(CNN) —- Los rescates son tan antiguos como los secuestros, los malhechores o el dinero. Pero no ha pasado de moda, como lo sabe bien el gobierno japonés. En un video que se publicó el jueves en las redes sociales, un militante de ISIS, vestido de negro, estaba de pie ante dos hombres que según él son ciudadanos japoneses. Ambos morirían, dijo, a menos que el gobierno japonés pague al grupo radical islamista 200 millones de dólares en un plazo de 72 horas.
No es inesperado que ISIS pida un rescate. Pero hay unas cuantas cosas, como la índole pública y la cantidad exorbitante que piden, que hacen que este caso sobresalga.
¿ISIS ha pedido rescates anteriormente?
Sí. Es difícil enumerar todos los ejemplos porque los secuestradores de grupos militantes ambiciosos como ISIS rara vez publican sus exigencias. Pero así como los secuestros son la norma para dichos grupos, pedir rescate también lo es.
Un ejemplo documentado es el de James Foley, periodista estadounidense al que secuestraron en el norte de Siria en 2012. ISIS pidió más tarde 100 millones de euros por su liberación, de acuerdo con Richard Byrne, portavoz de GlobalPost, el sitio de noticias en internet con el que Foley colaboraba.
Ni GlobalPost, ni la familia de Foley, ni el gobierno estadounidense pagaron esa cantidad. Aunque lo hubieran hecho, no se puede saber si ISIS habría cumplido su palabra y liberado a Foley. El grupo no solo lo decapitó, sino que grabó su muerte en video y lo publicó en internet para que el mundo lo viera.
Una de las cosas que hacen única a la petición de rescate más reciente es que ISIS la hizo públicamente y estableció un plazo de tres días para pagarlo. Esto indica que están asumiendo una postura y que están recaudando fondos, particularmente si consideramos que denunciaron a Japón por respaldar a gobiernos que están involucrados en la lucha contra ISIS (aunque el gobierno japonés no es parte de la coalición internacional militar que combate a ISIS).
¿Por qué los secuestros forman parte de la estrategia de ISIS?
La forma de pensar de ISIS se parece a la de otros grupos terroristas: los secuestros ayudan a recaudar fondos y, si no se pagan los rescates, a dar a entender cosas tales como que no hay que meterse con los grupos terroristas y que incluso los civiles están en peligro.
Puede ser un desafío explicar la estrategia de relaciones públicas de un grupo como ISIS. Pero no hay duda de que el grupo recurre a la tecnología moderna para dar a conocer a quiénes tiene cautivos e incluso cuándo los decapitan. Esas imágenes propician la idea de que ISIS es una organización implacable y desafiante, decidida a eliminar a cualquiera, ya sean soldados o civiles, que no siga su versión conservadora radical de la ley islámica.
El aspecto lucrativo es menos notorio, pero no deja de ser significativo.El Departamento del Tesoro de Estados Unidos estimó en 2012 que al Qaeda y sus filiales (que no incluyen a ISIS, aunque hay similitudes entre los grupos terroristas) recaudaron 120 millones de dólares en rescates en los ocho años anteriores.
Además, el diario estadounidense The New York Times publicó una investigación en julio de 2014 en la que se determinó que al Qaeda y sus filiales ganaron 125 millones de dólares desde 2008 y 66 millones de dólares tan solo en 2013.
No ha habido un análisis detallado parecido en el caso de ISIS, pero eso no significa que los rescates (además de los ingresos por petróleo; las actividades delictivas, y los impuestos, tarifas y otras cuotas que imponen a la gente que está en su territorio) no sean parte importante del presupuesto del grupo.
¿Qué países pagaron más rescates?
Los países no anuncian cuánto pagan en rescates; hacerlo invitaría a los secuestradores a atrapar a sus ciudadanos para pedir rescates. Pero eso no significa que algunos países no lo hagan.
En el artículo que el New York Times publicó a mediados de 2014, se citan reportes de los medios de comunicación franceses que indican que Francia es el país que paga más a las filiales de al Qaeda. Los 58 millones de dólares que se dice que Francia ha pagado desde 2008 superan por mucho al siguiente total más alto: 20 millones de dólares, que han pagado Omán y Qatar.
El Times reportó que Suiza pagó 12 millones de dólares; España 11 millones y Austria tres millones durante el mismo periodo.
Francia no solo ha tenido que lidiar con al Qaeda. Liberaron en abril a cuatro periodistas franceses que ISIS tenía cautivos.
