Aviones de combate  J-11 de la Fuerza Aérea china vuelan sobre el mar durante un entrenamiento de combate en la provincia de Shandong, 16 de septiembre de 2012.

Por Jethro Mullen y Yoko Wakatsuki

(CNN) — China envió aviones de combate a la zona aérea que se adjudicó recientemente —disputada con Japón—sobre el Mar Oriental de China el jueves, el mismo día en que el ejército de Japón insistió en que no detendrá sus patrullajes en el área por la declaración de Beijing.

La Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación voló aviones de guerra, incluyendo aeronaves Su-30 y J-11, en su “zona de identificación aérea”, dijo el vocero de la Fuerza Aérea Shen Jinke. Un sistema de radar aéreo KJ-2000 también fue utilizado.

El Su-30, de fabricación rusa, es un avión de dos asientos descrito por su fabricante como “un avión de combate muy maniobrable” capaz de atacar objetivos en tierra y mar. El J-11, chino, es un avión de combate de un asiento capaz de ataques a objetivos en tierra.

Los aviones realizaron “patrullas aéreas de rutina… buscando fortalecer el monitoreo en objetivos en el aire y cumplir la histórica misión de la fuerza aérea”, dijo Shen Jinke en un comunicado publicado en la página web del Ministerio de Defensa de China.

Jinke describió la misión como una “medida de defensa, en línea con las prácticas internacionales”. El ejército chino ha estado en “máxima alerta”, agregó, y está preparado para actuar en respuesta a  “diferentes amenazas aéreas para asegurar firmemente la seguridad de la defensa aérea”.

Las consecuencias de la última incursión china sobre su controvertida recién creada zona serán determinadas el viernes. Pero, algunas de las acciones previas de Beijing —incluyendo la declaración misma— se han encontrado con fuerte resistencia de Japón y de su aliado, Estados Unidos.

La Fuerza de Auto Defensa de Japón ha estado utilizando barcos y aviones para patrullar y llevar a cabo vigilancia en el Mar Oriental de China desde antes de que China declarara una nueva zona de defensa aérea en buena parte de la región marítima, dijo a periodistas este jueves el secretario jefe del Gabinete, Yoshihide Suga.

“No tenemos ninguna intención de cambiar esta operación como una consideración con China”, dijo Suga. “En cualquier caso, vamos a continuar con la operación de vigilancia/patrullaje con la firme determinación de proteger nuestro territorio contra el intento unilateral de China de cambiar el status quo por la fuerza”.

Y Japón no está solo en la desobediencia a China. Después de que Beijing trastornó la región al declarar la nueva zona de defensa aérea, dos bombarderos estadoundienses B-52 desarmados volaron sobre el área como parte de un ejercicio militar planeado, de acuerdo con el Departamento de Estado.

Las aeronaves con bandera de EU ignoraron las nuevas demandas de China de que los aviones que vuelan por la zona se identifiquen y presenten planes de vuelo a las autoridades chinas, a pesar de las advertencias de Beijing de que podrían tomar medidas militares contra los aviones que no cumplan.

La delicada situación es una prueba de cómo el enfoque cada vez más firme de China de ir más allá de sus fronteras jugará en contra de la promesa del gobierno de Estados Unidos de centrarse más en Asia y respetar los compromisos de sus aliados.

“China está ocupada en el diseño e implementación de una política exterior más audaz a la luz de una reducción de presencia de Estados Unidos planeada”, escribió Stephanie Kleine-Ahlbrandt, directora de los programas de Asia en el Instituto para la Paz estadounidense, en un comentario para CNN.com esta semana.

La declaración de zona aérea adjudicada por China es un claro ejemplo del nuevo enfoque de su presidente, Xi Jinping, quien ha estado en el poder desde hace un año, según Kleine-Ahlbrandt.

“A diferencia de sus predecesores, Xi está haciendo política exterior con la mentalidad de un gran poder, poniendo a prueba cada vez más los compromisos de Estados Unidos con sus aliados en la región y aprovechando las oportunidades para cambiar el status quo”, dijo.

Pero por el momento, el gobierno estadounidense está poniendo su pie en el Mar Oriental de China.

Guerra de palabras

Estados Unidos y Japón han criticado el anuncio de la zona que se adjudicó Beijing, diciendo que intensifica las tensiones en la región y aumenta el riesgo de un incidente. Dicen que no reconocerán la nueva zona. China dijo que esos comentarios de ambos países eran irrazonables e inaceptables.

