CNNE 167918 - 131214183342-claire-davis-better

(CNN) – Empezó justo antes de las 12:33 p.m. del viernes, momentos después de que el estudiante de último año y miembro del club de debate estacionara su auto en el área designada para estudiantes en la escuela secundaria Arapahoe en un suburbio de Denver; luego, -portando una bandolera que contenía cartuchos de escopeta, una escopeta de pistón, un machete y una mochila que contenía tres cocteles mólotov- entró por una puerta contigua a la biblioteca.

“No se molestó en ocultar el hecho de que estaba armado”, dijo el sheriff Grayson Robinson, del condado de Arapahoe.

En menos de 80 segundos, Karl Pierson “disparó un tiro al azar por un pasillo”; luego, entró en un área donde Claire Esther Daves, de 17 años, estaba sentada con un amigo, “y le disparó a la joven a quemarropa” en la cabeza. “No hubo tiempo para que la víctima huyera del tirador”, le dijo Robinson a los reporteros el sábado.

Pierson luego disparó otra vez en un pasillo, después entró a la biblioteca, donde disparó de nuevo y encendió uno de los cócteles molotov, según informó Robinson.

Eso le prendió fuego al menos a tres estanterías, lo que hizo que la biblioteca se llenara de humo.

Entonces, disparó por quinta vez, corrió a la esquina trasera de la biblioteca “y allí se suicidó”.

A las 12:35 p.m., todo habia terminado.

“Su intención era mala, y su mala intención era hacerle daño a varios individuos”, dijo Robinson acerca de Pierson, cuyo ingreso a la escuela fue grabado por las cámaras de seguridad, al igual que el registro del minuto con 20 segundos de violencia que ocurrió después.

La víctima en el tiroteo de la escuela en Centennial “probablemente sólo estaba en el lugar equivocado a la hora equivocada”, dijo Robinson.

Añadió que, hasta donde él sabía, el tirador y la víctima no se conocían.

El blanco del atacante, parecía haber sido el bibliotecario, quien dirige el equipo de debate y quien había disciplinado a Pierson a principios de septiembre,dijo Robinson.

Pero el bibliotecario, acompañado de un conserje, había salido de la escuela tan pronto como el incidente empezó a desarrollarse, dijo.

El viernes, el conserje le dijo a KMGH, afiliada de CNN, que el estudiante vestía equipo táctico.

“Simplemente se veía extraño”, dijo Fabian Llerenas. “Entró y escuché dos estallidos. Ahí fue cuando lo supe. Dije, ‘Están disparando en la escuela’”.

Llerenas dijo que llamó a seguridad y acompañó a los miembros del cuerpo docente fuera de la escuela.

Pierson le había disparado al hombre pero falló, le dijo Llerenas a KUSA.

“Él estaba tan conmocionado; sintió como el viento de la escopeta le rozó el cabello, pero no le dio”.

La conducta violenta pudo haber resultado en más heridos, de no haber sido por la rápida respuesta de un alguacil delegado, quien estaba trabajando como oficial de recurso en la escuela, dijo Robinson.

Una vez el supo de la amenaza, corrió, acompañado por un oficial desarmado de la escuela y dos administradores, desde la cafetería hacia la biblioteca, dijo Robinson. “Es un pasillo bastante largo, pero el alguacil delegado llego allí rápidamente”.

Le gritó a los presentes que se agacharan, y se identificó como alguacil delegado del condado, dijo Robinson. “Estamos seguros de que el tirador sabía que el alguacil estaba en el área inmediata y, mientras él contenia al tirador, éste se quitó la vida”.

Elogió la respúesta del alguacil delegado como ” un elemento crítico para la decisión del tirador” de suicidarse, y lo felicitó por su respuesta al escuchar los disparos. “Fue directo al problema”, dijo. “Escuchó el sonido de un disparo y, cuando muchos saldrían huyendo, corrió hacia él para poner a salvo a otras personas”.

Las armas del tirador habían sido adquiridas legalmente el 6 de diciembre en una tienda local, dijo Robinson.

Robinson también reconoció al cuerpo docente por haber abandonado la escuela tan pronto como la amenaza se hizo evidente. “En mi opinión, esa fue la decisión táctica más importante que podría haberse tomado”, dijo Robinson el viernes. El cuerpo docente “abandonó esa escuela en un esfuerzo por intentar que el tirador también se fuera de ahí”.

En un comunicado leído por Robinson, los padres de Davis dijeron que los socorristas y el equipo de trauma en el Hospital Adventista de Littleton le habían salvado la vida, pero que ella permanecía en condición crítica, ya que había sufrido de un serio trauma en la cabeza. “Necesita sus oraciones”, dijo.

El cuerpo de Pierson permaneció dentro de la escuela hasta las 5 a.m. del sábado, cuando el juez de instrucción del condado de Arapahoe lo sacó de ahí.

Su madre estaba fuera de la ciudad por negocios familiares, pero ambos padres han hablado con los investigadores, dijo Robinson, quien agregó que el hombre parece haber actuado solo.

La policía obtuvo órdenes de allanamiento para inspeccionar el auto de Pierson y la casa de su madre y la de su padre, aunque Robinson no dijo qué podían haber encontrado.

Mientras el acto de Pierson puede ser recordado por mucho tiempo, su nombre no lo será, si Robinson se sale con la suya. Él “no merece nada de notoriedad y ciertamente nada de fama”, dijo. “Decido nunca usar su nombre de nuevo en público”. Aún así, otros recordarán al tirador con afecto, y consideran sus acciones del viernes como una aberración. Era un “buen muchacho” le dijo un vecino a KUSA, afiliada de CNN. Él era un triunfador, un atleta que corría a campo traviesa, y había trabajado en un proyecto de Eagle Scout.

Frank Woronoff le dijo a CNN que conocía a Pierson desde que entraron a primer año.

“Era la última persona que esperaría fuera responsable de un tiroteo en una escuela secundaria”, dijo el estudiante de último año de la escuela. “Honestamente, era increíblemente humilde y centrado. Era un poco raro, pero agradable”.

Después de que quedó claro que Pierson ya no representaba una amenaza, la policía escoltó a los 2.000 estudiantes fuera de las instalaciones. Equipos de televisión que para este momento ya habían llegado en masa al campus mostraron a docenas de estudiantes saliendo de la escuela, con sus manos en alto. Algunos permanecieron en fila en el campo, donde fueron revisados por la policía.

Los estudiantes fueron trasladados en bus a una iglesia cercana, donde se reunieron con sus familias, dijo Robinson.

Ana Cabrera reportó desde Centennial, Tom Watkins reportó y escribió desde Atlanta.