Por Maria Santana

(CNN) – En 2016, los votantes latinos podrían tener suficiente peso político como para hacer o deshacer a cualquier candidato a la presidencia.

Si la Casa Blanca está organizando el gran baile, los latinos tienen en sus manos la lista de invitados en la puerta principal, y si un candidato no está en la lista VIP, no habrá fiesta en el Despacho Oval.

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Pero, ¿cómo obtienes una invitación? Ésta es una pregunta que, en años recientes, ha desconcertado a muchos aspirantes al cargo, particularmente a los republicanos.

De acuerdo, no es tarea fácil. En primer lugar, no hay una estrategia que se adapte a todos los gustos. Los latinos no son monolíticos. Hay grandes variaciones socioeconómicas, de educación, culturales y demográficas que existen entre y dentro de los grupos étnicos latinos.

Un enfoque que podría funcionar con los dominicanos podría no resultar con los colombianos. Un sombrero y un jíbaro pueden ser ambos sombreros, pero hay que tener cuidado con que un candidato lleve puesto el equivocado al festival por el Día de la Independencia de México o al desfile del Día de Puerto Rico.

Esto es lo que algunas personas han hecho, o han dejado de hacer, para ganarse el aparentemente tímido, pero que no se deja engatusar fácilmente, voto latino. Llámalo, si quieres, “La guía de los políticos para atraer a los latinos”.

Aprende español  

“Hola Newo Yorko! El stormo grande is mucho dangeroso”, leía el primer tuit de @ElBloombito, una popular cuenta de parodia cuyo objetivo era burlarse del álter ego hispanohablante del exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, Miguel Bloombito.

Bloomberg, un republicano que se volvió independiente, a menudo era objeto de burlas por su pronunciación en español, o falta de ella. Aun así, a pesar de sus intentos frecuentemente destrozados y a menudo divertidísimos, por comunicarse con los residentes hispanohablantes de la ciudad, Bloomberg encontró una forma de conectarse.

Los neoyorquinos latinos no siempre están de acuerdo con las políticas del franco alcalde multimillonario, pero apreciaron sus esfuerzos y los encontraron simpáticos.

“No había nada más divertido que ver a Bloomberg en una conferencia de prensa en español”, dijo Luis Miranda, socio director en MirRam Group, una firma de consultoría polítixa, “pero ahora, ese es el estándar para la mayoría de conferencias de prensa en la ciudad de Nueva York”.

A pesar de un electorado abrumadoramente demócrata, en 2009, los latinos le dieron a Bloomberg casi la mitad de los votos en una carrera inesperadamente cerrada en contra del demócrata William Thompson Jr.

“Los latinos, incluso aquellos que dominan el inglés, lo ven como una señal de ‘respeto’”, dijo Miranda. “Un par de palabras en español pueden tener un gran efecto; ¡la fluidez es oro!”

El presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, también señaló recientemente que hablar español, si bien no es esencial, ciertamente sería un plus para cualquier candidato presidencial en las elecciones de 2016. Él anunció que el Partido Republicano está dispuesto a gastar 10 millones de dólares para llegar a los votantes latinos.

Sin embargo, toma en cuenta esta advertencia: usa esta estrategia sabiamente. No puedes solo ponerle un suéter a un chihuahua, llamarlo tequila y lograr que una sexy latina comente algo respecto a tus partes privadas, incluso si lo hace en español.

Tim Donnelly, el candidato republicano a gobernador de California y la actriz latina que presentó en un polémico anuncio de su campaña que hizo justamente eso, solo logró generar un torrente de críticas por parte de la comunidad latina.

Conoce a la familia  

Los latinos tienden a tener fuertes vínculos familiares. Muchas de las reuniones familiares giran en torno a la comida, y normalmente, llega todo el clan, hayan sido invitados o no.

Entonces, no es de sorprenderse que durante su campaña de reelección en 2012, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie haya pasado mucho tiempo en Unión City, hogar de la población hispana más grande del estado.

Ya fuera bebiendo un cortadito cubano, respondiendo a las preguntas de los votantes, o anunciando una importante iniciativa en muchos de los restaurantes del área, Christie se enfocó enérgicamente en los latinos, y encontró una forma significativa de obtener su voto: hazte presente, escucha y siempre responde “sí” cuando alguien te ofrece un cafecito.

