(CNN) — El conflicto armado en Ucrania ha obligado a unas 260.000 personas a dejar sus hogares y convertirse en desplazados internos o buscar refugio en otros países, informó este martes la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
La organización informó que el número de desplazados, cifra actualizada hasta este lunes, es el doble del que se tenía registrado hasta la primera semana de agosto, cuando 117.000 personas habían salido de sus hogares.
“Si la crisis no es detenida rápidamente, no solo tendrá consecuencias devastadoras humanitarias, también el potencial para desestabilizar a toda la región”, dijo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, António Guterres, de acuerdo con un comunicado publicado este martes por la ACNUR.
El 94% de los desplazados son del este de Ucrania, región donde se registran enfrentamientos entre militantes prorrusos que tomaron el control de la zona y las fuerzas de seguridad del país.
Las autoridades ucranianas señalan que 2.2 millones de personas aún se encuentran en zonas de conflicto. Los habitantes de Luhansk tienen problemas de acceso a alimentos, agua y viven cortes de electricidad desde hace un mes. Los edificios y caminos están dañados, lo que impide los esfuerzos de llevar ayuda humanitaria, informó la ACNUR.
Donetsk es una de las ciudades donde se registran enfrentamientos entre los rebeldes prorrusos y las fuerzas ucranianas. La ciudad está está medio vacía, con la fachada de sus tiendas destruida y su estación de trenes bombardeada. La sala de urgencias del hospital está llena de civiles heridos que no fueron capaces de encontrar refugio a tiempo mientras los bombardeos cayeron.
Alexander Omelyavenko, un residente de Donetsk, dijo a CNN, “somos ucranianos pero nos matan así que probablemente necesitaremos nuestro propio país, porque la gente en Kiev no son nuestros hermanos”.
Otra residente de Donetsk, Victoria Khrushova, dijo que su familia había sido forzada a esconderse, “vivimos bajo tierra”, afirmó, como forma de protegerse de las bombas. En la ciudad pueden verse ventanas rotas y agujeros de disparos.
Rusia acusa al gobierno de Ucrania de precipitar una crisis humanitaria mediante un operativo para ganar los territorios que habían sido controlados por rebeldes. Mientras el presidente Petro Proshenko y algunos aliados Occidentales acusan al gobierno ruso de tener miles de tropas en el este de la nación ayudando a los separatistas.
Los líderes de la Unión Europea podrían imponer nuevas sanciones contra Rusia este viernes, informó la ministra italiana del Exterior, Federica Mogherini, ese martes.
Al menos 814.000 ucranianos han entrado a Rusia desde el inicio de este año, ya sea como personas que han solicitado refugio o residencia, según cifras del gobierno ruso dadas a conocer por la ACNUR.
Mientras que 4.106 solicitaron entre enero y julio asilo en la Unión Europea, la mayoría de los países donde lo hicieron son Polonia (1.082), Alemania (556) y Suecia (500). Además, 380 personas que han buscado asilo en Belarús.
Rusia anexó la península de Crimea a su territorio en marzo, después de la salida del presidente Viktor Yanukovych. Un mes después, en abril, laviolencia surgió en las regiones de Donetsk y Luhansk cuando líderes separatistas declararon la independencia del gobierno en Kiev, desde entonces el conflicto entre los rebeldes prorrusos y los militares ucranianos ha causado la muerte de 2.500 personas, de acuerdo con la ONU.
Un reporte del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos dado a conocer la semana pasada, señaló que se han llevado a cabo serios abusos a los derechos humanos de los ucranianos, cometidos principalmente por los rebeldes, pero también por los militares del país en su intento por recobrar el territorio, señaló.
Diana Magnay reportó desde Donetsk y Laura Smith-Spark escribió en Londres.