Por Ashley Fantz, CNN
(CNN) – Una esposa de militar recuerda quedarse despierta toda la noche y borrar todas las fotos de sus hijos en Facebook, todas las publicaciones que los mencionaban o dónde habían ido a la escuela. Ella misma se buscó en Google para ver lo fácil que sería encontrar dónde vive la familia. A la mañana siguiente, fue a su coche y quitó la calcomanía militar de la ventana delantera del vehículo.
Como esposa de un miembro de las Fuerzas Especiales, siempre ha sido muy consciente para no pregonar demasiado que ella y sus tres hijos pequeños son familia de militar.
“Es duro porque estoy muy orgullosa de lo que hace mi marido, pero últimamente muchas cónyuges que conozco tienen miedo de ser blanco de ISIS o de alguien que simpatice con ISIS”, dijo, pidiendo a CNN mantener su nombre en el anonimato por esa misma razón.
Esta semana ocurrió el más reciente de una serie de ataques que han asustado a varias familias de militares y los han llevado a modificar su comportamiento en Internet.
La cuenta del Comando Central de las fuerzas estadounidenses en Twitter fue hackeada. Un mensaje en mayúsculas decía: “SOLDADOS ESTADOUNIDENSES, AHÍ VAMOS. VIGILEN SUS ESPALDAS. ISIS”.
El tuit incluía un enlace a un comunicado que decía en cierta parte: “¡No vamos a parar! Sabemos todo sobre ustedes, sus esposas e hijos. ¡Soldados estadounidenses! ¡Le estamos vigilando!”
El hacker consiguió publicar otros mensajes amenazantes, videos de propaganda y algunos documentos militares hasta que se desactivaron las cuentas. El Comando Central aseguró que Twitter era relativamente fácil de hackear, que no se filtraron detalles de seguridad importantes y que encontraría a los responsables.
Ashley Broadway-Mack, esposa de militar, dijo que los mensajes aumentan la ansiedad que ya siente después de los ataques terroristas recientes contra personal militar, agentes de policía y civiles.
Ella y otros miembros de la familia dijeron a CNN esta semana que empezaron a pensar en la posibilidad de que ocurra algo similar a lo sucedido en mayo de 2013 cuando un soldado británico fue asesinado en Londres por dos hombres que gritaban “Allahu akbar” o “Dios es grande”.
Otros empezaron a temer la posibilidad de que ellos mismos estén en la mira después de la muerte de un soldado canadiense durante un ataque en el Parlamento del país en octubre. Los ataques y planes terroristas en Australia también los preocupan, dijeron.
En septiembre, el primer ministro australiano reveló el desmantelamiento de un complot para secuestrar a un miembro del público, decapitarlo y luego envolverlo en una bandera de ISIS. En diciembre, un auto-proclamado clérigo musulmán mantuvo rehenes en una cafetería de Sydney durante 17 horas, un drama que terminó con la muerte de dos rehenes. El atacante, que era conocido por enviar mensajes de odio a familias militares, fue abatido.
Los asesinatos de París, reivindicados por Al Qaeda en la Península Arábiga, han llevado a Broadway-Mack a pensar en la seguridad en Fort Bragg, la base militar donde vive en Carolina del Norte.
“Antes del incidente en Canadá, sinceramente, no creía que ISIS fuera una amenaza para nuestra familia u otras familias de militares”, dijo. “Me preocupa los cientos, miles de personas que entran y salen en uniforme. Ellos, también, podrían ser blancos. Pienso en otras zonas del país donde hay una gran presencia militar -.. Un ataque, emboscada… temo a los terroristas solitarios”.
“Odio decirlo, pero, sinceramente, no pienso en si va a pasar o no, sino en cuándo y dónde”, dijo. “Creo que es sólo una cuestión de tiempo”.
A finales de noviembre, el FBI advirtió a los militares estadounidenses que ISIS estaba convocando a lanzar ataques contra ellos, dijo una fuente policial a CNN. La fuente dijo que “los individuos con base en el extranjero están buscando personas con ideas afines en EE.UU. para llevar a cabo estos ataques”.