Christie ganó el 51% del voto latino, una mejora del 19% en un lapso de cuatro años, para derrotar a la demócrata Barbara Buono y su compañera de fórmula hispana en un senado demócrata.

“Los candidatos más exitosos se hacen presentes en las comunidades hispanas y no esperan hasta el inicio de la campaña. Christie trabajó en un compromiso con los latinos durante años”, dijo Bob Quasius, presidente del grupo nacional latino, Café Con Leche Republicans.

Luego de su victoria, Christie dijo: “Muéstrame otro republicano que haya ganado el voto latino recientemente. Se trata de las relaciones”.

Esto fue tan así, que a pesar de los escándalos recientes que han hecho tambalear a la administración de Christie, la mayoría de latinos ha dicho que por ahora, siguen respaldando al gobernador republicano.

Sin embargo, al otro lado de la moneda, tenemos al “Taco Mayor”, Joseph Maturo, de East Haven, Connecticut, quien nos enseñó una lección de no hablar de comida en una discusión sobre latinos.

Cuando le preguntaron qué haría por la comunidad hispana luego de que cuatro oficiales de la policía de East Haven fueran arrestados por discriminación y abuso en contra de los latinos, Maturo respondió: “Podría comer tacos cuando llegue a casa. Todavía no estoy seguro”.

Unos días después, grupos comunitarios que habían sido ofendidos, enviaron cientos de tacos a su oficina.

Háblale al corazón  

Entonces, ahora que te has hecho presente y has aprendido algunas frases en español, es momento de hablarle al corazón.

“Para los latinos, la inmigración es un asunto que está ‘prendido en nuestro corazón’”, dijo Miranda.

Una gran mayoría de latinos son inmigrantes o lo fue alguien de su familia una o dos generaciones atrás. Se espera que los inmigrantes y sus hijos conformen hasta el 93% del crecimiento de la población en edad trabajadora en Estados Unidos entre ahora y 2050, según un informe realizado en 2008 por el Centro de Investigaciones Pew.

Por lo tanto, un pretendiente exitoso, es decir, un político, será aquél que aborde este asunto emocional.

“Predigo que cualquier candidato que no apoye un proyecto de ley de inmigración que prepare un camino hacia la ciudadanía no logrará avanzar en el electorado latino”, dijo Miranda.

En 2012, el presidente Barack Obama hizo que la reforma migratoria fuera un enfoque en su campaña e introdujo iniciativas que aligeraron las políticas de deportación para los inmigrantes jóvenes indocumentados.

Ese año, ganó un 72% del voto latino, aunque recientemente el presidente ha sido criticado por no lograr cumplir con una exhaustiva reforma migratoria y por deportar a casi 2 millones de personas desde que tomó el cargo.

Los republicanos, sin embargo, han luchado, en su mayoría, al permitir que el ala más conservadora de su partido controle el mensaje.

“Una pequeña minoría de republicanos utiliza retórica respecto a la inmigración que aleja a muchos votantes hispanos, y debido a que esta minoría es particularmente estridente, a menudo son percibidos como la voz del Partido Republicano”, dijo Quasius.

Fue George W. Bush, el último presidente republicano que ganó una parte importante del voto latino, quien estableció el estándar para conquistar los corazones de los latinos. En 2004, redactó una exhaustiva iniciativa de inmigración que tenía el balance perfecto entre las leyes de inmigración y la compasión humana.

“No deberíamos estar conformes con leyes que castigan a personas trabajadoras”, dijo Bush en aquel entonces, “llegó el tiempo de una política de inmigración que permita que hayan huéspedes trabajadores temporales… que rechace la amnistía… y le cierre la frontera a traficantes de droga y terroristas”.

Esto, aunado a una enorme campaña de alcance a los latinos llamada “Viva Bush”, tiene a los líderes del Partido Republicano de hoy interesados en el manual de estrategias de George W. Bush.

Sin embargo, habiendo dicho eso, expresar una profunda preocupación por la difícil situación de los inmigrantes no debería venir con una invitación para “auto deportarse”, como lo sugirió el excandidato presidencial republicano, Mitt Romney.

