Por Suzanne Chutaro, Jack Niedenthal y Jethro Mullen

MAJURO, Islas Marshall (CNN) — José Salvador Alvarenga, el misterioso náufrago que apareció en las Islas Marshall la semana pasada, salió del hospital en el que permanecía desde el jueves por las preocupaciones de que su salud se estaba deteriorando.

Los médicos informaron que estaba severamente deshidratado, sin suficientes vitaminas y sufría de hinchazón en las piernas.

Alvarenga, cuya historia de sobrevivencia 13 meses a la deriva en el océano Pacífico ha causado fascinación y escepticismo, dejó el hospital este viernes y ahora se aloja en un hotel en Majuro, la capital del archipiélago.

Las autoridades del hospital no proporcionaron información actualizada sobre su estado. Pero el médico Franklin House, un estadounidense jubilado que trabaja en el hospital y ha pasado tiempo con Alvarenga, dijo que estaba preocupado por el estado de los riñones del náufrago.

Alvarenga es salvadoreño y había estado viviendo en México antes de que se perdiera en el mar, arrojado por las olas hasta las Islas Marshall hace más de una semana. En los días pasados su estado mejoró lo suficiente como para que él fuera dado de alta del hospital.

Pero después de que su salud dio un giro y empeoró, el jueves los planes para su repatriación a El Salvador fueron pospuestos.

House, que no es el médico tratante de Alvarenga, dijo que el náufrago se había quejado con él de dolor en los riñones desde su llegada al hospital.

El médico de 78 años, que habla español, dijo que sospecha que Alvarenga está sufriendo de escorbuto como consecuencia de su mala alimentación, y que los edemas están causando la hinchazón y el dolor en sus piernas.

Alvarenga dijo que sobrevivió durante meses en el mar gracias al consumo de pescado crudo y tortugas. Dice que tomó agua de lluvia y su orina como fluidos.

Su historia ‘es probable’

Las afirmaciones de Alvarenga han cosechado un escepticismo generalizado acerca de cómo podría haber sobrevivido durante 13 meses a la deriva en el Pacífico. Pero a partir de lo que los funcionarios han dicho, no hay ninguna razón para dudar de él.

“Las investigaciones sobre la historia del señor Alvarenga hasta ahora han sido confirmadas”, dijo el jueves Phillip Muller, el ministro de Relaciones Exteriores de las Islas Marshall.

Cristiano Arcilla Mendoza, diplomático mexicano que trabaja en el caso de Alvarenga, dijo que el náufrago era un trabajador indocumentado en México, pero que “lo que nos ha dicho acerca de su identidad, hasta el momento, ha sido verdad”.

“La principal pregunta ahora es cuánto tiempo estuvo en el mar”, dijo.

Arcilla Mendoza dijo que “es probable” que Alvarenga realmente se perdiera en el mar desde diciembre de 2012, como el náufrago ha dicho.

Si la historia de Alvarenga resulta cierta, el viaje a través del Pacífico le habría tomado un recorrido de aproximadamente 10,800 kilómetros de mar abierto antes de terminar en las Islas Marshall, a mitad de camino entre Hawai y Australia, en el Pacífico norte.

El otro hombre

Alvarenga dijo que se embarcó en un viaje de pesca desde el puerto de Paredón Viejo, México, cerca de la ciudad costera de Tonalá, Chiapas.

Dijo que él y otro hombre tenían la intención de pasar el día tratando de atrapar tiburones, pero perdió su rumbo por los vientos y luego quedó atrapado en una tormenta. Con el tiempo perdió el uso de sus motores.

Bellarmino Rodríguez Beyz, el dueño de la barca que usaba Alvarenga en México, identificó al compañero de pesca como Ezequiel Córdova, de 23 años.

Alvarenga dijo que cuatro semanas después de quedar a la deriva, su compañero murió de hambre porque se negó a comer las aves crudas y tortugas. Eventualmente, él tiró el cuerpo por la borda.

“¿Qué otra cosa podía hacer?”, dijo Alvarenga.

Una familia en duelo

En tanto, en el poblado mexicano de El Fortín, la familia de Córdova está inconsolable. Más de un año después de que el joven desapareció, su madre está de duelo por su muerte.

“El dolor es tan grande, no puedo explicarlo”, dijo la madre de Córdova. “Perder un hijo es la cosa más difícil de soportar en la vida”.

El hermano de Córdova, dijo que el hombre de 23 años se hizo cargo de su familia, y por eso se convirtió en un pescador, con la esperanza de ganarse una vida mejor.

“Mi hermano era bueno, él era responsable de mi madre”, dijo. “De hecho, trabajó en el mar por ella. Quería superarse. No quería ser pobre, como nosotros”.

Ahora que la madre de Córdova sabe que su hijo está muerto, ella quiere respuestas.

“Como madre, exijo que las autoridades me permitan hablar con el sobreviviente”, dijo ella. “Sólo así puedo saber lo que pasó, y lo que hizo con el cuerpo de mi hijo. Merezco saber la verdad.”

Suzanne Chutaro y Jack Niedenthal reportaron desde las Islas Marshall; Jethro Mullen, Holly Yan y Nick Parker colaboraron para este reporte.