Tras la noticia de los vuelos de Estados Unidos, el Ministerio de Defensa de China respondió con cautela este miércoles, diciendo que había monitoreado la actividad de aviones en los límites de la zona de defensa aérea. La declaración se abstuvo de criticar la acción de Estados Unidos.

En una conferencia de prensa este miércoles, un periodista le preguntó a un vocero de la cancillería china si su gobierno está preocupado porque se verá como una amenaza.

“Quiero enfatizar que el gobierno chino tiene la suficiente resolución y la capacidad de salvaguardar la soberanía y la seguridad del país”, respondió el vocero, Qin Gang.

Disputa a fuego lento

Los vuelos de bombarderos son la implicación más fuerte de Estados Unidos en una enconada disputa territorial en la región entre China y Japón sobre un conjunto de pequeñas islas deshabitadas en el Mar Oriental de China.

Después de la declaración de defensa aérea de China este sábado, el secretario de Defensa de estadounidense Chuck Hagel reiteró el apoyo de su país a Japón, donde permanecen miles de soldados estadounidenses por un acuerdo de seguridad.

Dijo que el Tratado de Defensa Mutua Japón-Estados Unidos aplica a las islas en disputa, conocidas como Senkaku en Japón y Diaoyu en China.

Los incómodos encuentros entre los aviones y los barcos chinos y japoneses ya han tenido lugar varias veces a lo largo del año pasado cerca de las islas, que se cree que tienen grandes reservas de petróleo en los alrededores.

Las tensiones se dispararon después de que el gobierno japonés compró algunas de las islas a un propietario privado en septiembre de 2012, lo que enfureció a las autoridades chinas que vieron la medida como un intento por parte de Japón de reforzar el control.

Hagel advirtió que la “acción unilateral” de China de declarar la zona de defensa aérea “aumenta el riesgo de malentendidos y errores de cálculo”.

En medio de las tensiones, el vicepresidente estadounidense Joe Biden visitará la región la próxima semana en un viaje previamente anunciado, con escalas en Tokio, Beijing y Seúl.

Difícil de controlar

Los vuelos de bombarderos estadounidenses este lunes también ponen de relieve los desafíos que según analistas enfrenta China sobre la vigilancia de la zona aérea recién reclamada.

En su declaración de este miércoles, el Ministerio de Defensa chino dijo que su país “tiene la capacidad de ejercer un control efectivo” sobre el área.

“Beijing podría haber mordido un poco más de lo que puede masticar, porque, efectivamente, salir y dar seguimiento a estas cosas en forma permanente está probablemente un poco más allá de las capacidades de la fuerza aérea china en este momento”, dijo Greg Waldron, jefe de redacción de Asia Flightglobal, un sitio web de la aviación y la industria aeroespacial.

“En cierto sentido, es más una declaración retórica, contrario a un espacio militar realista”, dijo.

Sumándose a las complicaciones y confusión en torno a la zona, dos de las principales líneas aéreas comerciales de Japón dijeron este miércoles que a raíz de una petición del gobierno japonés, ellos y otros miembros de la Asociación de Líneas Aéreas Regulares de Japón no se someterán a las peticiones de vuelo de las autoridades chinas en la zona reclamada.

Las dos aerolíneas, Japan Airlines y All Nippon Airways, dijeron que la asociación había llegado a la conclusión de que no habría “ningún impacto” sobre la seguridad de los pasajeros en los vuelos a través de la zona, sin la presentación de planes de vuelo a China.

Pero Waldron dijo que no estaba del todo seguro de eso. Desde un punto de vista legal, dijo, las líneas aéreas probablemente no tienen que informar de sus planes y seguir todas las normas solicitadas por China.

“Creo que desde una perspectiva de seguridad, es una buena idea que lo hagan”, dijo. “Por si acaso”.

El derecho de todos los países

Desde que declaró la nueva zona de defensa aérea el fin de semana, China ha estado muy ocupado justificando su medida.

Señaló que otros países ya operan zonas de identificación de defensa aérea en aguas de su territorio, y dijo que Japón ha tenido una zona en el lugar en el Mar Oriental de China desde 1960.

“Es natural, es ciertamente el derecho de cada país defender su espacio aéreo, así como asegurarse de que su integridad territorial y su soberanía se salvaguarden”, dijo el embajador de China ante la ONU, Liu Jieyi, este martes.

Pero los analistas dicen que para declarar una zona que ahora se superpone con la de Japón, China ha aumentado la probabilidad de un incidente de alto riesgo en el aire.

Barbara Starr, Greg Botelho, Madison Park, Steven Jiang, David McKenzie, Junko Ogura y Kevin Wang colaboraron en este reporte.