Por Tim Lister y Raja Razek
(CNN) — Estados Unidos y los ataques aéreos de los aliados en Irak y Siria están cambiando el campo de batalla descrito a continuación. El Pentágono ve el progreso, incluso si es lento. Pero podría haber consecuencias no deseadas de la campaña aérea… de una manera que le dará al Occidente otro dolor de cabeza.
Los dos grupos islámicos más poderosos en Siria - el Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS) y la afiliada de Al Qaeda, Jabhat al-Nusra - han pasado gran parte del último año matándose entre sí. Pero en una entrevista con CNN, un alto comandante de al-Nusra dice que los dos grupos ahora tienen un enemigo común: la “coalición de los defensores”.
Abu Al-Muthana al-Ansari, un comandante de al-Nusra en Alepo, dijo en una entrevista por Skype: “No podemos luchar del lado de los defensores contra un musulmán. Alá dice en el Corán que ‘aquellos que los apoyan se convierten en uno de ellos’”.
Dos grupos, cuya amarga división tuvo consecuencias para otros grupos rebeldes y para Occidente, podrían estar haciendo las paces.
Abu Muhammad al-Julani, líder de Al-Nusra -en una declaración pública poco común- ha descrito los ataques aéreos como una agresión contra el Islam y advirtió al público occidental: “Esto es lo que va a llevar la batalla al corazón de su tierra, ya que los musulmanes no se quedarán como espectadores viendo cómo bombardean y asesinan a sus hijos en sus tierras, mientras ustedes están a salvo en la suya”.
Si ISIS y al-Nusra pidieran una tregua o incluso si se unieran bajo una sola bandera frente a los bombardeos estadounidenses, el equilibrio de poder entre los grupos rebeldes en Siria cambiaría radicalmente. Es probable que una coalición islamista intimide a los grupos rebeldes más moderados, y represente una mayor amenaza para el régimen del presidente sirio Bashar al-Assad.
En un contexto de desconfianza y brutalidad, una alianza formal entre ISIS y al-Nusra no parece estar en discusión, pero si al-Ansari está en lo correcto, es muy probable que existan más “acuerdos locales” en contra de las fuerzas del régimen sirio.
Cuando se le preguntó sobre una reciente declaración hecha por ISIS respecto a que pronto ampliará su presencia al sur de Siria (las provincias del norte de Raqqa y Deir ez-Zor son sus fortalezas), al-Ansari acogió con beneplácito la declaración.
“Apoyamos a cualquier grupo que levante la bandera de Alá y su profeta y que combata a los alauitas infieles, y existe coordinación en Al-Qalamoun [una zona en la frontera entre Siria y el Líbano]”, dijo. Qalamoun ha visto fuertes enfrentamientos entre los grupos rebeldes islamistas y la milicia del régimen sirio, apoyadas por la milicia chiíta libanesa, Hezbolá. Los informes del domingo en relación a la zona hicieron referencia a muchas bajas a medida que al-Nusra e ISIS unieron sus fuerzas contra Hezbolá.
“Existe un acuerdo mutuo entre nosotros y los hermanos en el Estado Islámico de no pelear el uno contra el otro y luchar contra el régimen infiel [al-Assad]”, agregó al-Ansari.
ISIS parece haber correspondido. Se dice que de las cárceles en Raqqa ha liberado a muchos de los comandantes de al-Nusra y combatientes que capturó durante los enfrentamientos entre los grupos.
Ira por ataques contra al-Nusra
Funcionarios estadounidenses dijeron que los objetivos de los primeros ataques en Siria el mes pasado incluyeron edificios al oeste de Aleppo que pertenecen a un grupo llamado Jorasán, una rama de al-Nusra enfocada en atacar a Occidente. Pero se informó que al menos un alto comandante de al-Nusra, Abu Yusuf al Turki, murió debido a esos ataques en la ciudad de Kfar Deryan.
Documentos que fueron encontrados posteriormente en los escombros por Jenan Moussa, una respetada periodista de la red Al Aan, con sede en Dubai, sugieren que un grupo de élite dentro de al-Nusra como la “Unidad de los Lobos” había sido atacada. Moussa ha publicado fotografías de los documentos con los nombres de los 13 combatientes extranjeros que pertenecían a la “Unidad de los Lobos”, entre ellos al Turki.
CNN no puede verificar los documentos. Pero al-Ansari sugirió que no había diferencia entre “los hermanos en Jorasán” y al-Nusra, diciendo “que no son una organización separada. Todos en al-Nusra en Siria siguen a la organización de Al Qaeda”.
Cualquiera que sea el debate sobre el nombre de la unidad objetivo, y sobre quién fue asesinado, los ataques parecen haber endurecido la determinación de al-Nusra.
En su mensaje de audio, publicado cinco días después de los ataques de Estados Unidos, al-Julani dijo: “No dejes que el Occidente y Estados Unidos se aprovechen de la injusticia del Estado Islámico sobre ustedes… Los que son incapaces de rechazar al Estado islámico u otros, entonces dejen que lo hagan sin ser cómplices de la alianza de los defensores”. En otras palabras: por muy malo que sea ISIS, no se pongan del lado de Occidente.
Al-Julani estuvo a punto de hacer las paces con ISIS. La única manera de que al-Nusra podría unirse formalmente a ISIS es prometiendo lealtad al líder de ISIS, Abu Bakr al-Baghdadi, declarando así su propia extinción. Los líderes de Al-Nusra también serán conscientes de que si los ataques occidentales degradan gravemente a ISIS, al-Nusra podría llenar el vacío.
