(CNN Español) – El viernes pasado, la Conferencia Episcopal Argentina emitió un documento en el que señala que el país está “enfermo de violencia”.
La presidenta Cristina Fernández negó estas acusaciones y sin aludir directamente a la Iglesia dijo que hay quienes quieren reeditar viejos enfrentamientos.
En el documento, la Conferencia Episcopal alude a la creciente inseguridad, al narcotráfico, corrupción y a otras formas de agresiones.
“Lo que planteamos como preocupación es que percibimos como nuestra sociedad está pasando una especie de tiempo de enfermedad de violencia, dónde esta violencia se manifiesta tanto en el destrato verbal, los insultos, en algunas situaciones de violencia doméstica, de violencia escolar y distintas situaciones de injusticia que también expresan violencia y a la cual muchas veces nos acostumbramos”, dijo el monseñor Jorge Lozano.
En el escrito, los obispos dicen que los delitos han aumentado en los últimos años, que la justicia es lenta e ineficaz y que no funciona la política carcelaria actual.
La presidenta Fernández se refirió al asunto el sábado durante la conmemoración en uno de los barrios más desfavorecidos de Buenos Aires del 40 aniversario de la muerte del sacerdote Carlos Mugica, asesinado presuntamente por fuerzas paramilitares.
“Miré las tapas de los diarios, como lo hago todas las mañanas, y vi que alguien resumía o decía ‘hoy la Argentina es una Argentina violenta’. Me di cuenta que querían reeditar viejos enfrentamientos. Que nadie más permita dividir al pueblo de dios. Porque cada vez que se dividió al pueblo de dios masacraron a sus ovejas”, dijo la mandataria.
El pronunciamiento de la iglesia se produce luego la consternación por tres hechos de violencia escolar, entre ellos el caso de una menor de 17 años que perdió la vida tras ser presuntamente agredida por sus compañeras.
Daniel Scioli, posible candidato presidencial y gobernador de la provincia de Buenos Aires, distrito que se encuentra bajo emergencia por la inseguridad ciudadana, dijo que escucha con atención el mensaje de la iglesia, pero aseguró que el concepto que alude al país como enfermo de violencia genera controversia.