Por Tim Lister
(CNN) — El factor sorpresa, la movilidad y el trato inclemente a sus oponentes son las tácticas que el Estado Islámico en Siria e Iraq ha usado conforme engulle territorios tanto en Siria como en Iraq desde hace varios meses. Pero mientras sus adversarios se reagrupan, ISIS (que ahora se hace llamar Estado Islámico) podría empezar a sufrir reveses en el campo de batalla, según un nuevo análisis de sus capacidades y tácticas.
“Como fuerza defensiva, ISIS podría verse en dificultades para conservar terrenos si lo atacan simultáneamente desde varios puntos o si sus aliados empiezan a desertar”, dice Michael Knights, quien ha trabajado en todo Iraq y ahora es investigador del Instituto Washington para las Políticas de Cercano Oriente.
Knights dice que ISIS cuenta con muchos estrategas militares talentosos, veteranos de la insurgencia en Iraq durante la ocupación estadounidense y de la creación de un mini-Estado en Siria. Tiene yihadistas extranjeros que han luchado en Chechenia y los Balcanes. “Sin embargo, el ritmo de la guerra contra ISIL aumenta y la capacidad del grupo para moldear y controlar continuamente el conflicto se pondrá a prueba”, escribió Knights en la más reciente edición de la revista Sentinel que publica el Centro de Combate al Terrorismo de la academia militar de West Point, Estados Unidos.
Los analistas militares dicen que el éxito de ISIS hasta ahora se debe a la debilidad de sus oponentes, así como a los años de planeación meticulosa luego de que Abu Bakr al Baghdadi reencendiera al grupo en 2010.
Esta guerra de desgaste incluyó una campaña para intimidar y asesinar a oficiales de alto rango de las fuerzas de seguridad iraquí el año pasado, campaña a la que al Baghdadi llamó la cosecha de los soldados. Al Baghdadi creó una estructura de mando que combinaba el control centralizado con la ejecución a nivel local. Esto tuvo gran éxito durante 2012 y 2013, cuando el grupo sincronizó la explosión de varios coches-bomba en todo Iraq. Eso se dejó ver el fin de semana en Kirkuk, ciudad bajo el control de los kurdos, cuando una serie de tres coches-bomba y una bomba callejera explotó y mató a al menos 20 personas.
ISIS ha incorporado esta táctica a su campaña militar actual. A principios de agosto, un ataque bien planeado en contra del pueblo kurdo de Jalula inició con un ataque suicida con un coche-bomba que mató a más de 20 miembros de los Peshmerga; a eso siguió “un segundo carro-tanque suicida en el centro de la ciudad, seguido de ataques de bombarderos suicidas en 12 puntos de revisión por parte de combatientes que usaban uniformes kurdos”, dijo Knights.
Estos ataques suicidas múltiples infunden pánico entre los civiles y los oponentes militares por igual. Es la táctica de “impactar y sorprender” de ISIS, complementada con la agilidad y la velocidad de las unidades de ISIS. “Iraq es relativamente compacto, las buenas condiciones de los caminos permiten atravesar grandes porciones del país en un solo día, lo que da a una fuerza agresiva una firme capacidad de concentrar a sus fuerzas en un punto de ataque determinado”, dice Knights.
Se ha afirmado que ISIS está usando tanques M-1 Abrams y Humvees estadounidenses que arrebataron al Ejército iraquí. A veces, el blindaje pesado ha marcado una gran diferencia. ISIS usó un solo tanque T-55 de fabricación soviética a principios de agosto para repeler un intento de romper el sitio de Amerli. Sin embargo, los ataques aéreos estadounidenses focalizados ya han cambiado el equilibrio local en los alrededores de la presa de Mosul y en Sinjar.
