Por Jethro Mullen, Suzanne Chutaro y Jack Niedenthal
Majuro, Islas Marshall (CNN) –
Un náufrago que afirma haber estado durante más de un año a la deriva en el Océano Pacífico dice que su fe en Dios lo ayudó a sobrevivir la terrible experiencia. Pero hubo momentos en los que quería que todo acabara, explicó.
Hubo muchos momentos deprimentes, dijo: cuando no tenía comida ni agua, o cuando el adolescente que lo acompañaba murió de hambre.
El hombre, quien dice llamarse José Salvador Alvarenga, fue arrastrado por la corriente la semana pasada, en una embarcación seriamente dañada, hasta un remoto atolón de corales en las Islas Marshall. Afirmó que se había estado alimentando de peces y tortugas que había atrapado y había dependido de la lluvia para beber agua, y en ocasiones, bebió su propia orina.
Alvarenga dijo que estuvo perdido en el mar durante 13 meses, después de partir de las costas México, a miles de kilómetros al este. Quedan muchas preguntas acerca de cómo pudo haber vivido en su pequeño bote durante tanto tiempo, mientras iba a la deriva en el océano.
El martes, en una entrevista exclusiva, CNN le preguntó a Alvarenga cómo había sobrevivido tanto tiempo en el mar.
Señaló hacia arriba y dijo: “Dios … Mi fe en Dios”.
“Pensé ‘voy a salir de esto’”, dijo. “Salir, salir, salir”.
Pero también admitió que hubo momentos sombríos y comentó que consideró quitarse la vida.
“Quise hacerlo dos veces”, explicó, mientras simulaba cortarse la garganta. “Quería hacerlo con un cuchillo. Cuando no tuve agua ni comida, me di por vencido y tomé un cuchillo”.
Pero no se atrevió, según dijo, porque estaba “asustado.”
Durante el largo período de tiempo que estuvo en el mar, Alvarenga explicó que perdió la noción de la fecha y los días de la semana.
Él seguía el recorrido del sol en el cielo, comentó, señalando el movimiento con sus manos mientras hablaba.
“No sabía la fecha o el día, solo las horas”, explicó. “Solo cuando se hacía noche y cuando amanecía”.
‘Pronto lo tendremos de vuelta’
Las autoridades intentan determinar la veracidad de la historia de Alvarenga. El gobierno mexicano ha confirmado la identidad de Alvarenga y aclaró que él es de nacionalidad salvadoreña y que vivía en Tonala, en el estado de Chiapas.
Julio Camarena Villaseñor, el embajador de México en las Filipinas, informó el martes que Alvarenga continúa recuperándose en un hospital en las Islas Marshall, luego de haber sido encontrado en un “débil estado mental y físico”.
Será repatriado a El Salvador tan pronto como sea posible, una vez que obtenga autorización médica para viajar y posea la documentación correcta, declaró Camarena Villseñor. Todavía no se ha establecido un plazo definido para la repatriación.
Alvarenga es de Garita Palmera en El Salvador, donde CNN habló con algunos miembros de su familia.
Comentaron que no habían sabido de él desde hacía unos ocho años, y pensaban que podría haber muerto. Allí tiene una hija de doce años que no recuerda a su padre.
“Mi corazón me decía que mi hijo no estaba muerto, pero pensaba en eso tan a menudo, que había comenzado a perder la fe”, dijo Julia Alvarenga, su madre.
“Espero en Dios que mi hijo no esté muerto. Primero Dios, mi hijo está vivo. Y algún día lo veremos de nuevo. Estoy muy feliz luego de saber que está vivo y que pronto lo tendremos de regreso”, expresó su padre, Ricardo .
Pero saber por lo que su hijo ha pasado les trae sentimientos de tristeza, agregó.
“La última vez que lo vimos, no queríamos que se fuera”, dijo su padre. Se encuentra ‘mucho mejor de lo esperado’
Alvarenga fue encontrado el jueves el apartado Atolón Ebon, a 22 horas de viaje en bote desde Majuro, la capital de las Islas Marshall.
El atolón más al sur de las Islas Marshall, Ebon, solo tiene 3,5 kilómetros cuadrados de tierra, una línea telefónica y no cuenta con servicio de Internet. El avión del gobierno que atiende el atolón no estaba funcionando, así que Alvarenga no llegó a Majuro sino hasta el lunes en la mañana.
Las personas en la isla donde fue encontrado el jueves dicen que el bote de fibra de vidrio de 7,9 metros estaba en muy malas condiciones, cubierto de pecebes y con la caparazón de varias tortugas en la cubierta.
Un video de Majuro muestra a Alvarenga caminando sobre la tarima de un barco del gobierno hacia una una ambulancia que lo estaba esperando. Mientras saludaba a quienes estaban reunidos alrededor del muelle, él era atendido por un asistente médico mientras caminaba. Desde adentro de la ambulancia hizo una señal de aprobación antes de que ésta empezara a avanzar.
“Él está en mejores condiciones de lo que uno esperaría después de tal odisea”, dijo Tom Ambruster, embajador de los Estados Unidos en las Islas Marshall.
Perdió a su compañero
Alvarenga dijo que había salido del pueblo mexicano de Costa Azul, según Reynaldo Aguilar Martínez, subsecretario del estado de Chiapas. Él afirma haber salido para lo que se suponía iba a ser una expedición de un día con el fin de cazar tiburones el 21 de diciembre de 2012.
Alvarenga dijo que él y un compañero adolescente perdieron el curso a causa de los vientos del norte y después quedaron atrapados en una tormenta; con el tiempo, los motores dejaron de funcionar.
Ellos no tenían señal de radio para dar información sobre la situación en la que se encontraban.
Según Anjenette Kattil, del Ministerio de Relaciones Exteriores de las Islas Marshall, Alvarenga dijo que cuatro semanas después de estar a la deriva el perdió al joven debido a que él se rehusó a comer pájaros crudos. No hay detalles respecto a qué fue lo que Alvarenga hizo con el cuerpo del joven.
Las autoridades no dudan la historia
Si la historia de Alvarenga resulta ser cierta, el viaje a través del Pacífico lo habría llevado a él por aproximadamente 6.700 millas (10.800 kilómetros) de mar abierto antes de terminar en las Islas Marshall, casi la mitad de la distancia entre Hawái y Australia, en el Pacífico norte.
Funcionarios en las Islas Marshal dicen que no tienen razón para dudar de lo que el ha dicho, indicó Camarena Villaseñor de México.
Un viaje tan increíble no es algo extraño en la pequeña nación del Pacífico, ya que tres pescadores mexicanos también quedaron a la deriva en 2006 durante nueve meses. Aquellos hombres vivieron de los peces que atrapaban y del agua de la lluvia, y leían la Biblia en busca de consuelo.
Las condiciones en el Pacífico hacen que la cronología del viaje de Alvarenga sea convincente, según Judson Jones, un productor de CNN Weather.
Jones indicó que las corrientes entre México y las Islas Marshall habrían llevado a un bote más o menos 27 millas (42 kilómetros) al día. Eso significaría que el viaje tomaría 208 días si el barco permaneciera en la corriente. Pero Jones dijo que un viaje en el que el bote iba sin rumbo fijo dentro y fuera de las corrientes era más probable, por lo que el viaje de 13 meses resulta verosímil.
Los periodistas Suzanne Chutaro y Jack Niedenthal informaron desde Majuro y Jethro Mullen, de CNN, escribió desde Hong Kong. Brian Walker, Brad lendon, Khunshbu Shah, Radina Gigova, Rafael Romo, Gustavo Valdes y Nick Parker contribuyeron a este reportaje.