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Por Jethro Mullen

(CNN) — Los conservacionistas están en una carrera contrarreloj para tratar de salvar a más de 190 ballenas varadas en una playa remota en la Isla Sur de Nueva Zelanda.

Veinticuatro de las 198 ballenas piloto que se atascaron en la playa ya han muerto, dijo este viernes el Departamento de Conservación de Nueva Zelanda.

El personal del departamento, ayudado por 140 voluntarios, estaban planeando tratar de reflotar a los mamíferos gigantes cuando la marea subió el viernes por la noche, dijo.

Las ballenas están atrapadas en Farewell Spit, una franja delgada de tierra que se extiende hacia el mar desde la punta norte de la Isla Sur.

Decenas de ballenas quedan varadas anualmente en esa zona de Nueva Zelanda, cuyas aguas forman parte de la ruta que hacen estos cetáceos que se dirigen o proceden de la Antártida, y en septiembre inician el viaje de retorno hacia aguas más frías.

El Departamento de Conservación aconsejó al público a no tratar de ir a la playa para ayudar a salvar a las ballenas.

“Reflotar ballenas varadas es un trabajo difícil y potencialmente peligrosa, por lo que es importante que tengamos las personas adecuadas haciendo el trabajo para que estas ballenas vuelvan a estar seguras, dijo Andrew Lamason, gerente de servicios del departamento de Golden Bay.