Por Gloria Carrasco, para CNN
La Paz (CNN Español) – ‘Gustu’, que en el idioma nativo quechua que significa “sabor”, es un restaurante que no solo pone en la mesa nacional y mundial un sofisticado menú, sino también auténtico, con los conocimientos ancestrales de la cocina nacional y los frutos que brinda la madre tierra boliviana.
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Ubicado en la ciudad de La Paz, es el resultado del sueño de un grupo de visionarios encabezado por el empresario danés Claus Meyer, que en colaboración con IBIS Dinamarca, estableció Melting Pot Bolivia en 2012, organización sin fines de lucro que propone un desarrollo social y económicamente sustentable en Bolivia a través de la comida, luego de una similar experiencia en Dinamarca.
Michelangelo Cestari, gerente general de ‘Gustu’, asegura que Bolivia, por su cultura, era un país interesante para este proyecto.
“Tratar de conseguir, a partir de la biodiversidad ecológica y cultural que ustedes tienen aquí en Bolivia, que es hermoso todo y nos facilita la idea de impulsar lo que es Gustu con la misma idea, el mismo concepto Noma en Copenhague…”, dijo a CNN en Español.
Lo importante, asegura Cestari, es unir el concepto gastronómico empresarial y la idea social de la educación de jóvenes de sectores vulnerables en la cocina y transmitir el concepto de cambiar el mundo a través de la comida. Así, buscan inspirar a toda una nueva generación dedicada a la gastronomía, las artes culinarias y las actividades de producción de alimentos: panaderos, pasteleros, sumilleres, baristas, gastrónomos, enólogos, cocineros y camareros, para que descubran el verdadero potencial de la cultura gastronómica boliviana convirtiéndose en un motor para el progreso socio-económico nacional.
La riqueza cultural y la biodiversidad de Bolivia fue determinante para desarrollar el proyecto ‘Gustu’ en este país, asegura Cestari.
“Cien por cien boliviano. No utilizamos absolutamente nada, no sé si seamos el único país del mundo que haga eso, no lo sé. Yo me sorprendí muchísimo por el desarrollo de los productos que existen acá. A nivel de bebidas por ejemplo, el área de singanis, vinos y cervezas es amplio… la variedad cultural también nos ayudan a generar diferentes propuestas gastronómicas”, comentó.
Todo lo que rodea a ‘Gustu’, cada uno de sus rincones exquisitamente decorados con artesanía nacional y todos los ingredientes de sus sofisticados platillos, están impregnados de cultura boliviana. También del trabajo de los hombres y mujeres que producen sus ingredientes, en los valles, el altiplano y las selvas amazónicas de este país. Estos son transformados por las hábiles manos de sus chefs, que también comparten con los productores en su mesa.
Para ellos, como Cristina Yujra, productora de racacha, un tubérculo cultivado en los Yungas del departamento de La Paz , esta política empresarial de compartir conocimientos y experiencias con los chefs es increíble.
“Es una gran alegría saber que nuestro producto, que viene del campo, lleno de tierra y que llegue a la mesa para nosotros es algo increíble ¿no?”, dice Yujira.
Compartir conocimientos con los productores hace de la comida de ‘Gustu’, algo muy particular, nos dice Marsia Taha, sous chef boliviana.
“La experiencia del contacto directo con el productor hace que muchas cosas cambien en mi cabeza, y ahora tengo mucho más respeto por los productos que consumo ya que este tiene un largo proceso de venir a nuestra mesa”, sostiene.
Mauricio López, también sous chef boliviano, dice que esta experiencia hace volar su creatividad a la hora de proponer un nuevo menú.
“Hay mucha más investigación, hay que probar diferentes cosas, hay que aventurarse un poco y claro que le da un valor agregado mucho más grande a nuestros platillo”, afirma.
Todo ello también impacta en los comensales que visitan ‘Gustu’, como Beatriz García, que dice que la comida motiva sus sentidos.
“Cada vez que vengo a este espacio es una experiencia diferente donde todos mis sentidos tienen oportunidad de explorar”, dice.
‘Gustu’ destaca en sus platillos el valor de productos como la quínoa, la carne de llama, de lagarto, el palmito, el locoto y los ajíes, además de una variedad de tubérculos como la papalisa y la racacha, entre otros.
Pero detrás de cada platillo hay mucho más porque ‘Gustu’ apuesta por la educación y lleva adelante una serie de proyectos y programas de capacitación gratuita en gastronomía dirigidos a sectores vulnerables de jóvenes.
Estos proyectos y la interacción de los educadores con sus alumnos también ha impactado en la vida de quienes vinieron a Bolivia para llevar adelante este proyecto, como la danesa Kamilla Seidler, chef principal de ‘Gustu’.
“Para mí ha sido trascendental el afecto humano que recibí en este país y tener la oportunidad de enseñar lo que he aprendido y compartirlo con alguien que no tuvo las mismas oportunidades que yo tuve”, señala Seidler.
José Luís Choque, que se forma en las escuelas de ‘Gustu’ en la ciudad de El Alto, la más poblada de Bolivia y donde para muchos como él es muy difícil acceder a una educación superior, está convencido de que es posible cambiar su vida y el mundo a través de la comida.
“Sí se puede realmente y eso es lo que aquí aprendemos. Si siembras la semillita en una persona eso replica a otra y eso va a otra y vas cambiando la mentalidad de comer de una persona y realmente puedes cambiar a través de la comida al mundo”, asegura.
José Parra, estudiante, dice que ha aprendido a amar lo que su país produce y lo que hace. “Me he enamorado de todo, de los platos, de la comida, de lo que trata de hacer Melting Pot”, agrega.
María Claudia Chura, estudiante graduada de la escuela ‘Gustu’ dice que sueña con abrir su propio restaurante. “En mi restaurante quiero buscar comidas sanas que les hagan bien a mis clientes”, dice.
“Gustu’ es una manera distinta de hacer negocios con responsabilidad social y debemos ser un ejemplo para las grandes empresas”, nos dice convencido Cestari.
“Y que grandes corporaciones puedan dirigir su manera de trabajar, su visión de trabajo en esto, consideramos que no necesitamos engordar económicamente tanto Considero que con una administración honesta, y con mucha moral de alguna manera, yo considero que podríamos generar otro tipo de negocios, yo creo que Sudamérica lo necesita”, asevera.
En 2013 , ‘Gustu’ fue elegido como mejor restaurante nuevo de Sudamérica y mejor restaurante del Cono Sur por la revista digital especializada Como Sur, mediante una votación abierta que evaluó restaurantes, chefs, festivales y eventos gastronómicos destacados de Bolivia, Brasil, Argentina, Uruguay, Chile y Perú.
Seidler, que es la voz de mando de este ejército de jóvenes chefs que considera su familia en Bolivia, asegura que el trabajo realizado hasta ahora ha sido exitoso y muy gratificante.
“Si cerramos mañana y hemos hecho una diferencia en la vida de alguien, y lo hemos hecho definitivamente, y ellos mismos han hecho un cambio en sus vidas, puede acabarse mañana. Ya estamos felices”, dice.
En 2014, ‘Gustu’ recibió el mayor reconocimiento a un restaurante con menos de dos años de antigüedad al entrar en la Lista de los 50 Mejores Restaurantes de Latinoamérica que se dio a conocer el 3 de septiembre en Lima.