CNNE 158606 - en pleno 2014 algunas madres son despedidas si piden permiso para cuidar a su hijo por alguna circunstancia-

Por Ellen Bravo

Nota del editor: Ellen Bravo es directora ejecutiva del consorcio Family Values @ Work, una red apartidista sin fines de lucro de 21 coaliciones estatales y locales que colaboran para implementar políticas como incapacidades pagadas y seguros durante los permisos de maternidad.

(CNN) — Yo digo “es una buena madre”.

Tú dices: “Es cálida, amorosa, paciente, generosa, protectora, sabia, ¿cómo lo hace?”, y muchas cosas más.

La única palabra que no surge en esta libre asociación de ideas es: ‘despedida’.

Sin embargo, en pleno 2014, ser buena madre puede costarte el empleo.

A Rhiannon Broschard, de Chicago, la separaron de su cargo cuando las escuelas públicas cerraron porque hacía demasiado frío y era peligroso que los niños salieran. Broschard sabía que no podía dejar solo en casa a su hijo con discapacidad y llamó a su trabajo para decir que no iría. Su gerente se mostró comprensivo. Sin embargo, al día siguiente, un representante de la empresa le llamó para informarle que la habían despedido por “abusar” de la política de asistencia de la empresa. Si otras personas habían ido a trabajar, ¿por qué ella no?

Es difícil ver que el ser una buena madre y velar por el bienestar de tu hijo se considera abuso.

Brenda, de Milwaukee, perdió su empleo tras dar a luz. Su patrón tenía menos de 50 empleados, por lo que no entraba en el supuesto que se contempla en la Ley de Licencias Familiares y Médicas, con la que Brenda habría tenido un permiso sin goce de sueldo de hasta 12 semanas para cuidar de su recién nacido. Aunque la Ley contra la Discriminación en el Embarazo señala que los patrones no pueden despedir a alguien por estar embarazada, no les exige que respeten el puesto de una madre que se recupera del parto a menos que su ausencia se deba a otra clase de incapacidades médicas. Tratar mal a todos, como hicieron con Brenda, muchas veces es perfectamente legal.

De hecho, casi uno de cada cuatro empleados dijo a los investigadores que los habían despedido o habían amenazado con despedirlos luego de haberse tomado tiempo para cuidar de sí o de un ser querido.

Como te lo recordará Amy Crosby en su blog, muchas mujeres terminan desempleadas porque su patrón se niega a hacer una simple concesión cuando están embarazadas. Crosby era afanadora en un hospital en Florida y en su caso, eso significaba que debía evitar levantar cosas pesadas. Para otras, las concesiones implican conseguir un banco para sentarse o tomar más recesos para ir al baño.

Cuando piensas en las características de una buena madre, tampoco surgen las palabras indigente ni bancarrota. Sin embargo, muchas mamás como Shelby Ramirez, de Denver, se dan cuenta de que no pueden pagar sus deudas tras haber pasado unas cuantas semanas sin obtener ingresos porque están cuidando a un padre, a un hijo o a ambos.

Me vienen a la mente muchas palabras cuando escucho sobre situaciones como estas: indignante, antifamiliar, malo para la economía, ¿cómo se han salido con la suya durante tanto tiempo?, por mencionar solo unas cuantas.

Las madres que han perdido su empleo tienen su propia forma poderosa de describir la experiencia. Broschard dijo: “Me hizo sentir desechable, que no valoraban el tiempo que había dedicado a la empresa”. Crosby dijo que la falta de consideración la hizo sentir “desesperanzada”.

Sus experiencias tal vez impulsaron a muchas madres como Broschard, Crosby y Ramirez a involucrarse con un movimiento que pretende lograr que se implementen nuevas reglas laborales. Conocen o saben que existen buenos patrones que aplican estas políticas, no solo porque es lo correcto, sino porque en suma es bueno. Propician una mejor salud pública e individual y una mayor seguridad económica para las familias, las empresas y el país.

Sin embargo, estas mujeres también entienden que no todas las empresas tienen buenas políticas, así que debe haber leyes que brinden un mínimo de protección para todos. Ahora luchan por que se creen leyes estatales o federales que hagan obligatorias las incapacidades pagadas, el trato justo para las empleadas embarazadas, acceso extendido a los permisos familiares y médicos y la creación de un fondo conjunto para que sea viable económicamente.

Su activismo ha dado a estas mujeres nuevas palabras que quieren transmitir a otras madres.

“Yo lo pensé, así que ellas probablemente piensen: ‘Nuestro empleo es de salario bajo, ¿quién nos va a hacer caso?’”, dijo Crosby. “Quiero que sepan que tienen que defenderse y crear un cambio”.

Broschard me dijo que ha compartido su historia “para que las otras mamás que están pasando por una situación parecida, que están en dificultades, que van a la escuela, que son solteras, que no tienen dinero suficiente, (sepan) que no están solas. Todas pasamos por dificultades, pero luchamos para construir una vida mejor para nuestros hijos”.

“Quiero que (mi hijo) sepa que no hice nada malo en esta situación. Quiero que sepa que hay mucha gente como mamá. Quiero que sepa que soy fuerte y que puede seguir mi ejemplo”.

Eso es ser una buena madre.