todos. Rank viene de una familia de creyentes, así que sintió que debía advertirles en la invitación con un mensaje que decía lo siguiente: “Éste será un servicio secular pequeño y no tradicional. Si te sientes cómodo con esto, nos encantaría que nos acompañaras.

La mayoría de los familiares asistieron a la boda, aunque ninguno de los que no llegaron mencionaron que su ausencia se debía al evento secular. “Queríamos que lo supieran para que nadie comprara un boleto de avión y volara 4.828 kilómetros esperando un pastor y ceremonia”.

También funcionó para los invitados; varios de los amigos religiosos de su madre dijeron haber disfrutado la ceremonia porque fue “dulce y breve”. Las madres de los novios leyeron una porción de Calvin y Hobbes antes de que la pareja intercambiara sus votos y sembrara un árbol; ésta fue su versión de la candela de la unidad.

“Nadie dijo nada o pareció ponerle demasiada atención al hecho de que se trataba de una boda atea o secular”, dijo Rank, quien vive en las afueras de Nashville, Tennessee. “Fue un día perfecto”.

Fúgate ahora, cásate después  

Darren y Sheena Thomas son orgullosos ateos quienes se conocieron en el sitio de citas en línea, OK Cupid. Ambos vienen de familias profundamente religiosas.

Como el hijo de un pastor cristiano multidenominacional, Darren Thomas creció formando parte de viajes misioneros y retiros de la iglesia. A los 16 años, dejó de ir a la iglesia y se convirtió en la oveja negra de la familia. A sus 20 años, empezó a identificarse como ateo, lo cual significa que no cree en “nada sobrenatural: Dios, la vida después de la muerte, los fantasmas, espíritus, almas sobrenaturales, nada parecido”.

Cuando le expresó esto a sus padres, ellos trataron de convencerlo de que regresara al cristianismo por un período de tiempo. Al final, su padre reconoció que no había nada que pudiera hacer o decir, y decidió que era Dios quien debía cambiar el parecer de su hijo. Siempre lo amaría y apoyaría.

Aún así, después de que Darren le propuso matrimonio a Sheena en febrero, fue difícil decirle a su padre que no quería que oficiara la ceremonia.

“Traté de darle un enfoque positivo; le dije que quería que disfrutara la ceremonia sin tener que ocuparse de nada más”, dijo Darren Thomas, un maestro de inglés de una escuela secundaria. “Pero nos apasiona mucho nuestras creencias, y queríamos tener un servicio secular sin mencionar a Dios, a Jesús, la vida eterna o bendiciones”.

Sheena Thomas se crió en West, Texas. Ella y su familia eran casi las únicas personas de color, así que la religión se convirtió en una manera en la que podía encajar, hacer amigos y ser parte de una comunidad. En la universidad, se vio expuesta a una gran variedad de creencias, identidades étnicas y orientaciones sexuales.

Sheena empezó a cuestionar sus propias creencias, y se dio cuenta que el ateísmo le sentaba bien. Su familia aún lucha con esta decisión; su madre constantemente se lamenta de que no verá a su hija en el más allá, y sus abuelos dicen que están rezando por ella. Sheena prefiere mantener la discusión sobre religión al mínimo.

Su actitud hacia la religión contribuyó en parte a la decisión que la pareja tomó de fugarse en julio, más o menos un año antes de la fecha en que habían pensado celebrar la boda. Todos sabían que la pareja se había comprometido en febrero, pero cuando Sheena Thomas perdió su empleo, decidieron casarse legalmente sin la celebración.

“Básicamente decidimos que sería más fácil decírselo a todos después del hecho”, dijo Thomas.

Los Thomas lo hicieron oficial y luego llevaron a un fotógrafo de bodas al anfiteatro Red Rock en Denver, el lugar donde tuvieron su primera cita en 2011.

Aún planean celebrar una boda temática de libros en julio de 2014, a modo de celebrar su relación y su pasión compartida. Sheena, quien es bibliotecaria, está trabajando en ramos y centros de mesa hechos de páginas de libros, y los avisos los hará de antiguas tarjetas de fechas de entrega de la biblioteca.

La pareja no ha decidido qué lecturas hará, pero se inclinan por algunos de sus textos favoritos que hablan sobre el amor y el romance. Darren busca algo de “Jane Eyre” o “Amor en tiempos de cólera”. Para Sheena, podría ser algo de Kurt Vonnegut.

“Lo que me ha molestado acerca de algunas bodas es que el enfoque está en Dios y la religión, cuando tendría que estar en la pareja y su relación”, dijo Sheena Thomas.

“Me agrada que nuestra boda esté enfocada en nosotros y en nuestro amor”.