(CNN) – La sorpresiva y humillante eliminación de Brasil sin duda dejó a todo el mundo atónito. Seguramente será lo más destacado del Mundial.
Pero no es la primera vez de una goleada abultada o un resultados inesperados para equipos históricos. Mira aquí los 12 partidos más sorpresivos de la historia de los mundiales:
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Brasil 1-7 Alemania (2014): una nación entera esperaba que su equipo llegara a la final en casa… pero sufrió la máxima humillación. Brasil, que buscaba ampliar su récord al ganar la Copa del Mundo por sexta ocasión, fue destrozado por un desenfrenado equipo alemán, que marcó cuatro goles en apenas seis minutos para llevar la delantera 5-0 antes de la primera media hora de juego en esta semifinal totalmente unilateral. Oscar consiguió anotar un gol, pero fue una instancia en la que se hizo muy poco, demasiado tarde. Fue la peor derrota de Brasil en una Copa del Mundo, superando la de la final de 1998 en la que perdieron 3-0 contra Francia.
Brasil 1-2 Uruguay (1950): no es la primera vez que Brasil ha sufrido tal decepción en su papel de anfitriones del torneo más importante del fútbol. El novelista brasileño Nelson Rodrigues escribió: “Nuestra catástrofe, nuestro Hiroshima fue la derrota frente a Uruguay en 1950”. Aunque tal vez resulta un poco exagerado, fue una enorme conmoción. En una Copa del Mundo con un formato en el que todos debían jugar contra todos, Brasil iba ganando un gol por cero en el partido decisivo, y parecía estar avanzando hacia la victoria solo para ser derrotado y dejar a una nación en lamento.
EE.UU. 1-0 Inglaterra (1950): en el mismo torneo (en la misma ciudad donde Alemania acabó con Brasil 64 años después) se esperaba que un equipo plagado de estrellas inglesas venciera a una alineación estadounidense de carteros y maestros de escuela. Joe Gaetjens, un haitiano que más adelante se creyó había sido asesinado por el pelotón de la muerte de Francois “Papa Doc” Duvalier, anotó el único gol para aturdir al mundo del fútbol.
Alemania Occidental 3-2 Hungría (1954): un cuadro húngaro dirigido por Ferenc Puskas había derrotado a los alemanes 8-3 en la fase de grupos y los “Poderosos húngaros” eran tan dominantes hace 60 años que se esperaba, iban a hacer lo mismo en la final. Pero en el “Milagro en Berna”, un equipo conformado por aficionados de la Alemania Occidental afectada por la postguerra llevó a cabo un impacto monumental.
Austria 7-5 Suiza (1954): el resultado no fue una sorpresa en el sentido del desenlace de este partido de cuartos de final, sino simplemente en el marcador. Se anotó un récord de 12 goles, incluyendo un triplete del delantero suizo Josef Hugi; así, superaron los 11 goles anotados por Brasil y Polonia en el resultado de 6-5 en 1938.
Corea del Norte 1-0 Italia (1966): A los jugadores norcoreanos casi les niegan las visas, pero sorprendieron a Italia con un gol de Pak Doo Ik y llegaron hasta cuartos de final. Llamado ‘El hombres misteriosos’ por los medios británicos, debido a las políticas restringidas de la nación comunista, la hazaña inesperada del equipo fue retratada en un documental llamado El partido de nuestras vidas.
Yugoslavia 9-0 Zaire (1974): Este es el margen de victoria récord en la historia de la Copa del Mundo, igualando el marcador de Hungría sobre Corea del Sur 20 años antes. Los jugadores de Zaire casi no salen al campo después de que les dijeran que no les pagarían antes, y luego, fueron amenazados por el servicio secreto del soberano Mobutu Sese Seko. Una vez en el terreno de juego, se produjo una aplastante derrota .
Hungría anotó 10 goles contra El Salvador en 1982, pero el cuadro centroamericano sí logró un gol en respuesta.
Argentina 0-1 Camerún (1990): Argentina era el campeón defensor e, inspirados por Diego Maradona en el mediocampo, se esperaba que el día inaugural del torneo resolvieran fácilmente el encuentro frente a un equipo que había empatado los tres partidos anteriores en su única participación en una Copa del Mundo. Pero Camerún dio una gran sorpresa cuando el delantero Francois Omam-Biyick anotó el único gol en Milán, mientras dos de sus compañeros fueron expulsados.
Francia 0-1 Senegal (2002): al igual que Argentina en 1990, Francia, el campeón defensor, tuvo el peor de los comienzos posibles cuando el partido inaugural del torneo terminó en una sorpresiva derrota. Fue el principio del fin para los franceses. Con muchas luchas internas, se retiraron después de la fase de grupos sin haber anotado un solo gol.
Estados Unidos 1-2 Irán (1998): las relaciones entre las dos naciones estaban desgastadas y era un encuentro anunciado como un ajuste de cuentas a escala mundial. Estados Unidos no era una potencia futbolística, pero se esperaba que el encuentro contra Irán fuera sencillo; se trataba de un país que nunca había ganado un partido en una Copa del Mundo, y no lo ha hecho desde entonces. Como consecuencia, un millón de personas salieron a las calles de la capital, Teherán, en celebración.
Corea del Sur 2-1 Italia (2002): no se esperaba que el coanfitrión Corea del Sur hiciera algo digno de mención, pero bajo la dirección del técnico holandés Guus Hiddink, llegó a las semifinales al derrotar a España en los tiros desde el punto penal. Pero su mayor logro se dio en la ronda anterior, cuando dejó fuera a Italia, cuya selección había sido campeona del mundo en tres ocasiones, y obtendría otro título en 2006. Ahn Jung-Hwan desató el éxtasis en las gradas con su gol de oro, pero su contrato fue cancelado de inmediato por el equipo Perugia de la Serie A italiana, donde estaba en préstamo.
Australia 31-0 Samoa Americana (2001): de acuerdo, esto no ocurrió en una Copa del Mundo sino en un partido de clasificación para el torneo de 2002. Se esperaba que Australia, jugando en casa, ganara con facilidad… pero no tan fácilmente. El portero de Samoa Americana se vio obligado a recuperar el balón del fondo de su propia portería un récord de 31 veces, y Archie Thompson anotó la cantidad sin precedentes de 13 goles.