"Shrewbot" es la siguiente generación de robots con bigotes artificiales, tras "Whiskerbot" y "Scratcbot".

Por Dave Gilbert, CNN

(CNN) – ¿Qué tienen en común los bigotes artificiales y los globos llenos de café?

La respuesta es que ambos son herramientas en robots experimentales, pero también se plantean como posibles ideas para ayudar en las futuras exploraciones planetarias.

“Shrewbot” es el último de una línea de robots desarrollado por equipos del Bristol Robotics Laboratory (BRL, Laboratorio de Robótica de Bristol) en el Reino Unido, que busca evaluar si los bigotes artificiales podrían ayudar a un robot encontrar su camino.

Inspirados en la musaraña etrusca, uno de los mamíferos más pequeños del mundo, los científicos querían averiguar si un robot podría explorar el ambiente utilizando el tacto en lugar de la vista, como lo hacen las ratas, ratones y musarañas para encontrar alimento en la oscuridad.

El líder del equipo, Martin Pearson, que trabaja en el proyecto de Biotacto, dijo que la investigación se realizó para ayudar a los biólogos a comprender cómo funciona el sentido del tacto en un animal.

Pero añadió: “Las futuras aplicaciones robóticas para este tipo de detección podrían estar en robots de búsqueda y rescate operando en edificios llenos de humo o robots de inspección de tuberías submarinas en las oscuras profundidades del mar”.

La idea también ha sido propuesta como una forma de explorar superficies planetarias en donde la visión es limitada. En una conferencia espacial en el Rutherford Appleton Laboratory en el R.U., el experto en robótica y cofundador del BRL, Alan Winfield, lo identificó como uno de muchos avances que podrían llegar a ser útiles a los científicos espaciales al planear misiones futuras.

“Hacía conjeturas si los bigotes podrían proporcionar a un rover planetario la capacidad de sentir el camino a seguir”, dijo a CNN.

“Podría ser que en ciertos tipos de geología ayudaría, si pudiera, por ejemplo, pasar los bigotes por una muestra de roca, porque se puede conocer la textura desde los bigotes.

“También se puede imaginar planetas con atmósferas densas y pesadas, en donde la vista podría ser completamente inútil. Uno de los atractivos de los bigotes es que el bigote se puede dañar pero aún funciona, toda la detección se realiza en la raíz”.

Winfield también indicó la investigación realizada en Cornell, la Universidad de Chicago, iRobot Corp. y Liquidia, que produjo una pinza robótica utilizando granos de café y un globo de fiesta de látex.

Se aprovecha de la forma en que el café envasado al vacío es rígido hasta que se rompe el sello, y luego los gránulos fluyen, adaptándose a la forma del objeto contra el que se presionan. El vacío puede ser restablecido y el globo se ‘atasca’ en sólido para formar un agarre.

En 2010, el investigador de la “pinza atascadora”, Heinrich Jaeger, describió en el Cornell Chronicle cómo el proyecto había “abierto la puerta a aplicaciones en las que ninguno de nosotros había pensado”.

Una de esas aplicaciones, sugirió Winfield, es una alternativa potencial para recolectar muestras en una misión planetaria del rover.

“Es probable que cualquier robot de exploración planetaria podría necesitar una pinza para recoger o recolectar muestras para análisis o para colección”, dijo en su blog. “Algo como la pinza del globo de café de Jaeger-Lipson podría, creo, proporcionaría una solución mucho mejor. Esta suave pinza evita el duro control y el cálculo porque el suave material se adapta a lo que agarra”.

Al hablar con CNN, Jaeger dijo que sería emocionante trabajar con científicos espaciales. “Es maravilloso ver a los ingenieros y a los investigadores tener nuevas ideas basados en el atasco granular.

“La principal ventaja de la pinza atascadora es que puede trabajar eficazmente con objetos de forma muy irregular y únicamente necesita cubrir una fracción de la superficie de la muestra para aferrarse a ella.

“Posiblemente más importante aún para una misión rover en Marte, no hay piezas mecánicas que puedan obstruirse con el polvo.

“Una tercera ventaja es que la pinza tiene un agarre extremadamente suave. Pondrá muy poca presión en el objeto a agarrar porque distribuye la fuerza de agarre sobre un área grande de contacto que se ajusta estrechamente a la forma del objeto”.

Winfield dijo que este nuevo campo de la “robótica suave” podría ser muy adecuado para la exploración espacial, explicó que el BRL trabaja ahora en sensores de tacto para los robots.

“Es fácil ver que podría ser útil proporcionar tacto a los robots planetarios, pero existe otra posibilidad… el potencial de permitir a los científicos en la Tierra sentir lo que el sensor del robot siente”, dijo a CNN.

Si vemos más adelante en el futuro, Winfield cree que los llamados robots de enjambre, grandes grupos de robots sencillos que trabajan juntos como insectos sociales, los que se pueden auto ensamblar y adaptarse al ambiente como lo hacen los seres vivos, podrían ayudar a los científicos a explorar nuevos mundos.

“Imagínese que los robots pueden volver a fabricar partes de ellos, ni siquiera podemos hacer eso en el laboratorio ahora, pero en teoría se puede uno imaginar robots que pueden adaptar su forma física así como su comportamiento para satisfacer un ambiente en particular… es casi como la evolución, excepto que estos son dispositivos mecánicos”, dijo.

Sin embargo, también cree que esta tecnología, así como los robots plenamente autónomos que puedan pensar por sí mismos, está bastante lejos.

“Este campo es por mucho un concepto que desarrollamos en el laboratorio, no esperaría tener a estos enjambres de robots en el espacio en un futuro cercano”, dijo.