(CNN Español) – El fotógrafo Michael Muller no tiene miedos: nada entre tiburones sin la protección de una jaula para tomar fotos íntimas y con calidad de estudio de estas hermosas criaturas.
Y, como reporta Wired, los máximos depredadores están al final de su lista de preocupaciones. Generalmente está mucho más preocupado por todo el equipo lleva al agua.
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Utilizar técnicas de estudio en los hábitats naturales ha ayudado a que el trabajo de Muller se destaque en un campo lleno de fotógrafos de la naturaleza. Refuerza la atención que ha recibido como fotógrafo comercial, un foco de atención que está aprovechando para crear conciencia sobre las poblaciones mundiales de tiburones que están decreciendo de manera crítica.
Esta semana se estarán presentando sus fotos de tiburones en el blog de Instagram, mientras se hace cargo de la cuenta de Discovery Channel para la Semana del Tiburón. Estará subiendo imágenes desde su propia cuenta, y también publicará nuevas fotos de México, donde actualmente nada con los tiburones ballena. Ambos lugares están ayudando a difundir sus imágenes, y su mensaje, a una enorme audiencia.
Debido a amenazas como la sobrepesca y una gran demanda de aletas, “actualmente los tiburones realmente enfrentan un gran peligro”, le dijo a Wired. “Estamos matando a alrededor de 100 millones de ellos al año. La gente no tiene idea cuando se enteran de las cantidades, y estos se encuentran en la cima de un ecosistema muy, muy frágil en los océanos; así que, si eliminas al mayor depredador es como un efecto dominó”.
Como cualquier fotógrafo profesional debe ser en la actualidad, Muller también es de cierto modo un empresario. Además de ser dueño de la patente de la plataforma de iluminación de siete bombillas y 1200 vatios que utiliza para iluminar a los tiburones, ha desarrollado una aplicación de luminosidad de fotografías y está ocupado ayudando a establecer una escuela de fotografía en línea. Dice que también está trabajando en una serie de libros, relacionados con sus fotos de tiburones.
Muller espera que las conexiones que sus imágenes forjan motive a la gente a pensar más allá de sus prejuicios sobre los tiburones. A la larga, las conversaciones mundiales tendrán que cambiar para que las personas no vean a estos animales simplemente como una fuente de aletas, o animales que pueden ser cazados por deporte, sino como los magníficos pilares de un vasto y delicado ecosistema que realmente son.