(CNN) – ¿Conoces a tu Foster de tu Frank Lloyd Wright? Las grandes estrellas de la arquitectura distan mucho de sus celebridades contemporáneas en el arte visual y la música, pero su efecto en nuestras vidas, a través de las ciudades a las que dieron forma, puede ser igual de genial. Conoce ocho grandes nombres a través de estas increíbles ilustraciones “Archibet” del arquitecto e ilustrador italiano Federico Babina.
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El francés- suizo, Le Corbusier (1887-1965)
Le Corbusier es, sin duda, el arquitecto más importante del siglo XX. El padrino francés del modernismo, nacido en Suiza, —cuyo nombre real es Charles-Édouard Jeanneret-Gris— estableció el modelo para las formas geométricas limpias del “estilo internacional” en concreto y acero.
Él diseñó más de 75 edificios en 12 países diferentes, pero estas creaciones están inundadas por cientos de planos increíblemente ambiciosos de edificios y ciudades que nunca han sido construidas.
Pero Le Corbusier también ha divido a los críticos por completo. Como el diseñador más influyente de la ciudad moderna, a él se le atribuye tanto su propio riguroso formalismo como los defectos de las torres de edificios de la posguerra, construidas por impostores que no tenían el mismo enfoque en cuanto al espacio, la luz y la comunidad.
Edificio emblemático: Unité d’Habitation, Marseille.
Los estadounidenses Charles (1907-1978) y Ray Eames (1912-1988)
Los Eames diseñaron algunas de las casas más icónicas de la posguerra de California, y casi todo lo que se encuentra dentro de ellas.
La pareja se casó en 1941 y trabajó en conjunto para moldear de manera ingeniosa nuevos materiales como la madera contrachapada y la fibra de vidrio en muebles expresivos, además crearon casas iluminadas y ventiladas usando materiales prefabricados.
Podría decirse que su creación más influyente fue la casa en la que vivían: una villa con vista al Océano Pacífico, construida en días usando partes de acero destinadas a la construcción industrial.
Edificio emblemático: The Eames House, California.
El británico Norman Foster (1935)
Sus edificios se entretejen en la estructura de las capitales del mundo. La cúpula de Reichstag en Berlin, la Torre Hearst de Nueva York, el Edificio HSBC de Hong Kong, el “Gherkin” en Londres, todos ellos llevan el toque innovador del arquitecto.
Los edificios de Norman Foster, originario de Manchester, en el exterior se ve el esqueleto de acero, pero combina la estructura transparente del modernismo con un acabado altamente brillante.
Foster, quien actualmente está construyendo el “Campus” en forma de halo -de más de 70 hectáreas- para Apple en Cupertino, fue uno de los primeros en considerar la conciencia ambiental como el centro de sus diseños. Foster creó edificios como la sede central del Commerzbank de Fráncfort, el cual se adapta para hacer el mejor uso de la luz y la ventilación natural.
Su práctica ha sido votada como la “práctica arquitectónica más admirada” por otros arquitectos, durante ocho ocasiones seguidas.
Edificio emblemático: Las oficinas centrales del banco de Hong Kong y Shanghái (HSBC, por sus siglas en inglés), Hong Kong.
El brasileño Oscar Niemeyer (1907-2012)
Los edificios de Oscar Niemeyer fueron denominados como un Brasil moderno, con su propio estilo inconfundible, a mediados del siglo XX, y es reconocido a nivel mundial como uno de los más grandes maestros del modernismo.
Como estudiante de Le Corbusier, Oscar Niemeyer tomó su propio estilo y le añadió amplias curvas que según él fueron inspiradas por las mujeres brasileñas.
Entre sus creaciones se encuentra la sede central de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, una colaboración con su mentor; y los edificios blancos cívicos de concreto de Brasilia, la capital de Brasil, inaugurado en 1960.
Niemeyer trabajó hasta su muerte, a los 104 años, en diciembre de 2012, y su contribución a la arquitectura mundial se puede ver reflejada en más de 500 edificios en toda América del Norte y del Sur, África y Europa.
