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Por Lauren Said-Moorhouse 

(CNN) — La producción global de vino está en auge ahora que surgen viñedos en todos lados, desde China hasta Estados Unidos, Chile y Nueva Zelandia.

Pero recientemente los amantes del vino acudieron a las redes sociales para expresar su consternación por una sombría noticia: un reporte de Morgan Stanley Research predijo que se avecina una escasez mundial de vino.

En el reporte se señala que la demanda internacional de vino excedió a la producción en 300 millones de cajas en 2012, que se colocó en el nivel más bajo en 40 años.

El consumo mundial aumentó 1% en 2012 y los investigadores concluyeron que la demanda podría superar la oferta en los próximos años, lo que elevaría el precio del vino.

La viticultura estaba en pleno caos cuando la Organización Internacional de la Vid y el Vino de Francia (OIV, por sus siglas en francés) lanzó su propio reporte de pronósticos, que contrarrestó el análisis de Morgan Stanley.

Las cifras de Morgan Stanley eran correctas, pero su pronóstico no consideró los niveles de producción de 2013, que muestran un regreso a los niveles de producción de 2006, un estado saludable para la industria. Lo que es más: España, Italia, Francia y Chile produjeron niveles récord de vino en 2013.

“Es cómo interpretas esas cifras. Para todos los efectos, para aquellos de nosotros en occidente que somos consumidores, no: no habrá escasez de vino”, dice Felicity Carter, editora en jefe de la revista especializada en la industria, Meininger’s Wine Business International.

“La pregunta es si habrá escasez de vino para los consumidores en mercados que son extremadamente sensibles al precio, como partes del este de Europa, debido a que el vino más barato que ellos beben, será desviado para aumentar la cantidad de vino que va a los mercados de gran consumo”.

Carter hace eco del reporte de la OIV al señalar el aumento significativo de la producción en los países de la Unión Europea como Croacia, Grecia, Hungría y Rumania. Si los viñedos de estas áreas pudieran encontrar mejores rutas de distribución en el mercado internacional, habría muchas botellas para consumir.

Carter reconoce que la pobreza en las cosechas de vino en años recientes, debido al cambio climático, podría impactar los niveles de producción de vino. Los consumidores no verán una diferencia drástica de precio cuando compren vino en los supermercados, ya que todo depende de la región del vino, dice Carter.

“La cosecha de Borgoña y la cosecha de Burdeos este año fueron muy pequeñas (…) Si querías vino de la cosecha de Borgoña 2013 o de algunas partes de Francia, vas a tener un gran problema. Probablemente pagarás mucho más por esos vinos”, explica.

“La pregunta es: ¿puedes sustituir esos por otros tipos de vino? La respuesta es sí”.

“Por cierto, Morgan Stanley no estaban equivocados en lo que dijeron. Utilizaron muy buenas cifras y saben de lo que hablan, pero el mundo del vino simplemente es demasiado complejo”, dice Carter.