Por Monique Todd

(CNN) — Los habitantes de la ciudad quizá están más familiarizados con la arquitectura de sus teléfonos que con los rascacielos que se encuentran en su camino diario.

Sin embargo, el fotógrafo Romain Jacquet-Lagrèze, quien reside en Hong Kong, considera que las personas deberían ver hacia arriba.

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Al documentar los colosales rascacielos que coronan la ciudad, Jacquet-Lagrèze captura estos gigantes desde el suelo hacia arriba en su libro Vertical Horizons (Horizontes verticales), desvelando extraordinarias vistas que a menudo pasas por alto cuando mantienes la vista hacia abajo.

Jacques-Lagrèzet es un francés con un recorrido global; él ha trabajado en muchas de las principales ciudades como artista gráfico y fotógrafo, pero dice que Honk Kong fue la primera metrópolis que despertó su obsesión por los rascacielos. “Estoy acostumbrado a las grandes ciudades, Tokio es muy denso y grande, pero menos impresionante en términos de altura; se encuentra mucho más disperso. Hong Kong es más llamativo en ese sentido”.

Luego de tomar la decisión de establecerse en la ciudad hace cuatro años, experimentó un deseo por documentar las perspectivas inesperadas. Al capturar torres de vidrio y concreto desde un punto de vista que le da una buena base al espectador, Jacquet-Lagrѐze se sintió ansioso por descubrir un paisaje de ensueño. “Cuando nos absorbe nuestra vida cotidiana, solo vamos del punto A al punto B, y tendemos a ignorar lo que nos rodea. Pero en mi opinión, sobre nosotros hay muchos detalles que podemos observar; estos rascacielos son como calles que se elevan de forma vertical… solo resulta que tienes que utilizar ascensores para moverte por ellos”.

Jacquet-Lagrѐze debió organizarse en torno a un horario agotador; él se acostumbró a salir de madrugada o tarde en la noche para evitar la iluminación de fondo cuando tomaba las fotografías. “Tiendo a preferir los días nublados. En Hong Kong, las nubes son bastante bajas, y la luz de la ciudad se refleja en ellas”.

Independientemente de si son torres de finanzas o residencias de bajo costo, Jacquet-Lagrѐze aprecia cómo los rascacielos evocan un similar sentido de grandeza, un encanto que refleja la ajetreada vida de una ciudad en auge. “Hay un aspecto glamoroso… pero en las áreas residenciales, creo que el glamour es difícil de obtener. Sin embargo, si observas los detalles, ningún apartamento se ve igual. El glamour está en la variedad”.

Debido a que nuevos rascacielos surgen en sitios abandonados y tierra sin cultivar, la naturaleza rápidamente se está dirigiendo a la periferia de la ciudad, dejando un centro lleno de tonos plateados y grises… pero poco verde. Como dice Jacquet-Lagrѐze: “Aquí no hay suficiente espacio para la naturaleza”.

Sin embargo, la naturaleza encuentra cabida en las fotos, con pequeñas secciones de cielo que aparecen en las fotos, lo que hace alusión a una omnipresencia que ilumina y anima… incluso si la están haciendo a un lado.

La naturaleza no es lo único que lucha por espacio en Hong Kong. Las estructuras tradicionales también están luchando por la atención en medio de las nuevas construcciones que invaden la ciudad. “Muchas personas de la ciudad, incluyéndome, piensan que esto afectará la atmósfera de la ciudad, los vecindarios de estilo antiguo y las áreas residenciales con el tiempo serán devoradas por el edificio de apartamentos moderno o el rascacielos… es un tanto preocupante”.

Jacquet-Lagrѐze menciona la importancia de la variedad, la cual parece haber alcanzado un equilibrio, incluso si un futuro de constante construcción parece alterarlo. “Lo que más me gusta de la ciudad ahora es su diversidad y la forma en que mezcla estilos que normalmente no irían juntos”.

“Un aspecto especial de Hong Kong, en comparación con otras ciudades, es que no establece límites, dice Jacquet-Lagrѐze. “Parece haber mucha libertad para que los desarrolladores de bienes inmuebles construyan lo que quieran”. Él piensa que esta aparente falta de límites continuará inspirando asombro alrededor del mundo.