Knights dijo a CNN: “Aunque ISIS indudablemente haya capturado entre 200 y 300 Humvees y sea capaz de mantenerlos en operación por muchos meses antes de que necesiten refacciones, hay otros vehículos estadounidenses en cantidades muy limitadas. Esto se debe en parte a que son complicados de operar y mantener. Se capturaron muy pocos en buenas condiciones de funcionamiento porque los mismos iraquíes tenían problemas para mantenerlos en funcionamiento”.
Knights dice que no hay pruebas de que los combatientes de ISIS hayan podido operar el M-1 Abrams ni los cañones Howitzer de fabricación estadounidense. Tiene muchos más camiones blindados con ametralladoras pesadas que las que tenía antes de junio, lo que le permite arrasar con los puntos de revisión que no están fuertemente armados. “Pero al enfrentarse con el poderío aéreo estadounidense o con las fuerzas de seguridad iraquíes y kurdas que se recuperan lentamente, esos vehículos se vuelven trampas letales”, dice Knights, quien hace referencia a las bajas que sufrió el grupo en la presa de Mosul.
Hacer que sus oponentes crean que la resistencia parezca inútil es una parte esencial de la estrategia de ISIS. Respondieron en julio a una revuelta tribal en Zowiya, en la provincia de Salahuddin, con fuego de mortero sostenido que casi arrasó con el pueblo. Quienes querían volver a entrar a Zowiya tenían que arrepentirse.
“Si las poblaciones locales no pueden montar una resistencia eficaz contra ISIS, entonces es probable que no lo hagan”, opina Jessica Lewis, del Instituto para el Estudio de la Guerra.
ISIS tal vez tenga unos 15,000 combatientes para una zona que se extiende desde el norte de Siria hasta el centro de Iraq. Por ello, el engaño es esencial para tener éxito. En muchas ocasiones pareció que emprendería un ataque y atraía a las fuerzas de defensa, pero atacaba los lugares que esas fuerzas habían abandonado. A principios de agosto, ISIS atacó Jalula luego de que los Peshmerga dejaran la ciudad para combatir un avance de ISIS en Makhmour.
Recomendamos: ¿Qué papel juega la comunidad internacional en la lucha contra ISIS?
El hecho es que tiene relativamente pocos combatientes por kilómetro cuadrado, lo que podría explicar que prefiere despoblar algunos pueblos a causa del “temor acentuado a los levantamientos locales y a los informantes”, dice Knights. Eso podría ser una espada de dos filos, porque el vivir entre los civiles en lugares densamente poblados podría ofrecer cierta protección al grupo. Pero hay pruebas de que la Fuerza Aérea iraquí ataca aunque haya civiles. “Lo que percibo al hablar con la gente que se encuentra a lo largo del frente de ISIS es que el grupo no desdeña poder cambiar de posición discretamente en los alrededores de las ciudades despobladas”, explica Knights.
A menos de que se limiten y se planeen cuidadosamente, los ataques aéreos podrían terminar ayudando a ISIS. “Los ataques aéreos en el territorio sunita en Iraq y Siria podrían exacerbar el conflicto sectario en la región al demostrar la alineación pasiva o activa de Estados Unidos con Irán con el fin de llevar armamento para usar en contra de los sunitas”, dice Lewis.
ISIS también se ha aprovechado de las rivalidades tribales para consolidar su posición, “por ejemplo, aprovechar el sentir antikurdo de las tribus árabes de los alrededores de Jalula o permitir que las tribus árabes cosechen los campos de trigo maduro de los agricultores chiitas turkmenos desplazados en Amerli”, dice Knights.
Estos acuerdos locales podrían funcionar por algún tiempo, pero es probable que ISIS se encuentre con una sólida oposición. Poco a poco el factor sorpresa perderá fuerza conforme se estudian sus tácticas y, particularmente, conforme las Fuerzas de Seguridad de Iraq y los Peshmerga kurdos reciban un caudal de información de inteligencia en tiempo real por parte de los servicios de vigilancia estadounidenses. Knights señaló que unas fuentes kurdas le dijeron que ISIS trató de infiltrarse en la ciudad de Tuz Khurmatu al anochecer, hace dos semanas. Sin embargo, las fuerzas armadas estadounidenses detectaron a sus combatientes, lo que brindó a la artillería kurda las coordenadas que necesitaba para frustrar los ataques.
