Por Verónica Balderas Iglesias, CNN en Español

(CNN Español) – Acompañada de su pequeño hijo —Seif, de solo 5 anos de edad— Sara AlSherif llegó a la oficina de la ONG en donde el sábado conduciríamos su primera entrevista a cuadro para una televisora.

¿Por que compartir su experiencia con nosotros?, le pregunté. “Después de que nos golpearon en la estación de policía, decidí que la gente debe de enterarse de lo que pasó para que no vuelva a ocurrir”, respondió determinada.

Sara afirma haber sido víctima de supuestos abusos a cargo de las fuerzas de seguridad de Egipto el 26 de noviembre, cuando fue detenida, junto a otras 12 mujeres y varios hombres, por participar en una manifestación que aunque asegura fue pacífica, desafiaba la nueva ley que regula las protestas y que según el primer ministro de Egipto, Hazem ElBeblawi, es necesaria para mantener la estabilidad de la sociedad.

“A las mujeres que se negaron a entregar su carné de identidad, las golpearon y después fuimos a parar a la estación de policía”, explica Sara, quien señala que en ese periodo de tiempo no tuvo acceso a un abogado.

“Uno de los oficiales, no de la estación de policía sino creo que de la seguridad del Estado y que vestía un traje gris, nos dijo que debíamos irnos ya y ordenó a los policías que nos metieran en un vehículo. Ellos nos arrastraron por las escaleras, nos golpearon, nos gritaron y nos metieron a todas las mujeres a un auto que dio varias vueltas en una zona desconocida para nosotros, hasta que nos abandonaron en el desierto”, indica la joven egipcia.

Las detenidas lograron alertar a sus amistades sobre la eminente evacuación de la estación de policía, gracias a teléfonos celulares que tenían escondidos entre sus ropas. Eventualmente todas fueron rescatadas y levantaron una denuncia en la fiscalía de ‘Abdeen’, en espera de que se investiguen los hechos.

“No tenemos ningún nombre de los oficiales de la policía, pero continuaremos luchando. Tal vez no obtengamos justicia pero quizá alguien más sí lo hará eventualmente”, agregó Sara.

El Ministerio del Interior ha negado públicamente la acusaciones, que según Sara, incluirían además diversas formas de acoso sexual contra varias de las detenidas.

En CNN no hemos recibido respuesta a nuestras repetidas solicitudes de entrevista con los altos mandos de la policía.

A juicio del abogado de la ONG National Community for Human Rights and Law, Ahmed Hishmat, la experiencia que describe Sara Alsherif es un claro ejemplo de la continuación de las supuestas violaciones a los derechos humanos y las restricciones a la libertad de expresión en Egipto.

“Nadie de quienes participaban en la protesta frente al Consejo Shura tenía armas u objetos para atacar a alguien o vandalizar los edificios en ese perímetro, pero no importa qué tan pacíficos sean los manifestantes, la policía los dispersa” advierte el abogado, quien también documentó la que sería otra indignante experiencia narrada por Osama ElMahdy, un manifestante detenido también en la protesta del pasado martes.

“Cuando un oficial me pidió mi carné de identidad, le presenté mi acreditación del Sindicato de Abogados. Aunque la tomó, me exigió otra identificación oficial. Le expliqué que no la tenía y que la acreditación de abogado sería suficiente. Siguió exigiéndomela varias veces y después me dio un golpe en la cara. Aquí puede usted ver”,  Osama nos mostró con el dedo un círculo morado bajo su ojo izquierdo.

El grupo Human Rights Watch también documentó lo sucedido el 26 de noviembre y su portavoz en El Cairo, Tamara Alrifai, explica por qué la controversia.

“El asunto es más grande que esta manifestación en particular. Es el asunto de quién está intentando limitar el poder de decir ‘no’. Quién en el gobierno está realmente investigando abusos por la policía y las fuerzas de seguridad”.

Nos comunicamos vía telefónica y por escrito con el portavoz del gabinete, Hany Salah, para conocer la postura del gobierno sobre la situación, pero el funcionario nos  dijo que por el momento no puede ofrecer ningún comentario.

Al preguntarle a Sara si teme algún tipo de represalia por difundir públicamente su experiencia, ella respondió con un inspirador valor y determinación que estoy observando cada vez mas entre las mujeres egipcias.

“Todos tenemos miedo pero yo nunca me detendré. ¡Estoy expresando mi opinión, es mi derecho y voy a luchar por él!”.