Romney obtuvo la menor cantidad del voto latino que cualquier otro candidato presidencial del Partido Republicano desde 1996: un 27%.

Cuídate de “con quién andas…”  

Hay una frase popular en español que dice “dime con quién andas y te diré quién eres”.

Únicamente dominar los primeros tres pasos no es suficiente, como lo evidencia el senador republicano por Florida, Marco Rubio.

A primera vista, parece ser la pareja perfecta para el baile: habla español, probablemente disfruta de un buen plato de pernil (platillo cubano que consiste en cerdo asado) y recientemente ha apoyado la reforma migratoria. No lo perjudica que sea sumamente bien parecido y posea un encanto juvenil.

Aun así, los latinos no han aceptado a Rubio del todo.

Él era un favorito del Tea Party y a veces, adoptaba posiciones que los latinos consideraban extremas en asuntos que los preocupaban, y esto ha llevado a que muchos lo etiqueten de traidor.

Presente.org, una organización hispana de defensa, formó una campaña en línea llamada “No Somos Rubios” (en inglés “We Are Not Rubios”). Y los blogueros latinos le han puesto a Rubio el sobrenombre de Mark Blond. Blond, en español, significa rubio.

Antes de mostrar su apoyo hacia un proyecto de ley de reforma migratoria, Rubio se opuso a las medidas que no aseguraran primero la frontera e hicieran valer de forma más estricta, las leyes que estaban vigentes. También ha apoyado iniciativas que promueven el inglés como el idioma oficial del país.

“Las personas con las que te asocian es un punto clave en la política. Quieres que te asocien con respectados líderes latinos y con validadores de nuestra comunidad”, dijo Miranda.

Sin embargo, algunos dicen que los latinos pueden ver imágenes de Rubio realizado en las protestas del Tea Party a tiempo para las próximas elecciones.

“Ha sido solo recientemente que Rubio se hizo presente el escenario nacional, pero ha mostrado un tremendo liderazgo en cuanto a la reforma migratoria. Creemos que ganará terreno entre los votantes hispanos si entra a la carrera y se da a conocer más, dijo Quasius.

Rubio también ha mostrado señales de estar en problemas con el Tea Party, el cual recientemente lo calificó de cambiar su política en su papel central para alcanzar la reforma migratoria, la cual proveería acceso a la ciudadanía para muchos de los aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.

Un Judas para los latinos y un traidor para los miembros del Tea Party. ¿Quíén escogerá a Rubio como su pareja de baile? Eso aún está por verse.

Vive la vida  

Por último, vive la vida, lo cual en esencia significa que hay que divertirse un poco.

Los políticos tienen pocas oportunidades de mostrar su lado más relajado y fiestero, pero los votantes parecen valorar estos momentos genuinos e improvisados.

Ve a Hillary Clinton, por ejemplo. En la agonía de una incierta y posiblemente menguante campaña presidencial primaria en 2008, se dirigió a Puerto Rico.

Obama superaba a la ex primera dama en las encuestas en la mayoría de los estados clave restantes, así que Clinton decidió deshacerse de su tradicional traje de chaqueta y pantalón, se puso una blusa de colores alegres, y disfrutó el momento al ritmo de salsa y brindando con sus nuevos amigos.

Ese mismo fin de semana, Obama también estuvo en la isla, pero dedicó su tiempo a estrechar manos, felicitar a los veteranos y marchar con sus partidarios.

Clinton, por otro lado, literalmente se soltó el cabello, se sumergió en la cultura local y le mostró a todos un poco de su lado humano. Aunque no ganó en última instancia, reclamó una victoria primaria de 2 a 1 frente a Obama entre los votantes hispanos tanto en la isla como en tierra firme.

Sin embargo, la clave aquí es hacerlo con estilo.

Cuando el excandidato demócrata para la alcaldía de Nueva York, Anthony Weiner, se dirigió el año pasado al Desfile Dominicano vistiendo una guayabera, una camisa de hombre popular en Latinoamérica, y pantalones rojos mientras corría por ahí con un megáfono, muchas personas lo tacharon de ridículo.

Hay algo que se conoce como esforzarse demasiado, y en el caso de Weiner, en realidad vestir pantalones no debería haber sido lo que puso a “Carlos” en peligro.