Por Matt Majendie para CNN
(CNN) – Cuando se trata de correr los caballos de la reina, un hombre es el caballero de la armadura reluciente de ‘Su Majestad’.
Al parecer, Ryan Moore es el jockey de elección de la monarca británica y no es de extrañar. El consenso es que el inglés es el mejor en su área, una opinión que fue reforzada por su victoria en la prestigiosa Copa de Melbourne en noviembre.
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Sin embargo, él se apresura a restarle importancia a sus reuniones periódicas con la reina Isabel II, ya que la trata como lo haría con cualquier otro propietario.
“En realidad no es tan diferente y es muy fácil montar para ella”, le dijo Moore a CNN. “No existe presión. Simplemente es muy fácil tratar con ella. Montar para ella es una experiencia genial”.
Cuando se le preguntó sobre el honor de ser el jinete con mayores logros del mundo, Moore no le dio mucha importancia.
“Yo tomo ese tipo de comentarios con cautela. Simplemente me encuentro en una posición para montar estos grandes caballos en estas grandes carreras y trato de hacerlo lo mejor que puedo”, comenta.
“No sé quién es el número uno, es muy difícil decirlo. La gente siempre debatirá este tipo de cosas”.
El jockey, de 31 años de edad, ha ganado todo, desde el Derby de Epsom hasta el Prix de l’Arc de Triomphe y ha montado para conseguir la victoria en todo el mundo, desde el Royal Ascot hasta el hipódromo japonés de Hanshin.
Moore dice que es perezoso, que tiene suerte, pero sus compañeros dicen lo contrario. Su hermano Jamie es un jockey de la carrera National Hunt y le gusta contar la historia de cómo su hermano rechazó su primera carrera a la edad de 16 años. Aunque la mayoría de los jóvenes habrían aprovechado la oportunidad, Moore la rechazó porque sentía que no tenía ninguna posibilidad de ganar.
La opinión de un jinete etiquetado como “perfeccionista” por su hermano es claramente buena, pues prosiguió y ganó siete de sus primeras 10 carreras.
Se sabe que llega temprano al hipódromo, cualquiera que sea el evento, para caminar por la pista. Escucha atentamente los programas de televisión sobre carreras para aprender todo lo que pueda acerca de las próximas carreras o sobre aquellas en las que competirá.
“Siempre tienes que aprovechar cualquier información que puedas”, señala. “Quieres asegurarte de que no te vas a quedar atrapado detrás de un caballo que no es veloz cuando se trata de los momentos clave de la carrera”.
“A menudo, los planes mejor trazados se esfuman”, explicó. “No recibes un previo aviso para pensar, pero cualquier información que tengas —por insignificante que sea— es útil; por lo tanto, siempre vale la pena hacer tu tarea”.
Nacido en una familia de corredores de caballos, su papá Gary es un entrenador y sus tres hermanos —dos hermanos y una hermana— son todos jockeys.
Es como si hubiera nacido para sentarse en una silla de montar.
El fútbol fue su pasión inicial, el aficionado del Arsenal hizo algunas pruebas con Brighton y Hove Albion, quienes juegan en la segunda división del fútbol inglés.
Pero su peloteo que alguna vez fue frecuente, se ha reducido a uno que otro juego con su hijo Toby en el jardín de su casa familiar en Newmarket, el hogar de las carreras inglesas.
Como era de esperar, él escoge a Alexis Sánchez como la estrella principal de los Gunner, no tanto por su gran cantidad de goles sino por su “gran capacidad de trabajo”, un atributo que sus compañeros repetidamente comparan con Moore.
Sin embargo, el fútbol sigue siendo algo de lo que solo obtiene fotografías, ya que él viaja por el mundo para competir en las mejores carreras de caballos en los mejores hipódromos del mundo.
¿Y seguramente tiene un lugar favorito? “No tengo un lugar favorito para competir, simplemente me gusta montar buenos caballos. De mis victorias, supongo que Arc fue la más importante para mí porque es una carrera muy difícil de ganar”.
“Y en cuanto a un caballo favorito, es difícil elegir solo uno. Hay algunos con los que he tenido más de una historia que se destaca, pero no podría elegir solo a uno”.
Solo en la temporada pasada, Moore celebró 155 victorias en todo el planeta, aunque ‘celebrar’ quizás no sea la palabra correcta.
Moore ha sido criticado por los medios de comunicación británicos por su carácter malhumorado en y fuera de la silla de montar, incluso su padre una vez bromeó con que él era un “miserable bastardo”.
En algunas ocasiones ha celebrado —estuvo sonriendo después de montar a Protectionist en una famosa victoria en Melbourne— pero más a menudo, ha entrado al recinto de ganadores con poca fanfarria.
Hay que admitir que es por una buena razón: “Por lo general, mi trabajo no ha terminado para ese día y hay otra carrera poco tiempo después. Me gusta enfocarme en eso mientras aún estoy allí y no tengo tiempo para preocuparme por nada más”.
Incluso a su hijo le gustaría que mostrara más entusiasmo. El propio héroe de Toby es Frankie Dettori, el jinete extrovertido que tiene la tendencia a saltar de la silla para celebrar su victoria.
A Toby le encanta Frankie y, por esa razón, al papá también, a quien menciona junto a Kieren Fallon y Mick Kinane, como los jockeys a los que le gustaría parecerse.
Irónicamente, sus ídolos eran más del tipo de jockey de salto, como AP McCoy y Richard Dunwoody, a pesar de que Moore solo aspiraba competir en la carrera de caballos sin obstáculos.
Como resultado, mientras que sus amigos soñaban con crecer más, Moore siempre quería seguir siendo pequeño y recuerda celebrar el hecho de que dejó de crecer cuando alcanzó una altura de 1,70 metros.
El hecho de que ha logrado mucho desde que tomó la decisión de renunciar a una educación más avanzada, a los 17 años —a pesar de la oposición de su madre— a veces lo deja perplejo.
“Creo que nunca imaginé lo que podría lograr o cómo saldrían las cosas”, cuenta. “No piensas en esas cosas cuando tienes 17 o 18 años, simplemente haces lo que estás haciendo. No pensaba en el futuro”.
“Y nunca he sido alguien que busca ser el centro de atención. Simplemente así es como soy. Soy una persona bastante callada”.
Con la aprobación real y un Curriculum Vitae cada vez más impresionante, inevitablemente Moore es el centro de atención. En Japón, por ejemplo, donde monta durante dos meses del año, sus fans lo reciben en los aeropuertos y estaciones de tren para tomarle fotografías y pedirle autógrafos.
Pero no todo es pompa y glamour.
Para él, es común volar alrededor del mundo en una carrera en solitario y competir en lo que a su criterio es el equivalente a la mitad de la noche, antes de volar directamente de vuelta a casa.
Al menos el desfase de horario no le afecta.
Ahora es un extraño período de calma en el año, para el hombre callado de las carreras de caballos. La próxima gran reunión programada es la Copa del Mundo de Dubái en marzo. En caso que Moore gane, no esperes que celebre.