La prueba de fuego será lo que suceda a nivel local. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informa que unas pocas docenas de combatientes de al-Nusra se unieron a ISIS en el área de Alepo después de que comenzaran los ataques aéreos estadounidenses. El hecho de que los ataques de Estados Unidos sigan teniendo como objetivo las instalaciones de al-Nusra podría acelerar ese proceso.
La relación entre al-Nusra y los grupos rebeldes más moderados también será fundamental en las próximas semanas. Un análisis reciente del International Crisis Group (ICG) llegó a la conclusión de que al-Nusra “superó la impopularidad inicial entre los activistas y militantes de la corriente principal para ganar una extensa aceptación como un auténtico componente sirio de la insurrección”.
En las palabras de un rebelde secular, citado por el ICG: “Todos cooperan hasta cierto modo con al-Nusra; a veces necesitas que se involucren y exploten algo”.
Pero al-Julani advirtió que al-Nusra combatirá a cualquier grupo que tenga dinero en efectivo y armas estadounidenses, condenando a “las facciones traidoras que fueron compradas por Occidente con algo de dinero y municiones a fin de ser un títere en sus manos…”, según una traducción de SITE Intelligence.
Al-Ansari, el comandante de al-Nusra en Alepo, hizo eco a esa frase, al decirle a CNN: “Los que buscan la gloria sin el apoyo de Alá serán humillados. Y si se demuestra que los hermanos en el Ejército Libre Sirio y otros muyahidines han tomado armas de Estados Unidos, entonces no podemos trabajar con ellos. Estados Unidos es quien atacó al Islam y a los musulmanes de todo el mundo”.
El problema es que estos grupos necesitan la ayuda de al-Nusra, tanto contra ISIS como contra el régimen, pero también necesitan dinero, entrenamiento y armas de Washington para sobrevivir. Algunos están enojados porque las bombas de Estados Unidos han caído sobre al-Nusra en lugar de las bases y tropas del régimen de al-Assad; esto hace que su trabajo sea más difícil.
El resultado podría ser una cierta forma de “no preguntes, no hables”, por lo que algunos grupos rebeldes recibirán ayuda de Estados Unidos, pero seguirán cooperando e incluso compartiendo recursos con al-Nusra. Esto no es para sugerir la confianza mutua; grupos como el Frente de los Revolucionarios de Siria son cautelosos en cuanto al objetivo de al-Nusra de un estado islámico en Siria y de su enfoque más agresivo para otras facciones en los últimos meses. Pero son incapaces de hacerse cargo de al-Nusra, ISIS y el régimen de al-Assad; sería un suicidio táctico.
El panorama desde la oficina central
Las líneas de batalla sirias en desarrollo serán monitoreadas de cerca por al-Zawahiri y altos dirigentes de Al Qaeda en la zona fronteriza entre Afganistán y Pakistán. Ellos querrán que al-Nusra mantenga la línea contra ISIS, en vez de acudir al rescate de un hijo pródigo. Al-Zawahiri no solo fue humillado sino eclipsado por el desafío de ISIS a Al Qaeda, horrorizado por su violencia nihilista e indignados por la imprudencia de al-Baghdadi al declararse a sí mismo “califa”.
Apenas dos días antes de que se publicara el mensaje de Al-Julani, un portavoz de Al Qaeda reiteró la política del partido. En un discurso grabado de 15 minutos, Abu Dujana al-Basha logró evitar mencionar a ISIS, pero el mensaje era inequívoco.
El califato de ISIS, dijo, era ilegítimo. “Hacemos un llamado para que se restaure el califato bien guiado con base en el método profético, y no en el método de la desviación, la mentira, el incumplimiento de promesas, y la abolición de la lealtad”, declaró al-Basha, según una traducción de SITE.
Y condenó a la “gente extremista, ignorante y desmesurada, quienes llaman infieles a los adoradores, matan a los monoteístas, siembran la corrupción en el yihad” - el código apenas disfrazado de ISIS.
El tema se repite; no habrá alojamiento con “aquellos que ayudaron a provocar la sedición”. Así que sería un duro golpe para Al Qaeda si al-Nusra se incorporara en ISIS.
El tema de discusión de los analistas antiterroristas es si los grupos pequeños resultan controlando al líder: ya sea que al-Zawahiri esté tratando ansiosamente de mantenerse al día con los grupos innumerables que adoptan el apodo de Al Qaeda, o si en realidad le está dando forma a sus actividades.
El director del FBI, James Comey, dijo recientemente: “No existe un AQSL [Al Qaeda Senior Leadership] altamente capacitado y en operaciones” en la zona entre Afganistán y Pakistán. Khorasan, en su opinión, es otro ejemplo de los afiliados que eclipsan el liderazgo gracias a “los refugiados de Afganistán y Pakistán”.
El peor resultado para al-Zawahiri y altos dirigentes de Al Qaeda sería que ISIS sobreviva y desafíe una extensa campaña para destruirlo, y en vez de ello retener o incluso tomar más territorio. Su intención es hacer precisamente eso, ya que cree que el ataque es la mejor forma de defensa. En las últimas dos semanas, ha capturado veintenas de aldeas kurdas al noreste de Siria, puso sitio a la ciudad de Kobani, aumentado la presión en el campo de Alepo y desalojado al ejército iraquí de varias bases en la provincia de Anbar.
La capacidad de ISIS para resistir los ataques de Estados Unidos y aliados y para mantenerse firme será decisiva en moldear las actitudes de otros grupos rebeldes -incluyendo al-Nusra -, así como a al Qaeda central y al régimen de al-Assad.
Yousuf Basilio de CNN contribuyó con este reportaje.