La advertencia insta a los miembros de las fuerzas armadas a “revisar su presencia en redes sociales en busca de cualquier información que pueda atraer la atención de los extremistas violentos”. El boletín también dijo que a las autoridades les preocupa que miembros de ISIS estén “localizando y evaluando” a individuos en Estados Unidos que puedan estar interesados en llevar a cabo ataques en el interior del país en contra de miembros de las fuerzas armadas, dijo a CNN un funcionario estadounidense de la lucha contra el terrorismo.
No darse por vencido
Lori Volkman, casada con un oficial, dijo que conoce a militares y sus cónyuges que han dejado de llevar abiertamente sus uniformes al coche después de ir a la tintorería.
Algunos han dejado de usar la ropa con insignias militares y son más cuidadosos al abrir su cartera para evitar mostrar identificaciones militares o tarjetas de pago.
Estos simples cambios no significan que los miembros de familias militares estén corriendo asustados, dijo Volkman. Pero fue difícil cuando su joven hija estaba viendo la televisión esta semana y vio las noticias sobre el hackeo al Centcom y la amenaza de ISIS a los soldados.
“Ella se giró y me miró y se podía ver que se daba cuenta: Que somos soldados Tenía una mirada muy preocupada”, dijo Volkman. “Pero los niños se tranquilizan con lo que sus padres les dicen. No podemos vivir en el miedo y tratamos de tranquilizarlos”.
Bloguera y presidenta de una empresa de comunicación, Volkman se pregunta cómo empezar a limpiar su presencia en línea. Angela McCormick Ricketts dice que ha echado las manos arriba. Sus memorias, “No Man’s War”, han sido un éxito de crítica. Ha recibido mucha prensa y es omnipresente en Internet.
“Estoy frita si ISIS comienza a ir contra cónyuges de militares así que es demasiado tarde ya. También hay una parte de mí que piensa que eso es lo que quieren, que siempre estemos mirando sobre nuestros hombres. Así que no. Nada de eso”, dijo.
Es una cuestión de principios, dicen ella y otras personas.
¿Por qué deberían las familias plegarse ante el miedo y dejar de compartir en línea cuando los medios de comunicación social han ayudado a muchos de ellos a sobrellevar 14 años de guerras sin parar?
Aunque los militares han enfrentado limitaciones en cuanto a su libertad en las redes sociales, los familiares las han adoptado al máximo.
Las familias militares parecen uasr las redes sociales en mayor proporción que la población civil, de acuerdo con datos del Centro de Investigación Pew. Los medios sociales como los conocemos ahora ni siquiera existían cuando comenzó la guerra de Afganistán.
Facebook lanzó en 2004, casi exactamente un año después de que Estados Unidos invadiera Iraq. Ahora, decenas de cónyuges de militares tienen blogs y muchos usan Facebook.
Una encuesta de 2014 realizada por el grupo Blue Star Families descubrió que el 75% de los 6.200 encuestados consideró muy importante el uso de las redes sociales.
Más allá de su uso para obtener información práctica como, por ejemplo, lo que sucede en una base, las plataformas sociales abrieron una cultura militar que históricamente desalentaba las expresiones de emociones.
Las redes sociales han servido de espacio seguro para manifestar los traumas y el dolor. Han sacado del aislamiento a muchos.
Una esposa en Montana que sufrió de depresión durante el tercer despliegue puede encontrar a otro cónyuge en Nueva York que pasaba por lo mismo, y se pueden apoyar mutuamente de una forma que las terapias no logran.
Liz Snell, esposa de un infante de marina, utiliza su nuevo sitio web sin fines de lucro Military Spouses of Strength como conducto para los familiares que han sufrido de depresión y el sentimiento general de agotamiento por años de interminables guerras. Su marido estuvo en Iraq y Afganistán en cinco ocasiones.
“Veo estar en Internet como una manera de mantenerse honesto, mantenerse sano, para ayudar”, dijo. “Yo no quiero que eso se pierda a causa de algunas amenazas que se acaba de algún hacker estúpido. No quiero dejarles ganar así”.
Amy Bushatz coincide. Esposa de militar, escribe la columna SpouseBuzz para military.com, que tiene 10 millones de miembros.
“Ser una familia militar es una experiencia vulnerable, y punto. Si vives en una ciudad militar, es la norma”, señaló. “¿Hay más cautela ahora? Claro, pero eso no es malo. No ganarán los que creen que pueden asustarnos.
(Con información de Pamela Brown y Jim Sciutto)