¿Cuánto se pide en rescates y cuánto se paga?
La petición de rescate de un grupo puede depender de varios factores. Podrían pedir un precio más alto por un rehén de alto perfil, por ejemplo. Un secuestrador solitario podría pedir mucho menos que uno que pertenezca a un grupo grande, poderoso y desafiante, especialmente uno que, como ISIS, haya demostrado que está dispuesto a matar civiles.
Parece que la cantidad que se pide y la que se paga por un rescate han aumentado. Hace una década, el Times reportó que un rescate estándar podía ser de 200,000 dólares. Ahora es más probable que sean millones. Phil Balboni, director operativo de GlobalPost, dijo a CNN que los gobiernos europeos han pagado entre dos y cuatro millones de dólares por los rehenes, pero no 200 millones, como pidieron por los dos rehenes japoneses.
Tampoco fueron los 132 millones de dólares que pidieron por Foley. Ambas cifras son muy superiores y al parecer indican que el grupo está tan interesado en dar a entender algo como en ganar dinero, en vista de que es improbable que les paguen.
¿Cuál es la política de Japón y de sus aliados respecto a los rescates?
El martes, Shinzo Abe, primer ministro de Japón, no descartó pagar el rescate ni negociar con los captores de sus dos ciudadanos. ¿Eso significa que el gobierno japonés está dispuesto a pagar, o cuando menos a negociar?
No necesariamente. Japón no ha anunciado que haya pagado rescates en otras ocasiones y no hay razón para pensar que lo hará en este caso. Japón firmó en 2013 una declaración oficial del G8 en el que se determina que “inequívocamente rechazamos el pago de rescates a los terroristas, y llamamos a los países y empresas de todo el mundo a seguir nuestro ejemplo para poner fin a esto”.
Esta política se parece a la de Reino Unido y Estados Unidos; la madre de Foley dijo a CNN que un funcionario estadounidense la amenazó con levantarle cargos si trataba de reunir dinero para el rescate de su hijo por su cuenta. ¿Por qué los países como estos dos o como Japón no usarían sus recursos relativamente vastos para salvar la vida de sus ciudadanos?
Para empezar, los grupos como ISIS y al Qaeda tal vez no sean de fiar, así que pagar no necesariamente garantiza la liberación. Tal vez eso terminaría por poner en riesgo a otras personas porque alentaría más secuestros y financiaría a quienes perpetran asesinatos en masa.
Como argumentó en 2012 David S. Cohen, subsecretario de Terrorismo e Inteligencia Financiera de Estados Unidos: “pagar rescates alienta más secuestros y más secuestros propician más pagos de rescates. Todo eso acrecienta la capacidad de las organizaciones terroristas para perpetrar ataques”.
¿Se puede negociar la liberación sin pagar un rescate?
Algunas personas dicen que los países que tienen políticas de no pagar rescates pueden terminar por dar a los grupos militantes un incentivo para secuestrar a más personas si negocian con ellos.
Este debate se intensificó luego de que los Talibanes liberaran en 2014 a Bowe Bergdahl, sargento del Ejército estadounidense, a cambio de cinco talibanes que en ese entonces estaban bajo custodia de las fuerzas armadas estadounidenses en la bahía de Guantánamo, Cuba. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró después que “no ofrezco absolutamente ninguna disculpa por asegurarme de que un joven regresara con sus padres”.
En el caso de Japón, un intercambio de prisioneros de ese tipo no es opción. Japón no tiene muchos presuntos miembros de ISIS bajo custodia, así que las armas de negociación de Japón tal vez consistan más en hacer algo como no entregar 200 millones de dólares a quienes están comprometidos con el combate a ISIS, compromiso que Abe no está dispuesto a romper, como declaró el martes.
Entonces, sin rescate, ¿hay esperanzas para los rehenes japoneses?
La historia de ISIS muestra que tal vez no haya muchas, pero es posible que haya pláticas con los secuestradores de ISIS.
El gobierno japonés puede poner de relieve que, a diferencia de Estados Unidos y Reino Unido, no está involucrado directamente en las campañas militares en Iraq o Siria. ISIS podría sorprender a todos al liberar a los dos japoneses como gesto de buena voluntad.
Sin embargo, a falta de un esfuerzo diplomático final, Japón tal vez tendrá que recurrir a las fuerzas armadas de sus aliados en Occidente, Medio Oriente u otras partes para rescatar a sus ciudadanos.
Sin importar cuál sea la táctica, es claro que el tiempo se agota.