(CNN) — Connie Ley hizo una petición inusual en su testamento antes de su muerte el mes pasado en Aurora, Indiana: pidió que a su muerte su pastor alemán, Bela, fuera sacrificado y enterrado con ella.
Tres semanas más tarde Bela, de 9 años de edad y de sexo masculino, está saludable y muy vivo. Ahora hay un movimiento que crece cada vez más en las redes sociales para desafiar los deseos de su difunta dueña.
El abogado de Connie, Doug Denmure, dijo a WCPO-TV afiliada de CNN, que su cliente prefirió enviar a Bela a un santuario en el sur de Utah para vivir el resto de sus días.
Pero si el transporte del perro resultaba demasiado caro, Ley quería que un amigo cercano se hiciera cargo de Bela y llevara a cabo su petición de “poner al perro a dormir, incinerarlo y que las cenizas del perro se colocaran junto a las suyas”.
Al final resultó que el envío de Bela al santuario animal de Utah no era financieramente viable, Denmure dijo a WXIX-TV, otra afiliada de CNN. Pero después de una protesta pública, la decisión sobre la suerte del perro ha quedado en suspenso por ahora, dijo.
Bela se encontraba con Ley cuando murió en su casa el 25 de noviembre. Ahora la mascota se encuentra en un centro especial en Lawrenceburg, Indiana. La directora Becky Foster dijo que el centro no tiene control legal sobre el futuro del perro y está a la espera de la decisión del abogado.
“Él ha sido atendido muy bien”, dijo Foster a CNN el jueves.”Estamos contentos de tenerlo aquí tanto tiempo como sea necesario”.
Mientras tanto, los amantes de los animales en Facebook y Twitter están pidiendo por la vida de Bela llamando a la decisión de Connie egoísta. Los partidarios han montado una petición en línea para salvar al perro y se están movilizando en torno al hashtag #SaveBela.
“Me agrego a la lista de personas que con mucho gusto adoptarían a Bela para darle un hogar feliz. Por favor #SaveBela de la estupidez de su difunta dueña”, escribió una mujer .
Best Friends Animal Society también ha intervenido con la publicación de un comunicado en su página de Facebook donde pide a los internautas compartir mensajes para #SaveBela.
“Queremos salvar la vida de Bela y traerlo a nuestro santuario, pero la decisión de enviarlo o dormirlo y cremarlo está fuera de nuestras manos”, dice la publiación. “La decisión tiene que ser hecha por la persona designada en el testamento de la Sra. Ley y tenemos la esperanza de que va a estar de acuerdo”.
Denmure sostiene que todo lo relacionado con la solicitud de Connie es legal.
“El perro era propiedad de mi cliente y ahora es parte de su patrimonio”, dijo a WCPO. “Y esos son sus deseos por lo que refiere al futuro del perro. Personas ajenas no tienen motivos para reescribir las disposiciones del testamento de mi cliente e imponer lo que quieran”.
El caso ha suscitado dudas éticas sobre la forma que las personas fallecidas puedan disponer de la vida de sus mascotas.
“En general no permitimos que la gente dé la eutanasia a mascotas sanas”, dijo Eduardo Reina, profesor de ética en la Universidad de Emory.
“Como cuestión de política, ¿realmente queremos que la gente controle la vida de una mascota sana por un capricho?”, reflexionó.