Por Laura Ma, para CNN
(CNN) – “Ese es el pájaro más feo que alguna vez haya visto”.
Esa declaración sale de mi boca con dificultad mientras observo los irregulares copetes de plumas en la áspera cabeza de una cigüeña marabú.
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Otros en el barco expresan sentimientos similares.
“Este es uno de los Cinco Feos”, dice Amos, nuestro capitán y guía en una tarde de safari en Moremi Game Reserve en la delta del río Okavango en Botswana.
Su entusiasmo parece ser exagerado para tratarse de un pájaro tan horrible.
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Los safaris tienden a enfocarse en los llamados Cinco Grandes: leones, leopardos, búfalos, rinocerontes, elefantes… pero los Cinco Feos parecen ser una alternativa divertida para cualquiera que ya haya visto a las estrellas del safari.
La lista parece ser la elección de un reparto de los animales menos majestuosos para la película “El rey león”: cigüeña marabú, hiena, buitre, ñu y jabalí verrugoso.
Y estamos aquí para conocerlos a todos.
Cigüeña marabú
La cigüeña marabú no solo depende de su apariencia… también se caracteriza por ser olorosa.
“Pueden crecer hasta 1,52 metros”, dice Amos mientras nos acercamos para ver el pico de aspecto roñoso de una de estas grandes aves.
“Y agradece que no estás lo suficientemente cerca como para que puedas olerla”.
Todos, a excepción de nuestro guía, se encogen a medida que el pájaro extiende sus malolientes alas de 2,5 metros de largo y despega desde un árbol; así, nos da una visión completa de su vientre y el arrugado saco que tiene en su garganta.
El delta del Okavango es uno de los dos sitios donde se reproduce la cigüeña marabú.
Durante la temporada de apareamiento, se sabe que las aves se alimentan de presas vivas, entre ellas los flamencos adultos.
La cigüeña también es conocida por el nombre de “cigüeña carroñera” en reconocimiento al triste pero importante papel que juega en el delta, ya que reduce enfermedades y limpia el ecosistema al devorar los cadáveres podridos.
Hiena
En la siguiente caminata matutina por los matorrales, tenemos suerte en divisar una hiena.
Sin duda tenemos más suerte que el apestoso animal muerto que está devorando.
“Tu nariz es el mejor rastreador de animales de caza”, dice Amos.
Aparentemente, tus orejas vienen después, pero no somos alertados de la presencia de la hiena por su conocida risa socarrona, sino por el sonido de los huesos que está mascando.
Nos asomamos sobre la maleza para ver a una hiena con su hocico en el estómago de un impala.
Antes de que alguien pregunte, nuestro guía dice: “probablemente no robó esta comida de los leones. Las hienas son muy buenas cazadoras”.
La hiena obtiene una baja calificación en la escala de la ternura. Ésta no podría ser más fea a menos que estuviera cubierta de sangre.
En realidad lo está.
Mi amiga Anja no está de acuerdo. Ella afirma que las hienas son tan poco atractivas que en realidad son simpáticas.
“Solo son feas porque son villanas en las películas”, dice.
El atractivo de este cachorro de hiena es discutible.
Al mostrarme una foto de un cachorro de hiena que su hermana tomó en el Parque Nacional Kruger de Sudáfrica, añade: “¡Los bebés son tan bonitos!”
Esto es discutible, pero ciertamente se vuelven más feos con la edad.
Mientras la observamos, nuestra hiena aparta su rostro sangriento de los huesos, y revela su cuello alargado, su modo de andar encorvado y su pelaje irregular.
Buitre
Con una de las mandíbulas más fuertes del reino animal, las hienas no dejan mucho para los carroñeros.
Aun así, donde hay cadáveres de animales, generalmente hay buitres.
Mientras el marabú es la única especie de cigüeña en la lista, la familia entera de los buitres puede reclamar su membresía en el club de los feos.
Al dar vueltas en círculos en una “manada” voladora (¡alerta de sustantivo colectivo inusual!”), los buitres que observamos no son tan desagradables a la vista.
Sus alas se perfilan de forma magnífica contra el cielo azul.
La ilusión se rompe cuando algunos bajan a competir con la hiena por la carne del impala, y se hace evidente que pueden tener las alas de un águila, pero tienen la cara de Freddy Kruger.
No sorprende que el pico en forma de gancho y el cuerpo encorvado del ave hayan inspirado un villano de historieta.
“Su fealdad es eficiente”, dice Amos. (Él dice eso acerca de todos los Cinco Feos).
El pico curvo les sirve para rasgar la carne, según nuestro guía. Las partes más feas del buitre, su cabeza y cuello sin plumas, son fáciles de mantener limpios después de comer carroña.
Logísticamente, tiene sentido.
Estéticamente, es de lo que están hechas las pesadillas.
Jabalí verrugoso
El jabalí verrugoso es otro ejemplo del sentido práctico que está por encima de la belleza.
Estos cerdos salvajes están llenos de verrugas útiles pero poco atractivas en ambos lados de la cara, lo cual los ubica con firmeza en el grupo de los feos.
Las protuberancias protegen las caras de los jabalíes machos cuando pelean, aunque tienen el aspecto de una cirugía que salió mal.
Los jabalíes verrugosos abundan en el delta del Okavango. En cualquier lugar que esté fuera del alcance del olfato de los carnívoros, vemos familias de jabalíes verrugosos cavando con sus nudillos delanteros en busca de raíces.
Junto con las verrugas, las crines enmarañadas a lo largo del lomo y el pelo disparejo de su cuerpo, el jabalí verrugoso es el cerdo menos atractivo del delta (aunque sus costillas asadas son deliciosas).
Tienen forma de torpedos con narices de cerdo.
Sus cuerpos parecen ser desproporcionadamente robustos en comparación con sus patas delgadas y sus cuellos cortos.
Mientras observamos a una madre con dos bebés, alguien de nuestro grupo pisa una ramita y los asusta.
Así nos deleitan con el hermoso espectáculo de traseros de jabalíes verrugosos con sus colas hacia arriba.
Ñu
Durante un paseo por la tarde al salir del complejo Moremi Crossing del delta en una canoa mokoro, nos encontramos con el último de los Cinco Feos: un ñu.
Mientras nos trasladábamos de un extremo de la pequeña manada al otro, una docena de caras negras cansadas con melenas desordenadas nos miraban, tal vez preocupados de que podríamos tratar de comérnoslos.
El atractivo no es problema para los ñus. Ellos son prácticamente ciegos.
Debido a que son uno de los animales de safari más abundantes —y no dan mucho para ver— muchas personas no se molestan en fotografiarlos, dice Amos.
Como el feo primo de los ciervos y gacelas más elegantes, el ñu es una mezcla genética peculiar.
Tiene la cabeza de un búfalo, el cuerpo de un antílope y la cola de un caballo lanudo.
Su cara alargada está unida a un cuello con fleco de aspecto sucio, y cuenta con una boca que tiene forma de cortadora de césped… y funciona como tal.
Cuerpos grises y opacos decorados con marcas blancas y negras se suman a su apariencia descuidada.
“Su fealdad no es ningún problema para encontrar pareja, ya que ellos prácticamente son ciegos”, ríe Amos.
Cómo llegar
La única manera de llegar a Moremi Crossing es un viaje en avioneta, seguido por un recorrido en bote de cinco minutos. El recorrido guiado, la caminata por los matorrales y los paseos en mokoro, son parte de los paquetes todo incluido para los huéspedes.
El alojamiento incluye tiendas de campaña de lujo, duchas al aire libre y serenatas nocturnas cortesía de hipopótamos.