Knights dijo a CNN que “parece que las fuerzas especiales estadounidenses están operando a lo largo del frente y revisan y designan objetivos visualmente. El personal del cuartel general estadounidense en el centro de operaciones conjuntas en Irbil (la capital del Kurdistán iraquí) está ayudando a los kurdos y a la Fuerza Aérea (iraquí) a coordinar sus acciones y a evitar el fuego amigo”.
También hay que tomar en cuenta el peso de las expectativas de los simpatizantes de ISIS. Su impulso ha ayudado a que sus filas crezcan ya que tanto combatientes extranjeros como sunitas iraquíes radicalizados se les han unido. Sin embargo, al Baghdadi declaró un califato, lo que significa que ISIS tiene que “demostrar que puede defender su bastión físico o que al menos puede evitar que las fuerzas armadas rivales lo ataquen”, señala Lewis.
ISIS ha demostrado una habilidad rudimentaria para defender sus logros: construye arcenes, coloca minas en las vías de entrada y destruye puentes. Ha emboscado con éxito a las tropas iraquíes y a las milicias chiitas que tratan de recuperar Tikrit. Sin embargo, sus posiciones defensivas y sus contraataques predecibles provocan que sus fuerzas sean más vulnerables a los ataques aéreos.
“El estilo defensivo de ISIS tiene dos componentes”, explicó Knights a CNN. “Usan bombas callejeras y vehículos-bomba detonados a control remoto para crear obstáculos explosivos a lo largo de rutas clave en ciudades clave. Estados Unidos ha demostrado que, junto con los recursos terrestres, puede detectarlos y destruirlos a distancia, desde el aire”.
“Otra de las preferencias clave de ISIS son los contraataques, casi como reacción instintiva a la pérdida de un territorio. Esta es una organización que prefiere la ofensiva, incluso tácticamente, como parte de una operación defensiva. Pero las caravanas contraatacantes de ISIS son pan comido para las fuerzas aéreas estadounidenses e incluso para los aviadores iraquíes”, agregó.
Si ISIS tiene que defenderse más de lo que ataca —como probablemente ocurra—, las comunidades sunitas que los han apoyado, aceptado o tolerado tal vez lo piensen dos veces.
“Si las Fuerzas de Seguridad de Iraq y las fuerzas kurdas emprenden operaciones ofensivas selectivas en cada vez más campos de batalla”, ISIS y sus aliados “indudablemente tendrán que extenderse, dice Knights, particularmente si su capacidad de movimiento y sus fuerzas de contraataque masivo están limitadas”.
Otra posible vulnerabilidad son las líneas de comunicación entre Raqqa, en Siria (el cuartel general administrativo de ISIS) y sus unidades en Iraq. “Partir por la mitad el califato de ISIS es un objetivo clave, tanto para socavar la idea de un califato transnacional al que se puede defender, como para reducir la sinergia de las dos insurgencias que pelean lado a lado”, dijo Knights a CNN.
Los observadores dicen que por ahora ISIS sigue teniendo impulso y ha demostrado repetidamente que es capaz de luchar simultáneamente en varios frentes, pacificar o aprovechar pueblos y aldeas que de otra forma se resistirían y conservar territorios que se oponen a las Fuerzas de Seguridad de Iraq (FSI), que han quedado débiles tras varios años de interferencias políticas y mal liderazgo.
La idea de que las FSI sean capaces de recuperar Mosul pronto parece descabellada.
Una mejor coordinación entre sus oponentes y el efecto psicológico que provoca ir a la defensiva podrían empezar a cambiar las cosas. Pero, para usar una frase relativa a otro conflicto, la mayoría de los analistas creen que no estamos cerca del principio del fin de la lucha contra ISIS, sino que estamos esperando el fin del principio.