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Por David Goldman

NUEVA YORK (CNNMoney) — Hoy en día tendrías que pasar grandes apuros para encontrar un lugar donde no haya una red Wi-Fi.

Las redes inalámbricas están en todos lados. Ya no están limitadas a las cafeterías y los hogares, ahora abarcan vecindarios completos. Trenes, aviones y automóviles ya están equipados con redes Wi-Fi. Los cruceros tienen redes Wi-Fi. Comcast ya incluso convirtió el router de cada uno de sus clientes en un punto de acceso público Wi-Fi.

Ésa es una buena noticia si usas un teléfono celular. Mientra más correos electrónicos envías, ves Netflix, escuchas Pandora (P) y navegas en Facebook a través de una red inalámbrica, menos son los gigabytes que tienes que comprar de la compañía con la que tienes tu teléfono celular. Además, las llamadas y los textos ahora también pueden hacerse a través de una red Wi-Fi.

Según una encuesta de Macquarie Group publicada la semana pasada, los clientes de banda ancha que utilizan el Wi-Fi de manera intensamente y regular, ahorran más de 30 dólares mensuales en su factura de telefonía móvil inalámbrica.

Entonces, ¿para qué necesitas tu compañía de teléfonía celular?

En Europa, muchos propietarios de teléfonos celulares ya han abandonado a sus proveedores de servicios inalámbricos. Pero las redes Wi-Fi no están lo suficientemente generalizadas ni son lo suficientemente resistentes como para que la mayoría de estadounidenses abandonen por completo a sus proveedores de telefonía móvil por el momento.

Algunas personas también están preocupadas (con razón) respecto a la seguridad de las redes Wi-Fi públicas. Una nueva generación de puntos de acceso te permiten cambiar sin problemas entre el Wi-Fi y el servicio 4G-LTE, y estos te ofrecen una codificación mejorada. Pero, según los pronósticos de Macquarie, es muy probable que los problemas de seguridad del Wi-Fi no se resuelvan sino hasta en el año 2016.

“Pasarán varios años antes de que la mayoría de consumidores estadounidenses siquiera contemplen dejar a un lado a su proveedor de LTE para elegir un servicio de Wi-Fi público que le ofrezca su compañía de cable”, dijo Kevin Smithen, analista de Macquarie.

Aun así, el reloj no se detiene para la tecnología 4G.

Las limitaciones del 4G son inherentes a la tecnología que hace que el mismo funcione: las ondas radiofónicas son limitadas y solamente puedes empacar una cantidad limitada de información en un MHz de espectro. Ésa es la razón por la que las dos compañías más grandes, AT&T; y Verizon, le dan a sus clientes límites mensuales en cuanto a la cantidad de datos que pueden usar. Según Macquarie, solo alrededor de un tercio de los clientes de cable de los Estados Unidos tiene una idea de la cantidad de datos que descargan cada mes en las redes Wi-Fi en sus casas. Sin embargo, dos tercios de los clientes de telefonía móvil le dan seguimiento a su uso personal.

Las compañías de cable ya están trabajando en una alternativa. Los principales proveedores de banda ancha se han unido, enlazando sus redes Wi-Fi en todo el país, e incluso en muchos países en el extranjero. La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) también está haciendo una franja nueva y grande de ondas de radio disponibles para Wi-Fi, por las cuales seguramente pelearán las grandes compañías de cable.

Ésta es posiblemente una gran amenaza para las cuatro grandes compañías estadounidenses de comunicaciones inalámbricas. Según lo que Macquarie pronostica, Verizon, por ejemplo, podría estar descargando casi una cuarta parte de su tránsito de datos móviles en redes Wi-Fi para el año 2018, lo que le representará a la compañía un costo aproximado de 1.400 millones de dólares en pérdidas anuales.

Verizon podría recuperar esas pérdidas de ventas asociándose a compañías de cable como Comcast. Verizon podría venderle a Comcast sus ondas de radio inalámbricas, proporcionándole una opción de “quad-play” 4G.

Ésa es la razón por la que los operadores inalámbricos probablemente estarán compitiendo por posicionarse con el objetivo de asociarse a compañías de cable, en particular a Comcast. Según lo que Macquarie pronostica, con la red de Sprint de sub bandas 4G, los vínculos de AT&T; con U-Verse, el FiOS de Verizon y los problemas de congestión, T-Mobile es la compañía de telefonía móvil con más probabilidades de conquistar Big Cable.