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Por Ed Payne y Dana Bash

(CNN) — Los hijos del presidente están fuera de los límites. Esa es la regla sobreentendida en Washington.

Pero muchas veces las reglas son quebrantadas… y Elizabeth Lauten no es la primera persona en hacerlo.

Lauten, directora de comunicaciones del asambleísta Stephen Fincher por el estado de Tennessee, renunció de su cargo luego de causar revuelo en redes sociales al criticar a las hijas de Obama.

En una publicación de Facebook del Día de Acción de Gracias, ella regañó a Malia y Sasha Obama (de 16 y 13 años, respectivamente), por vestir lo que afirmó, eran atuendos inapropiados y por sus expresiones de aburrimiento durante la ceremonia de indulto del pavo que se llevó a cabo el miércoles.

“Traten de mostrar algo de clase”, escribió Lauten.

“Vistan como si merecieran respeto, no un sitio en un bar. Y definitivamente no hagan muecas durante los eventos públicos televisados”, concluyó.

Más adelante se disculpó, pero la publicación se había vuelto viral.

El analista político de CNN, John Avlon, dijo que la reacción de Lauten no había sido correcta”.

“Veamos las cosas como son, amigos. Este es el indulto del pavo. No es cuestión de guerra y paz. Se trata de un evento un tanto extraño que data de la época de Harry Truman”, dijo. “Y creo que fácilmente se podría perdonar a un par de adolescentes por no tomárselo demasiado en serio sin insultar a la república”.

La Casa Blanca expresó su sorpresa, pero también lo hizo el Partido Republicano.

“Los hijos, especialmente las ‘primeras hijas’, deberían estar fuera de límites en el discurso político de ataques”, dijo Sean Spicer, el director de comunicaciones del Comité Nacional Republicano.

Durante mucho tiempo ha sido un objetivo bipartidista respetar y proteger la privacidad de los hijos del presidente… carecen de privacidad aunque no hayan hecho nada malo. Pero esa política de discreción tiene límites. Y estos son algunos ejemplos de años recientes:

Amy Carter

Amy solo tenía 9 años cuando su padre, Jimmy Carter, ocupó la Casa Blanca en 1977.

Su primer día de clases en una escuela primaria pública fue un circo mediático, ya que fotógrafos le tomaban fotos a solo unos pies de distancia, en las que aparece con gorro, chaqueta y un bolso de mano de Snoopy.

La escuela rápidamente estableció algunas reglas básicas para asegurar que hubiera una apariencia de normalidad. Incluso los agentes del Servicio Secreto que la acompañaban tenían que esperar en una oficina al otro lado del pasillo.

Chelsea Clinton

La hija del presidente cumplió 13 años un mes después de que su padre, Bill Clinton, iniciara su mandato.

Con la intención de que tuviera una niñez normal, los Clinton le pidieron a los medios que limitaran su cobertura de Chelsea a los eventos públicos.

“Realmente nos esforzamos para asegurarnos de que Chelsea no permita que otras personas definan el sentido de su autoestima”, dijo el presidente Bill Clinton en una entrevista de 1992 con la revista People. “Es difícil cuando eres adolescente porque la opinión de tus compañeros y la opinión de otras personas se vuelven más importantes. Pero creo que estará bien”.

Aun así, no pasó mucho tiempo antes de que “Saturday Night Live” y Rush Limbaugh criticaran a Chelsea y se burlaran de su aspecto. Limbaugh la comparó con un perro.

Luego narró cómo una vez se disculpó con Amy Carter por haberla llamado “la hija de un presidente menos atractiva en la historia de este país”.

Jenna y Barbara Bush

Jenna y Barbara, hijas de George W. Bush, ya eran jóvenes adultas cuando sus nombres aparecieron en los titulares de las noticias durante la primavera de 2001, luego de que las encontraran bebiendo alcohol cuando todavía eran menores de edad.

Hasta ese punto, habían sido ignoradas en gran parte por los medios, pero los tabloides calificaron a las chicas de 19 años de “fiesteras”.

Cinco semanas después, Jenna se vio en problemas nuevamente por tratar de usar una identificación falsa para comprar alcohol.

Un titular del “New York Post” leía: “Jenna y Tonic - La hija de Bush envuelta en nuevo incidente por alcohol mientras su hermana gemela la observaba”.

Y todo esto sucedió antes de la era de las redes sociales, en la que viven las hijas de Obama.

Cuando todos tienen voz por medio de Facebook, Twitter y sitios similares, los hijos podrían ser sujetos a los mismos golpes y flechas que los padres que ocupan un cargo político.

Esto demuestra qué tan “divididos, tontos y mal intencionados son muchos de nuestros debates”, dijo Avlon.

“Es un indicio de qué tan alarmante y debilitante es la política, que incluso los chicos se convierten en el blanco de algunas personas que se comportan a un nivel más bajo. Es algo verdaderamente desagradable”.

Dana Bash, corresponsal principal de CNN en el Congreso informó desde Washington; Ed Payne informó y escribió desde Atlanta.