Por Tom Foreman

(CNN) — Como casi siempre ocurre en las grandes confrontaciones internacionales, en Ucrania está desarrollándose un problema complicado en la que nadie ha delineado una aceptable y razonable rendición para todos los bandos.

Rusia no entró a Crimea solo para mover sus tanques en reversa e irse a casa. El gobierno ucraniano no pueden tolerar una apropiación de territorio a 643 kilómetros de Kiev.

Y las grandes potencias occidentales, incluyendo a Estados Unidos, han levantado tantas amenazas y objeciones que se verían débiles, deshonestas o ambas si nada se hace ahora.

Así que veamos algunas opciones que se han propuesto de parte de muchos de nuestros analistas en CNN.

Ir a las armas

Esta es una buena opción para desechar primero, porque nadie la quiere. La ayuda foránea y sostenida para Ucrania sería diezmada por el oso de Rusia. Los rusos están mejor entrenados, mejor equipados y mejor financiados. Por virtud de su geografía y su marina superior, ellos empezarían la pelea con Ucrania rodeada en un 60% por fuerzas hostiles. Pero Rusia también tiene una razón para mantener las armas enfundadas.

Hacer del este de Ucrania un campo de batalla interrumpiría la industria, agricultura así como las ventas de petróleo y gas en la región durante años. De igual manera, una batalla campal podría atraer a otros bandos, y entonces se podría empezar una discusión sobre una posible Tercera Guerra Mundial.

Rusia se retrae

Poco probable que ocurra. La nación rusa no entró a Crimea como pasatiempo de fin de semana. Los rusos tienen importantes bienes que proteger, y eso no precisamente se refiere al 60% de la población de Crimea que creció hablando ruso. Hicieron alarde de la flota del Mar Negro que está en el puerto Sebastopol para tener acceso todo el año (a través de Estambul) a las cálidas aguas del Mediterráneo.

Podría decirse que el miedo de perder la ruta a un gobierno ucraniano poco amigable fue lo que hizo que Rusia llegara a Crimea en primer lugar.

Rusia se retrae con algunas condiciones

Más probable. ¿Cuáles serían las condiciones? Crimea vota para separarse de Ucrania y se vuelve una nación semi-independiente con gran afecto para Rusia (se lee: un estado títere listo para hacer lo que Moscú quiera).

O Rusia obtiene un acuerdo permanente para hacer que Sebastopol se vuelva territorio ruso, como el acuerdo que Estados Unidos tiene con la Bahía de Guantánamo en Cuba. De cualquier manera, Rusia niega que haya tenido un plan para todo esto incluso cuando las misteriosas tropas en la península desaparecieron, el resto del mundo se queja y Ucrania regresa para tratar de pagar sus deudas.

Rusia avanza

No contento con Crimea y deseoso de mostrar a Kiev con quién están lidiando, los rusos acechan alrededor de la frontera y toman la mayor parte del este de Ucrania. Nadie sabe si este es parte de los planes del presidente de Rusia, Vladimir Putin, pero si ocurre… vea la opción 1.

El mundo de Occidente se mete a la jugada

La Casa Blanca pretende querer un esfuerzo unificado en la que las naciones alrededor del mundo usen sus fuerzas políticas y económicas para castigar a Rusia y dejan triunfante al nuevo gobierno ucraniano.

El problema es que varios países grandes se muestran renuentes a tomar esa vía, y a menos de que todos estén en la misma página, cualquier sanción sería debilitada. Y aunque fue golpeada fuertemente en 2008 por la recesión, Rusia no es Siria, Irán o Corea del Norte. Esta es una gran nación que raramente podría ser adelgazada ante cualquier monto de presión.

Hay muchas otras posibilidades, pero la sabiduría convencional dice que estas son las opciones más viables en este momento.

¿El peligro más grande? Todos están equivocados… y algunas opciones no previstas e incontrolables emergen, haciendo que la situación empeore.