Por Sheena McKenzie, para CNN
(CNN) – Físicos atractivos, ingresos multimillonarios, estatus de celebridades… y eso es solo las mujeres.
Cuando estás saliendo con uno de los mejores futbolistas del mundo, la presión por ser “perfecta” es enorme.
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En la respuesta del fútbol a Hollywood, el escrutinio que los medios tienen sobre los jugadores es intenso. Y los paparazzi están igual de ansiosos por obtener imágenes de sus Esposas y Novias… apodadas “WAG” (por sus siglas en inglés) por los tabloides británicos.
Las imágenes se capturan incluso con más intensidad durante la Copa del Mundo, tal como Nancy Dell’Olio, ex pareja del director de Inglaterra, Sven-Goran Eriksson, lo descubrió con desventajas.
“Es bastante sexista y en muchos casos, no es del todo justa, la forma en que ven a las parejas”, dijo la glamorosa abogada italiana-estadounidense de 52 años de edad, en su musical acento europeo.
“Fue bastante indiscreto, e independiente de mi voluntad”, añadió Dell’Olio, quien durante casi una década vio cómo su relación de alto perfil se desarrollaba frente a las primeras y últimas planas de la prensa.
“Pero cuando estás junto a una personalidad tan importante en el fútbol, ese papel te absorbe”.
Como ocurre con todos los grupos sociales, había una jerarquía WAG.
“Hay una diferencia entre si eres la pareja del director, y si eres la pareja del futbolista”, dice Dell’Olio en medio de sorbos de té de jengibre, en el elegante Club at the Ivy en Londres.
“Siempre fue ‘Nancy Dell’Olio más cualquier otra de las que podrías llamar WAG’”, añade con una ceja levantada. “Así que de este modo, yo me distinguía bastante; nunca fui parte de ese mundo”.
Tiene el físico
Es un mundo de brillantes mujeres con hábitos de compras tan costosos como sus cuerpos, si crees los estereotipos que se establecen en las revistas de celebridades.
La verdad es que las parejas enfrentan enormes presiones para vivir según los ideales de muñecas Barbie de lo que es la belleza.
“Nadie quiere ser la WAG fea”, dice la autora y columnista de periódico “The Secret WAG”, esposa de un jugador inglés que ha mantenido su identidad oculta, mientras revela los funcionamientos internos de su lujoso estilo de vida.
“Nos presionan tanto para vernos tan perfectas como sea posible. Todas luchamos por ser las más delgadas, las más bonitas, las que tengan el mejor cabello”.
El implacable impulso por la perfección viene de un temor a que “las cambien por una modelo nueva” cuando llega la tentación, dice.
“Por lo general, son nuestras propias inseguridades, porque sabes que los futbolistas no tienen tan buenas reputaciones. Hay tantas historias de intimidades en los periódicos, y todos vivimos con temor a que eso nos vaya a pasar.
“Hoy en día, los futbolistas no son solo tipos que patean una pelota. Son celebridades. Salen con actrices y supermodelos.
“Para las chicas normales que no tenemos carreras bajo la mirada del público”, se trata de una presión enorme para vivir con ello”.
Súper pareja
Eso no quiere decir que las parejas de los futbolistas sean simplemente lindos accesorios; en algunos casos, son incluso más famosas que sus galanes deportistas.
Victoria Beckham y Shakira no necesitan depender de sus amantes de alto perfil, David Beckham y Gerard Piqué, para tener sus propias carreras musicales exitosas.
Aunque sí ayuda.
“El libro de Coleen Rooney ha vendido más copias que el de su esposo, Wayne”, dijo Alison Kervin, editor deportivo del periódico británico Mail on Sunday y autor de “WAGs at the World Cup”.
“Realmente es un fenómeno interesante de entender, porque ella solo es famosa porque está saliendo con un exitoso jugador de Inglaterra”.
¿Historia de Cenicienta?
Debido a que los mejores jugadores ganan más de 70 millones de dólares al año, salir con uno puede ser un boleto instantáneo a la fama y fortuna.
“Un futbolista te podría llevar de un mundo donde vives una existencia básica en la vivienda social, a vivir en una mansión multimillonaria y viajar por el mundo”, dice Kervin.
“Tiene un factor de Cenicienta implícito, y creo que eso es lo que nos atrae tanto”.
Quien ya era una exitosa abogada especialista en propiedad para cuando conoció a Eriksson, Dell’Olio en absoluto es un ejemplo de haber pasado de la pobreza a la riqueza.
Pero desde que sale con el sueco, se ha convertido en una celebridad británica por derecho propio; ha sido anfitriona del programa de televisión “Footballers Cribs”, ha aparecido en “Strictly Come Dancing” y pronto presentará su propio espectáculo humorístico en el festival Fringe de Edimburgo.
Ella admite que la relación “probablemente contribuyó” a impulsar su perfil público.
“Pero no es solo eso”, dice la impecable emprendedora vestida con un traje sastre de falda color limón, y con su espeso cabello recogido.
En cuanto a la sugerencia de que las mujeres se involucran con futbolistas porque beneficiará su carrera, los ojos de Dell’Olio se abren en señal de horror.
“Creo que esa opinión es ridícula”, dice con altivez, al tiempo en que sus aretes tintinean.
“Y es negativo, porque probablemente hay muchos celos involucrados. Pero es un poco estúpido, si me permites decirlo”.
“Por supuesto solo se trata del amor. Cada pareja deberían estar juntos por amor”.
Dar y recibir
Salir con un futbolista no es una relación para los débiles, en la que las mujeres están en deuda con los clubes tanto como sus hombres.
Si eso significa abstenerse en la recámara antes de los juegos importantes, que así sea. “Es realmente injusto”, dice “The Secret WAG”.
“Toda mi vida de cierta forma ha girado en torno a seguir a mi esposo a donde vaya, tienes que prepararte y salir en incontables ocasiones cuando se cambia de club”.
“Pasé muchos años estudiando y nunca he estado en una situación donde pude darle un buen uso a todos esos años”.
“Siento como si constantemente vivo a la sombra de mi esposo, y requerí de mucha adaptación para aceptarlo”.
¿Fenómeno británico?
En ningún lugar se centra la atención de manera tan intensa en las vidas privadas de los jugadores que en el Reino Unido; este es “el país del chisme”, dice Dell’Olio.
La palabra “WAG” fue ingeniada por los tabloides británicos durante la Copa del Mundo de 2006, y desde entonces ha sido incluida en el diccionario Oxford.
En aquella época, se dedicó tanto espacio en las columnas de los periódicos a las compras compulsivas de Victoria Beckham y Cheryl Cole, como al mediocre desempeño de Inglaterra en Alemania hace ocho años.
“Creo que a Inglaterra no le estaba yendo particularmente, así que no había mucho qué informar, y las chicas solo salían de fiesta”, dice Kervin.
“Puedes criticar mucho a estas mujeres, y puedes analizar lo que le ocurrió al feminismo, pero la conclusión es que parece que la están pasando sumamente bien”.
Por muy glamorosas que parezcan estas mujeres, al final solo son “personas normales que están tratando de ser las mejores madres y esposas que puedan ser”, dice “The Secret WAG”.