(CNN Español) – Miles de personas procedentes de todo el mundo acudieron a Belén, donde según la tradición cristiana nació Jesús.
Allí, en plena Plaza del Pesebre, celebran la Navidad, cuyas ceremonias son encabezadas por el patriarca latino, Fuad Twal.
Pero la zona, en medio del conflicto palestino-israelí, no vive una paz completa, y los cristianos sufren una amenaza constante.
“Navidad es una fecha nacional para todos los palestinos —cristianos y musulmanes—. La situación de Belén es muy complicada: nosotros controlamos menos del 13 % del distrito; está todo dominado por Israel, la entrada y salida de peregrinos”, explicó Xavier Abu Eid, de la organización para la Liberación de Palestina.
“Vale la pena venir a Palestina, a Belén, visitar la ciudad antigua de Jerusalén, independiente de todas las restricciones. Acá es donde todo comenzó, y el mismo mensaje de Cristo de paz, amor y justicia, debe mantenerse vivo 2.000 años después”, agregó Abu Eid.
Para los cristianos en Medio Oriente, la situación frente a las amenazas de ISIS, por ejemplo, no es sencilla en materia de seguridad.
Según el padre Artemio Vítores, de la Custodia Cristiana en Tierra Santa, la situación es “dramática” para los cristianos en Tierra Santa, Siria e Iraq.
“Si el mundo Occidental no hace algo, no va a quedar un cristiano en todo Medio Oriente”, dijo Vítores.
Con información de José Levy