(CNN) – Su nombre es Dita Pepe. Ella es la que tiene puesto el vestido de novia. Excepto que ésta no es su boda, y ésta no es su familia.
La fotógrafa checa es un camaleón: manipula su edad, su personalidad y su estatus social para adaptarse a las personas con las que se fotografía. Desde 1999, ella ha creado docenas de autorretratos meticulosamente organizados, en los que parece ser parte de la vida de otra persona. Así, logra incorporarse (y, más recientemente, a su familia) a los mundos de completos desconocidos.
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Aquí, explica por qué lo hace, cómo lo logra, y qué ha aprendido de entrar en las vidas de otros…
Por correo electrónico, cuenta cómo empezó todo:
“Cuando tenía diecinueve años, no sabía exactamente qué hacer conmigo misma. A los 18 años me fui de mi casa… vivía en la casa de un amigo. Mis compañeros de clase de la escuela secundaria iban a la universidad y yo me trasladé a Alemania a trabajar como un au-pair…”
“Inconscientemente, seguía buscando los ideales femeninos que me inspiraran. Tomaba fotos de mí misma con diferentes disfraces. Fue más o menos en 1999 cuando la primera serie de autorretratos salió a luz”.
Durante 15 años se ha organizado para conocer gente y realizar sesiones fotográficas. Cada una se llevaba a cabo de forma diferente:
“Para alcanzar cierta autenticidad, me vestía con sus ropas, usaba sus pertenencias, la ropa de su armario o de su familia. Discutía con ellos su peinado, expresión facial, su pose o gestos tradicionales”.
“Es una experiencia muy interesante, un poco difícil de describir verbalmente. De alguna manera me olvido por completo de mí misma”, dice Pepe respecto a sus sentimientos sobre la sesión.
“Al usar la ropa de otra persona, creo que me estoy vistiendo con la piel de alguien más y cambio mi olor corporal”.
“Después de la sesión y de reunirme con ellos, cuando voy a casa, siempre estoy totalmente agotada, pero también totalmente entusiasmada por esa nueva experiencia”.
“El lugar donde tomaba las fotografías también era relevante e importante para ellos… Era casi como un juego. Para mí, siempre es muy importante que las personas fotografiadas se sientan bien y no solo como un objeto”.
En el pasado, Pepe ha planteado la pregunta: “¿Cómo sería si hubiera nacido en otro lugar, de una manera diferente, con otros padres?”. Hoy, dice que ha aprendido algunas cosas:
“Siento una especie de humildad y tolerancia, y recuerdo que nada es eterno…”
“Los encuentros individuales con diferentes tipos de personas y mis conversaciones con ellos me ha enriquecido mucho. Y siento que con algunos de ellos, llegamos a ser amigos. Todavía estoy en contacto con algunos de ellos”.
Pepe tituló su tesis universitaria “La fotografía como una forma de terapia”, y muchos de sus proyectos ven al fotógrafo y a sus sujetos examinando la visión de sí mismos.
En 2012, publicó un libro con la escritora Bara Baronova llamado “MISSIS”, que analiza las vidas de las mujeres solteras en la República Checa.
Incluso hoy en día, cada toma nueva es una renovada experiencia de aprendizaje, dice:
“Realmente no puedo decir qué tan profundamente llego a conocer a las personas durante una sesión fotográfica de medio día… los encuentros son muy gratificantes para mí”.
“Mi familia participa en este proyecto en varias ocasiones. A menudo tomo fotos de mis hijas… “
“Les explico mi concepto de trabajo como si trabajara en una película, donde trabajo como director, camarógrafo y actor al mismo tiempo”.
“En general, pienso que la mayoría de reacciones fueron positivas”, dice.
De vez en cuando, se encuentra con personas que responden a sus retratos con preocupación; algunos dicen “que debo ser un poco rara”, escribe, “pero no me lo tomo como algo negativo”.
Después de 15 años mezclándose con otras familias, Pepe ve hacia el futuro:
“Ahora trabajamos en el último libro sobre la aceptación de uno mismo, llamado LOVE YOURSELF (Ámate a ti mismo). Actualmente estamos trabajando en un nuevo proyecto con la temática de INTIMIDAD”.
“Ahora me estoy preparando para hacer un viaje de trabajo a Japón, donde me gustaría tomar fotografías de mujeres japonesas”, dice.