Edificio emblemático: Museo de Arte Contemporáneo de Niterói, Brasil.
El danés Jørn Utzon (1918-2008)
Utzon se inspiró en los patrones de crecimiento de la naturaleza para crear edificios ecológicos que surgen de sus entornos.
Cuando ganó el máximo galardón de la arquitectura, el premio Pritzker en 2003, los jueces elogiaron la apropiación inspirada de Utzon en influencias más antiguas “mencionando las culturas de los mayas, chinos, japoneses y culturas islámicas, así como muchas otras, incluyendo sus propios legados escandinavos”.
El trabajo de Utzon abarca grandes variaciones, pero sin lugar a dudas su creación más importante es la Casa de la Ópera en Sídney, uno de los edificios más característicos y sugerentes del siglo XX.
Edificio emblemático: la Casa de la Ópera de Sídney, Australia.
El alemán-estadounidense Mies Van der Rohe (1886-1969)
La influencia de Van der Rohe se puede ver en cada edificio moderno que revela los materiales industriales utilizados en su construcción.
Al igual que sus contemporáneos de la Escuela Internacional, los diseños de Van der Rohe expresaron simplicidad primordial y una tendencia al minimalismo, él la llamó “arquitectura de piel y huesos”. Su casa Farnsworth de un solo nivel, construida como un refugio para un amigo médico, solo tiene una habitación con bordes de vidrio.
Él creía que los edificios debían expresar la época en la que fueron construidos y su posición como monumentos del espíritu industrial del siglo XX.
Su primer edificio alto fue el Seagram Building de Nueva York, en el que eliminó el ladrillo y la mampostería del exterior en favor de un exterior de vidrio y acero limpio, creando así un precedente para los rascacielos del siglo XX.
Edificio emblemático: Pabellón de Barcelona, España.
El estadounidense Frank Lloyd Wright (1867-1959)
Dado que nació en una época en la que los propietarios estadounidenses imitaban el estilo ornamentado de los hogares europeos del siglo XIX, Frank Lloyd Wright dejó un legado de una arquitectura llamativa y original que ayudó a definir a la América del siglo XX.
Fallingwater de Wright, una casa de Pensilvania construida en la cima de una cascada, sigue siendo una de las casas más famosas alguna vez construidas. Este es un diseño evidentemente “estadounidense” de balcones en voladizo que se distinguían de cualquier cosa que hubieran sido hecha antes.
Wright dijo que su inspiración se derivaba de la “armonía interior” que veía en la naturaleza y en sus esporádicas estructuras cívicas y monumentales, en particular, su logro más importante fue el Museo Guggenheim en Nueva York, que fue inspirado en los patrones encontrados en las conchas, árboles y plantas.
Dejó más de 500 edificios terminados. Una encuesta nacional realizada por el Instituto Americano de Arquitectos ha llamado a Frank Lloyd Wright el mayor arquitecto estadounidense de todos los tiempos.
Edificio emblemático: Fallingwater, Pensilvania.
La iraquí-británica Zaha Hadid (1950)
Ningún arquitecto que trabaja hoy en día divide las opiniones como Zaha Hadid. La primera mujer en recibir el máximo honor de la arquitectura, el Premio Pritzker, ella ha ganado frente a líderes comerciales y mundiales diseñando edificios en todo el mundo, desde el Centro Acuático de Londres hasta el Galaxy Soho Mall de Beijing y la propuesta del estadio Al-Wakrah de Qatar.
Las ciudades del mundo están haciendo cola para que su huella quede estampada en ellas.
Nunca dejan de existir críticas, ya que existen detractores que afirman que sus edificios no son construidos para las personas y que los mismos ignoran de manera terrible sus alrededores.
Sin embargo, sin lugar a dudas, ella es una pionera en una profesión dominada por los hombres blancos. En la actualidad, el repertorio de Hadid nunca ha sido tan alto, con defensores que dicen que simplemente está demasiado adelantada para su época.
Edificio emblemático: El Centro Heydar Aliyev, Azerbaiyán.