Por Radina Gigova, Victoria Butenko y Jethro Mullen
(CNN) — Guardias fronterizos ucranianos están en Rusia y han comenzado a examinar el contenido de un enorme convoy de camiones que el gobierno en Moscú dice que llevan suministros de socorro a la población civil por la guerra en el este de Ucrania, dijeron este viernes las autoridades.
El propósito de la procesión de camiones, que cambiaron abruptamente su curso a principios de esta semana, ha sido objeto de disputa entre Rusia y Ucrania.
El gobierno de Ucrania ha expresado su temor de que la misión es un esfuerzo camuflado para el contrabando de suministros a los rebeldes prorrusos y se ha comprometido a mantener el convoy fuera.
Rusia insiste en que se debe permitir el envío de ayuda a la región del conflicto, donde muchos de cuyos habitantes son de habla rusa.
El gobierno de Ucrania, cuyas fuerzas han estado luchando con los grupos rebeldes prorrusos durante meses, ha dicho que cualquier ayuda necesita su aprobación y tiene que ir a través de la Cruz Roja o de las Naciones Unidas.
La Oficina de Operaciones Contra el Terrorismo ucraniana dijo este viernes que los guardias fronterizos habían comenzado la inspección de los camiones en un puesto de control del lado ruso de la frontera de la región en Lugansk, Ucrania.
Hay 59 expertos ucranianos sobre el terreno, incluidos 41 representantes del Servicio Nacional de Fronteras y 18 funcionarios de aduanas, dijo la agencia.
262 camiones
La Cruz Roja se puso en contacto con los encargados del convoy de Rusia el jueves y está tratando de establecer qué hay exactamente en los camiones, dijo este viernes Andre Loersch, un vocero de la Cruz Roja.
Las autoridades rusas han compartido una lista general de los elementos que el convoy está llevando, pero no un inventario detallado, dijo.
La agencia de noticias rusa Itar-Tass informó a principios de esta semana que el envío contiene 400 toneladas de cereales, 100 toneladas de azúcar, 62 toneladas de alimentos para bebés, 54 toneladas de suministros médicos, sacos de dormir y “unidades de energía eléctrica.”
Está destinado para la disputada ciudad de Lugansk, dijo la agencia de noticias.
La gobernadora Irina Verigina dijo este viernes que no quiere la ayuda de Rusia. “Nos envían tanques y tropas durante la noche y ofrecen enviar ayuda humanitaria por el día”, dijo a CNN.
Loersch dijo que el convoy estaba compuesto por 262 camiones, no 280 como se decía en los informes anteriores.
La batalla continúa
Los intensos combates que se dice que han matado a cientos de personas en las últimas semanas continuaron el jueves.
Decenas de miles de soldados ucranianos han intensificado sus esfuerzos para retomar las áreas en y alrededor de Lugansk y Donetsk, dos ciudades que han sido bastiones rebeldes durante meses.
En Lugansk, el autoproclamado gobernador rebelde renunció a través de un video publicado el jueves en redes sociales, pues dijo que la región estaba “al borde de una catástrofe humana” y que las lesiones que había sufrido le impedían concentrarse en su trabajo.
Valeriy Bolotov no especificó sus heridas, pero los rebeldes previamente dijeron que había sido herido en un tiroteo con las fuerzas ucranianas en mayo.
El bombardeo alcanzó casi todos los distritos de Donetsk el jueves, dijeron líderes de la ciudad. Dos centros comerciales fueron dañados, y un incendio estalló cerca de una instalación de almacenamiento de petróleo, dijo que el consejo de la ciudad de Donetsk en su sitio web.
Los combates en la región de Donetsk mataron a 74 personas e hirió a otras 116 en los últimos tres días, dijo el jueves el departamento de salud de la región.
Will Ripley y Lindsay Isaac contribuyeron con este reporte.